Lost in translation
Por las noches no puedo dormir y me pongo a pensar en las posibles maneras de traducir close. Esto puede querer decir 'cercano' o puede ser una 'orden de clausura'. En este sentido decir "We have a close relationship" no es lo mismo que decir "We have a closed relationship". En todo caso, esto segundo nadie lo dice, pero se puede llegar a él haciendo malabares con el enunciado "I wish we had an open relationship".
Si esto fuera un spelling bee y tú no entendieras bien mi inglés, me pedirías que utilizara la palabra en una oración. Yo, siendo un tipo de lo más ingenioso, te tiraría una oración que incluyera ambos sentidos como "We are pretty close, but we should close this door". Si esto no fuera un spelling bee y fuera más bien un poema, yo trataría de explorar otros sentidos de la palabra como cuando se dice "I just want to close the gap between you and me". Entonces en español nos quedaríamos muy confundidos y desesperanzados. ¿Cómo se cierra un abismo cuando nos separa?
Ahí la cosa se pondría muy triste y me haría pensar en otra frase que se dice cuando las cosas pasan o no pasan por un pelo. Como cuando pasas raspando y dices "That was pretty close". Entonces volvería el problema de la traducción. Podríamos decir que 'Eso fue bonito cercano o que fue bonito cerrado o que es bastante difícil cuando las cosas casi pasan pero no'. Podríamos seguir hundiéndonos y cambiar esa oración a "You are pretty close" y entonces traducirla a 'Tú eres bella de cerca o estás bastante cerca o las posibilidades contigo están cerradas, pero eres bella'.
Para este punto ya yo iría pensando en algunos closing statements, es decir, algunas palabras que 'te hicieran cercana' o más bien unas declaraciones de cierre. Y, vamos, que el punto siempre es lograr dormir por las noches y para eso se necesita la esperanza y hasta el valor para traducir "You closed the door to your heart, so that the gap between us might never be closed" como 'Te acercaste a las puertas de tu corazón para que el abismo que nos separa fuera encerrado entre nosotros'.
Seeking a friend for the end of the world
~Para Lilly~
La tarde del fin del mundo, me parece que el árbol que nos queda de frente se mueve, pero de una manera muy lenta que no resulta muy clara para ti sin tus lentes. Usas la palabra "miopía". Pienso que nuestros ojos son similares. Me pregunto: Si me voy acercando a tu rostro lentamente, ¿te percatas? Esto no lo digo en voz alta.
Antes de estar aquí acostados, de que te quedes dormida en la grama leyendo a una poeta argentina, de que me quieras leer tu parte favorita, de que te obligue a leerme el poema completo (las tres páginas), me comentas que la teoría crítica es como tener rayos equis que te dejan ver las estructuras que componen nuestro dolor. Eso me parece muy lindo y me lamento nuestra falta de superfuerza para romper nuestros dolores de un puñetazo (wham! blam! boom!).
Primero me compartes que practicaste boxeo por dos meses y luego dices que el colectivo es como un superhéroe gigante que componemos, más grande que todas las estructuras, si solo nos pudiéramos juntar. Ante esto te ofrezco un nacho. Estamos en el parque en el día del fin del mundo. Decidimos que tenemos todo lo que necesitamos en tu carro, y conspiramos vivir lo que queda con los libros que guardas en tu baúl, los tres libros que cargo en mi bulto y tu pequeño filtro de agua. No contamos con que nos botarían del parque.
A lo largo del día te hago reír muchas veces para escucharte reír. En algún momento nos quedamos en silencio, y me dices algo lindo, sincero e inesperado, y no sé responder. Yo quiero decirte que me gusta mucho tu risa, pero no me atrevo.
Antes de que nos botaran del parque o incluso de imaginar que terminaríamos en un parque y que nos botarían, tu propuesta era irnos juntos al bosque. El plan original en realidad era un café (aunque nunca te dije que no tomo café), pero nos sorprendió el fin del mundo y decidimos seguirle la pista al azar. En tu carro, camino al bosque que nunca llegaremos (por hoy), pones reggaetón y te alegras de que Yandel en esta canción diga que es un hombre sentimental. Luego lo comparas con David Bowie y Prince. Me parece a la vez gracioso y genial.
La mañana siguiente seguiré pensando en este momento (ahora acostados en la grama) y escribiré un poema que atrape el ahora como presente. No dejaré de escuchar tu voz ni el poema que decidiste leerme bajo un árbol en la grama frente a otro árbol, mientras ya caía la noche de volver a ser gente:
"No puede haber viento más fuerte que este. Afuera las hojas revueltas, adentro la certeza: todo esto va a terminarse. Nos vamos, en algún momento vamos a irnos".
Según las películas, los primeros besos son mágicos
La primera vez que te besé fue superawkward. El ángulo como que no lo medimos bien. No había como que mucho espacio. Había como que una cosa entre nosotros que no me dejaba llegar a ti. No sé si esta cosa era el cupholder o el miedo.
Antes de besarte estuvimos creo que una hora hablando en tu carro. Sobre ti, sobre mí, sobre las estrellas y su relación con nuestro comportamiento, sobre la noche del fin del mundo en la que decidí que quería cerrar la distancia entre nosotros. Tú dijiste que de lo primero que te gustó de mí es que se me hacía fácil mirarte a los ojos. Antes de eso te acompañé a comer a Church y me compraste un minisundae con caramelo. La mesa estaba sucia y por alguna razón decidí contarte lo más difícil de mi vida. Vi que te dolió mi dolor y me dolió que te doliera, pero también me hizo sonreír. Bromeaste sobre la condición contemporánea, sobre confesarse dolor en mesas sucias, bajo luces artificiales. Te prometí que incluiría eso en un poema.
Antes de eso, caminando hacia tu carro, te comento que hay un tipo que se llama Mauricio Blanchot que compara el 'yo' de la literatura con el 'yo' sujeto de los sueños, que en realidad es un no-yo. Tú me dices que eso te acuerda a las matemáticas, donde 'p' es un conjunto y su conjunto complementario digamos que es 'q', pues 'q' contiene todos los elementos en el universo que le faltan a 'p'. Yo quiero decirte que estoy soñando o que eso parece.
Ahora, besándote, pienso que todavía no te conozco, pero que quiero conocerte. Decido que la magia que traen los primeros besos es tumbar un muro, interrumpir un silencio, tirar un puente entre los precipicios que separan mi conjunto de elementos de todos los elementos en el universo que me faltan. La magia es que cierres los ojos y pegues tu oído a mi pecho y esperes que nadie nunca más me haga daño.
Total recall
Esta mañana nos compartimos canciones de Zion y Lennox, y estoy llorando en la cama porque te amo.
Sucede que, desde la noche del fin, el mundo se dividió en dos. Está el mundo en el que importan todas las cosas y está el mundo en el que importas tú. Y ya.
Anoche soñé que no existías, y el sueño se sentía más verosímil que los días desde que te conozco. En el sueño no me acordaba de tu nombre, pero me sentía consciente de una carencia. Una caricia inesperada me devolvió tu nombre y desperté. Sospecho que el sueño era, más bien, un recuerdo de la vida antes del fin.
Me molestan las películas en las que resulta que al final todo era un sueño que el personaje principal tiene al "estar muriendo" en alguna parte, al principio de la película, de la cual pensábamos había salido ileso. Por primera vez me veo forzado a considerar eso como posibilidad de vida. Estoy muerto y mi cielo particular es que me ames.
Lista de imágenes:
1. Victor Fleming, Geroge Cukor & Sam Wood, Gone with the Wind, 1939
2. Sofia Coppola, Lost in Translation, 2003
3. Lorene Scafaria, Seeking a Friend for the End of the World, 2012
4. Victor Fleming, Geroge Cukor & Sam Wood, Gone with the Wind, 1939
5. Paul Verhoeven, Total Recall, 1990