La noche tiene la forma de un grito de lobo.
—Alejandra Pizarnik
La noche es réplica de lo sufrido,
es caída honda. Su oscuridad incita
el aullido de la bestia y palpita
en el constante horror de lo vivido.
¿Es la noche un signo hendido o es olvido?
Es la angustia que no cesa y que habita
en la página. Es la sílaba escrita.
Es el estertor del lobo abatido.
La noche no es lo que la noche enlaza.
Es lo que de mí dentro de mí pierdo
y en cicatriz ardiente se transforma.
La noche es lo que la noche rechaza.
Es la mordida o el grito que la forma
en el golpe hondo que enciende el recuerdo.
Aquí
se respira a Kant.
—Eddie Ortiz
La belleza, dice Kant, es retazo. Es llegar al borde, al deseo taimado.
Lo sublime, y llora Kant, ha pasado
del borde. Es el dolor en el fracaso,
de la percepción de lo ilimitado.
Es el estallido más que el balazo.
Es lento ritual de fuego en su abrazo.
Es cataclismo que no ha terminado.
La alerta del fracaso es la belleza.
Lo sublime se libera de la forma.
Solo es lo que se entiende al leer el dolor,
en la imaginación del propio dolor.
Lo sublime, gime Kant, no deforma
la inmensidad. Es ella quien te besa.
* El soneto "Nocturno" es parte del libro inédito Catálogo de inconsistencias.
Lista de imágenes:
1. Daniella Fishburne, "Delusions of Reality".
