Es indicio de un renovado enfoque en cuanto a perspectiva de género cuando el cine nos regala jóvenes pre-adolescentes como protagonistas de sus historias. Ese protagonismo pone énfasis en personalidades con cualidades rebeldes, expresivas y —sobre todo— únicas. También es un protagonismo en el que el sujeto de la chica se agencia el cruce de un lago metafórico en pos de la amistad, sea consigo misma o con otros personajes (que en algún momento fueron) de su edad.
En el verano de 2015, Inside Out (Pixar) obtuvo gran popularidad al presentar de manera jocosa la compleja relación entre las emociones y la memoria en el desarrollo psíquico de una niña, Riley, hasta que ésta se enfrenta a una súbita mudanza de hogar a la edad de once años. Sin estereotipar a la chica, la película evita los clichés, presentando así a una protagonista cuya vida mental y emocional rebasa limitaciones culturales basadas en el género. Se puede decir que, en su caso, Riley logra amigarse con diferentes facetas de sí misma, conciliando y reconciliando una gama de recuerdos vitales que a su vez han desatado diversas reacciones según diferentes contextos.
Por su parte, se lanza en 2014 el que se rumora puede ser el último filme animado del Studio Ghibli en Japón: Omoide No Mani, cuyo título en inglés es When Marnie Was There y que se basa en la novela de Joan G. Robinson. Como en otras de las producciones de Studio Ghibli —entre ellas, Whisper of the Heart y The Cat Returns— la impecable animación de When Marnie Was There se realza por un detallado paisaje evocador de diversos estados anímicos. De este modo, la joven protagonista Anna Sasaki se va afirmando en su carácter introvertido, abriendo a su vez, mayor espacio hacia la intuición, la curiosidad y por ende, su creatividad.
En honor a las dotes artísticas de la chica de doce años, When Marnie Was There enmarca un poema visual en movimiento a base de la continuidad pictórica que va entretejiendo, a ritmo de acuarelas, la historia de la protagonista y el papel que la amistad con Marnie representa. Anna es una dibujante meticulosa que al mismo tiempo se siente aislada del mundo tras un incómodo descubrimiento en relación a su status como hija adoptiva. Aunque el contexto de lo sucedido no es ni remotamente tan lúgubre como Anna lo interpreta de entrada, el tono melancólico-nostálgico de When Marnie Was There acentúa el temperamento único de la chica. Sobre todo, se realza su individualidad —como Anna Sasaki— tal como si fuera su talante y no su género lo que realmente constara a la hora de la verdad.
Anna es circunspecta, es artista y es independiente. Más aún, es inicialmente un personaje en busca de una gran amistad, una que sea profunda, a veces impredecible, pero más que nada, enriquecedora. Es decir, buscaba una amistad emblematizada por un lago. Marnie, la chica de pelo rubio y largo que parece vivir atrapada en una mansión encarna esa posibilidad, además de representar la sorpresa que se revela al final de la película.
La velada desolación que exude el personaje de Anna se va templando poco a poco mediante su imperturbable curiosidad por una legendaria residencia que quedaba precisamente al otro lado de un lago. Ése es el lugar que le permite conocer a Marnie y ése es el paisaje que le permite fijarse en el fluir de los cambios naturales, como por ejemplo, las tonalidades de las horas del día y las subidas y bajadas de la marea. Así, el desarrollo de la amistad entre Anna y Marnie como chicas pre-adolescentes es un hermoso vistazo al ser “femenino” fuera del asedio de las normativas sociales. Anna, por lo general en ropa cómoda, simple y andrógina, contrasta con la apariencia de “princesa” de Marnie. Pero nada de eso —nada de lo superficial— es relevante en cuanto al carácter de cada cual. Ellas son amigas y eso es lo que importa.
Anna y Marnie son amigas de verdad… pero en diferentes temporalidades y generaciones familiares. He ahí la sorpresa “final” y la sublime belleza de esta producción del Studio Ghibli. En el devenir de las relaciones humanas suele exaltarse la amistad como el mayor de los bienes externos, tema abordado también desde la perspectiva ética por parte de Aristóteles. En When Marnie Was There, se trata de un bien tanto externo como interno que resalta a estos personajes, y en especial a Anna la protagonista, como sujetos con agencia personal más allá de otra superficialidad cotidiana: las expectativas basadas en atributos de género.
Como sucede con Riley en Inside Out, contar con agencia como sujeto permite que Anna se afiance en su personalidad tal cual; de este modo, no hay necesidad de querer ser de otra manera o de encontrarse en otras condiciones. Desentendidas de las fórmulas caricaturizantes de comportamiento asociadas a las chicas de su edad, las protagonistas de estos filmes animados atraviesan un intricado proceso psíquico mental —cada uno muy de cada una— arribando así a su propia epifanía personal.
En el caso de When Marnie Was There, Anna aprende todo sobre el lago tanto físico como simbólico: cuándo y cómo transitarlo, a qué horas simplemente observarlo y en qué momento celebrarlo. Es decir, aprende sobre su propio proceso creativo al igual que sobre los vaivenes de lo que es una férreo lazo afectivo.
Lista de referencias:
Aristóteles. (6 octubre 2015). Ética a Nicomaco. Tr. Francisco Gallach Palés. Web. http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/767/10.pdf.
Inside Out. (2015). Dir. Peter Docter & Ronnie del Carmen. Pixar.
When Marnie Was There. (2014). Dir. Hiromasa Yonebayashi. Studio Ghibli.
Lista de imágenes:
1. Poster de When Marnie Was There, 2014.
2-4. Tomas de When Marnie Was There, 2014.