En 1907 se fundó en Inglaterra la Sociedad de Eugenesia. El término había sido creado, años antes, por Francis Galton, primo de Darwin, inspirado en algunos conceptos de la teoría de la evolución, de este último. Galton tomó en cuenta una interpretación de la obra de Darwin a través de la cual los mecanismos de la selección natural eran potencialmente frustrados por la civilización humana. Entonces, según Galton, dado que muchas sociedades humanas buscaban proteger a los desfavorecidos y los débiles, dichas sociedades estaban reñidas con la selección natural responsable de la extinción de los más débiles.
Pronto encontró Galton adherentes de estas ideas. En sus primeros años, la teoría eugenésica enunciaba –a grandes rasgos- que todos los caracteres de los seres humanos son hereditarios, tanto las capacidades y talentos, como la propensión a la enfermedad, al estado de pobreza o a la conducta criminal. En función de esta certeza se propone “mejorar la raza”, a través de la reproducción de determinados individuos o grupos humanos calificados como “mejores”, inhibiendo la multiplicación de otros grupos o individuos considerados “inferiores” o “indeseables”. En 1912 se realiza en Londres el Primer Congreso Internacional de Eugenesia, con alrededor de 750 participantes. El segundo Congreso se realiza en 1921, con el lema: "La eugenesia es la auto-dirección de la evolución humana", representado como un árbol que unifica una diversidad de campos diferentes.
En 1932 la Sociedad de Eugenesia realiza otro Congreso en Nueva York presidido por el Dr. Ernest Rudin, artífice del genocidio nazi. Ese mismo año Hitler asciende al poder. Después de las atrocidades del Holocausto nazi, la eugenesia jamás se recuperó de este estigma dejado por Hitler y en las décadas siguientes ya no se hablaba tan entusiastamente de la eugenesia. No es que los eugenesistas hayan dejado de existir, sin que cambiaron de nombre. En los años 50, los Rockefeller reorganizaron el movimiento eugenésico en sus oficinas familiares. La Sociedad de Eugenesia cambió su nombre por Sociedad para el Estudio de la Biología Social.
Los defensores de la eugenesia a menudo se preocupan por el declive disgenésico de la inteligencia, que creen que llevará al colapso de la actual civilización y que también ha sido la causa del colapso de civilizaciones anteriores. Ellos sostienen que este declive haría que la eugenesia fuese un mal necesario, ya que el posible sufrimiento humano provocado por ella palidecería en comparación con dicha catástrofe. Algunos estados esterilizaron a los llamados imbéciles durante buena parte del siglo XX. La Corte Suprema de los Estados Unidos sentenció en el caso Buck contra Bell de 1927 que el estado de Virginia podía esterilizar a los considerados no aptos. La época más importante de esterilización eugenésica en EEUU fue entre 1927 y 1963, cuando unas 64.000 personas fueron esterilizadas forzosamente bajo estas leyes.
Un informe favorable sobre los resultados de la esterilización en California, el estado que más esterilizaciones realizó, fue publicado con formato de libro por el biólogo Paul Popenoe y sería ampliamente citado por el gobierno nazi como evidencia de que los programas masivos de esterilizaciones eran factibles y humanos. Cuando los dirigentes nazis fueron juzgados por crímenes de guerra en los Juicios de Núremberg tras la Segunda Guerra Mundial, justificaron las esterilizaciones masivas (unas 450.000 en menos de una década) citando a los Estados Unidos como sus inspiradores.
Un caso que sentó precedente
En el 2005, en el Reino Unido, hubo un caso que inició la Corona contra James Edward Whittaker-Williams que sentó un precedente al prohibir el contacto sexual entre personas con "problemas de aprendizaje". El acusado, un hombre con problemas de aprendizaje, fue encarcelado por besar y abrazar a una mujer de la misma condición. Este fallo se basó en la Ley de Delitos Sexuales de 2003, que redefine los besos y abrazos como sexuales y afirma que las personas con problemas de aprendizaje son incapaces de dar su consentimiento independientemente de que el acto implique coacción o no.
Organizaciones de control demográfico: El Consejo de Población (POPULATION COUNCIL), fue fundado porFrederick Osborn y John D. Rockefeller III. Este Consejo elaboró la política de “aldeas estratégicas” (campos de concentración) en Vietnam, coordinada con el bombardeo de las cosechas (autorizado por Kennedy) con el agente naranja de la empresa Monsanto. Además, el Consejo de Población tiene como tarea difundir los anticonceptivos: Implantables, como el Norplant, aplicadas en más de 500.000 mujeres del tercer mundo, (desarrollado por American Home Products, absorbida luego por Monsanto), los inyectables -depoprovera-, y a través de campañas masivas de esterilización. Es un patrocinador oficial de los congresos de sida.
La eugenesia aplicada en campañas masivas de esterilización
En las últimas décadas, se ha denunciado en Australia el engaño por parte de médicos, que aprovechando el desconocimiento y confusión respecto a la medicina y lenguaje occidental, lograban autorizaciones para ejecutar ligaduras de trompas de Falopio de mujeres aborígenes, incluso sin hijos, cuando acudían a revisar otros problemas a los hospitales. Estas prácticas subrepticias buscaban reducir la natalidad entre las etnias naturales del continente.
En Perú
A partir del año 1996, se aprobó el Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar 1996-2000, subrayando la gratuidad de los servicios, que incluía la cirugía de esterilización. Este programa si bien implicó una serie de esterilizaciones quirúrgicas en mujeres y la vasectomía en los varones, los testimonios y las denuncias recogidas por la dirigente campesina Hilaria Supa Huamán demostraron que las víctimas fueron en la mayoría de los casos mujeres indígenas quechuahablantes. Entre 1996 y 2000 se realizaron más de 200.000 ligaduras de trompas y 16.000 vasectomías “bajo presiones, amenazas e incentivos con alimentos”, enmarcadas en un supuesto plan masivo de salud pública. El ex presidente Alberto Fujimori y tres ex ministros de sanidad se enfrentan a una denuncia por genocidio.
En ese período el Ministerio de Salud y el Instituto Peruano de Seguridad Social emprendieron una masiva campaña de planificación familiar animados con “festivales de salud” en la sierra, selva y zonas urbanas populares. Se realizaron actividades festivas, deportivas, campañas de ligaduras de trompas, campañas preventivas promocionales, spots radiales y esterilizaciones “al paso”, llegando a intervenir a 90 mujeres por día.
Sobre las esterilizaciones forzadas en el Perú existen tres informes oficiales. El primero, el Informe Final de la Comisión Especial (2001) del que Hilaria Supa Huamán fue parte; los reportes de CLADEM: “Silencio y Complicidad. Violencia Contra las Mujeres en los Servicios Públicos de Salud en el Perú” (1998) y “Nada personal. El reporte de derechos humanos sobre la aplicación de la anticoncepción quirúrgica en el Perú” (1999). Estas investigaciones demostraron que la aplicación de las AQV no fue realmente voluntaria como estaba estipulado en la Ley General de Salud según la cual nadie podía ser sometido a tratamiento quirúrgico sin su consentimiento previo.
El testimonio de una campesina analfabeta de Anta, Cusco, muestra cómo fue esterilizada a la fuerza con engaños y violencia:
“En mayo de 1997 fui visitada por una enfermera (no recuerdo el apellido) quien ya me había buscado varias veces. Mi esposo se niega a recibir a la enfermera pues ya había escuchado en la calle que cortaban mujeres para que no tuviera hijos. Sin embargo, dos enfermeras me ubicaron y envuelta en una frazada y diciendo que me iban poner una inyección para la anemia, me llevaron a la posta. Cuando llegué a la posta, me dijeron que para evitar hijos con anemia, me iban a ligar pues así me iban a curar. Asustada quise escapar pero lograron meterme a la sala. Me acostaron en el piso atada por las manos. Pedí que no me cortaran pues tenía la T de cobre. Me contestaron que me la sacarían y que no pasaría nada. Y que además mi esposo había firmado y que la operación sólo duraría un año…”
En México
Un millón y medio de mujeres mexicanas fueron esterilizadas –el 60% indígenas- en sólo seis años (entre 1978 y 1984). Las operaciones fueron ejecutadas por organismos nacionales del sector de la salud y por instituciones internacionales como la Fundación Ford. En 1983, se procedió a la esterilización de cientos de mujeres chiapanecas. A cambio de la esterilización, se les ofrecía un paseo en autobús.
En Puerto Rico
Desde 1935 a 1945, habían sido esterilizadas el 21% de las mujeres portorriqueñas, según "la operación" dirigida por Estados Unidos. En 1965, ya habían sido esterilizadas el 35% del total de las mujeres de Puerto Rico.
Razones de la idea de eugenesia
Los eugenesistas sostienen que la razón principal del rápido empeoramiento actual de las crisis en la salud, la malnutrición, el subdesarrollo, la ecología y el medio ambiente es que hay demasiada gente en el planeta. Una de las teorías más aceptada por los eugenesistas, es la creencia de que la humanidad avanza gracias a una lucha en la que los grupos superiores (razas o clases) triunfan sobre los inferiores. Esta creencia termina de convencer a los gobiernos y/o corporaciones enmascaradas o no para esterilizar y/o eliminar a ciertos individuos considerados portadores de genes indeseables, aunque no hay a este momento medio alguno para determinar qué rasgos serían definitivamente deseables o indeseables.
Paradójicamente, los países del Primer Mundo, como Estados Unidos, consumen cerca de 50 veces más energía y otros recursos que el Tercer Mundo. Y generan 50 veces más basura y desechos tóxicos que una persona pobre del mundo subdesarrollado. De esta forma, la presión producida sobre los recursos mundiales por diez nacimientos en África es menor que la que produce uno en Europa. Por otra parte, no es cierto que falten alimentos. Incluso los antinatalistas World Wildlife Fundation reconocen que se podría alimentar a 10.000 millones de personas. De hecho, como reconoce Edouad Saouma, exdirector de la FAO, la producción mundial de alimentos ha crecido más deprisa que la población desde 1975. Ni hablar si tenemos en cuenta la fortuna que se gasta en armamento militar y en campañas de sida y otras “epidemias”, en lugar de girar directamente ese dinero a nutrir de alimentos a los pueblos carentes.
El problema no es la superpoblación. Ni tampoco lo es el de los recursos planetarios como se pretende que creamos. Estos enfoques en los que se centran muchas ONGs ocultan el problema real, que es la diferencia en la distribución de los ingresos y el reparto desigual de la riqueza. El orden mundial no pretende en modo alguno eliminar la pobreza, que él mismo genera, sino controlar el nacimiento de los pobres, que en ocasiones incomodan y sobran.