Desde el lunes temprano en la mañana, no hago más que hablar de la terrible pérdida que representa el fallecimiento del querido amigo, mentor, colega y familia Luis Nieves Falcón para nuestro atropellado país, la academia en general y para mi familia en particular. En el plano personal puedo mencionar muchísimas instancias en las que compartimos alegrías y tristezas con Luis desde el seno de nuestro hogar. Como es sabido, Luis fue un luchador incansable por la libertad de nuestros presos políticos, acusados precisamente de conspiración sediciosa.
Eso intento hace rato, pero tantas memorias, recuerdos y tristezas se confabulan y conspiran para no dejarme hacerlo. Pienso que hacer justicia a su obra es en realidad trabajo de mucho tiempo. Las expresiones publicadas en los medios noticiosos a partir del 10 de marzo me parecen un comienzo válido para ese proceso, además de permitirme un espacio fresco de reflexión para organizar mis tristezas.
Dice la compañera Colón de la UPR para el Nuevo Día :
“Nieves Falcón es un defensor de la independencia. Hizo un destacado trabajo por la excarcelación de los presos puertorriqueños”. En su artículo ella detalla la larga trayectoria de este escritor boricua.
Nieves Falcón, natural de Bayamón, escribió unos 18 libros, fue profesor de la Escuela de Derecho de la UPR y dirigió el Centro de Estudio del Caribe y el Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales de la UPR. Cursó un bachillerato en la UPR, una maestría en Sociología Educativa de la Universidad de Nueva York y un doctorado en Sociología del London School of Economics and Political Science.
También obtuvo un grado de Juris Doctor de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Fue profesor visitante en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, en la Hunter College y en la Universidad de Wisconsin. Su nombre figura en el Registro Nacional de Investigadores de la Educación, en el Diccionario de Biografías del Caribe, en Hombres Americanos de Ciencia y en el Diccionario de Biografías Internacionales. “Tenemos que reconocer y destacar la vida y obra de esos seres imprescindibles que han dado todo por esta patria”, concluyó Colón.
En el marco de los logros académicos de Nieves se puede destacar además su participación como miembro fundador de INSE. INSE fue el Instituto Nacional de Investigaciones Sociales y Económicas de Puerto Rico, institución educativa de posgrado donde participaron otros personajes de la vida académica del país de entonces como Joaquin Villamil, Pablito García, Margot Arce, Jose M. Umpierre, FranciscoTorres, Milton Pabon , Gabriel Moreno Plaza, Nilita Vientós, Nida Cordero, la sobrina de Franz Fanón y muchos otros cuyo recuerdo no llega. Como todo proyecto de vanguardia, el Instituto representó un gran reto a la derecha fundamentalista e intolerante del país, lo que finalmente desembocó en la disolución de la escuela.
Luis, sin embargo, nunca estaba sin tarea. De hecho, uno de sus mayores retos era exprimir o seducir el tiempo de manera que pudiera lograr todo lo que se proponía. Fue muchos Luis simultánea y paralelamente. Fue el Luis profesor, humanista abnegado que siempre hacía lo que tuviera que hacer. Fue amigo fiel y leal. Fue protector cuando tenía que serlo, solidario, servicial y muy crítico siempre. Fue otro papá de la vida de muchos, hablaré sin embargo de lo que a Puchi (mi esposa) y a mi concierne. Quizás con mayor espacio se pudiera comentar más, pero en ésta ocasión tendrá que ser tipo telegrama.
En el ir y venir de ese proceso académico se desdoblaba otro Luis, el Luis procedente de Los Millones de Bayamón, que apreciaba el gran ritmo de la música popular puertorriqueña. Bailaba como un trompo. Disfrutaba de las reuniones en familia y a la menor provocación bailaba hasta los anuncios. Así lo hizo en casa en ocasión de celebrar la aprobación de mi propuesta doctoral en psicología por el Senado Académico de la UPR.
Viajábamos de cuando en vez a visitar lugares en la isla. En el parque ceremonial indígena del Tíbes, por ejemplo, Luis no pudo abandonar su vocación de educador y parafrasear al guía, que era un muchacho muy joven, en la explicación de los hallazgos y su interpretación. Hacía esto muy a menudo y ¡con tal naturalidad! En la Hacienda Buenavista ocurrió otro tanto.
Luis tomaba decisiones muy rápidamente. Por ejemplo, a nuestro primer hijo le habíamos dejado en casa de mis padres. Luis llegó, habló con mi mamá y le comentó “mire doña Esther, estos muchachos son incrédulos, así que vamos a bautizar al niño”. Así lo hicieron. De buenas a primeras Luis y mi madre se convirtieron en los padrinos “de agua” como dicen en el campo, de Yan y por consiguiente en nuestros compadres.
A la fecha del nacimiento de nuestro segundo hijo, Nieves se desbordó. El niño tuvo dificultades de saludy Luis hizo lo indecible por conseguirle el mejor tratamiento. Al momento de la cirugía Luis no estaría en su casa, mas no dudó en decirme que me mudara a la suya que quedaba a minutos del hospital, y que dispusiera de lo que necesitase. Mi papá era un gran admirador de Luis. Cada vez que salía en prensa me llamaba para comentar.
¿Cómo era trabajar con Luís?
Realmente era una de esas situaciones hasta paradójicas. Se trabajaba fuerte, muy fuerte y mucho. Por lo regular la norma era el cansancio acumulado hasta completar la tarea. El logro, sin embargo, era verdaderamente fuente de satisfacción y celebración. Recuerdo dos actividades que por su propia naturaleza ya eran fuente de tensión pero el éxito fue nuestro: Llegar a la plaza de Adjuntas a una actividad donde El Poeta Nacional, Juan Antonio Corretjer sería el orador principal en apoyo a los trabajos del ing. Alexis Massol contra la explotación minera en el centro de la Isla y hacerle el homenaje más grande y numeroso que se le haya hecho a Don Juan Antonio Corretjer en el teatro de la UPR.
Por otro lado, el trabajo con los prisioneros de guerra de Puerto Rico se convirtió en su mayor cruzada. Luis estudió leyes, entre otras razones, para tener acceso directo a los presos como abogado. Participamos en gestiones relacionadas con el juicio a Filiberto Ojeda Ríos y la excarcelación de Alejandrina Torres, con lo que se provocó un foro en la escuela graduada de Psicología de UPRRP y que luego se recogió en un libro.
Hicimos un intento por hacer trabajo de comunidad en Ponce cuando se decía que el Dr. Casteing tenía posibilidades de ganar como alcalde del PIP en Ponce. Fuimos miembros del Pen Club con él. Le acompañamos en lo que pudo ser uno de sus peores momentos, cuando perdió a su mamá, Doña Suncha. Colaboramos en la redacción y tirada del libro Huelga y Sociedad, entre otros.
He querido presentar esa otra parte de Luis, que por lo general se desconoce. Sus aciertos políticos, culturales y académicos siempre estuvieron enmarcados en la lucha por la libertad, así, en el sentido más amplio posible. Fue su vida muy intensa desbordada siempre de generosidad, desprendimiento, humildad, humanidad y laboriosidad.
No dudo de que la semilla germinó en muchos y que las características de Nieves se han reproducido para bien del País. Solo espero que a Luis esto le haya quedado claro. Para él la sensación de misión cumplida siempre era importante aunque solo representara un peldaño más en la consecución de uno más lejano, La Libertad. Sé que muchos compañeros tendrán experiencias acumuladas que les permita recordar, a pesar de la tristeza, los momentos de arduo trabajo y satisfacción junto al Luis imprescindible, el Luis de todos. Mi sentido pésame a todos los que, como nosotros, tuvimos el privilegio de conocerle y quererle, nos queda la enorme responsabilidad de continuar la obra. Gracias Luis.
Lista de imágenes:
1. Dr. Luis Nieves Falcón. Foto suministrada por el autor.
2. El Dr. Luis Nieves Falcón en el sepelio del historiador, el Dr. J. Benjamín Torres, con Lolita Lebrón a su derecha.
3-4. Dr. Luis Nieves Falcón.
5. Yvonne Denis y el Dr. Luis Nieves Falcón en la premiación anual del PEN Club de Puerto Rico, diciembre del 2012.
6. Foto del Dr. Luis Nieves Falcón junto a su ataud en su sepelio.
