(un contrapoema de Por eso escribo de los hombres de Olga Nolla)
Escribir poesía es como excavar
en el cuerpo de la vida.
Buscar en los órganos de los poemas;
en todos ellos, hay una respuesta.
Por eso es bueno escribir sobre los machos.
Y la respuesta en estos versos
es que no todos los hombres somos machos.
Los cimientos que tenemos son simples.
Mucho más sencilla es nuestra manera de pensar.
Y la realidad es que sí sufrimos.
Mucho.
Sufrimos porque somos héroes;
porque somos valientes, supermachos y superjodones;
porque derribamos siempre a quien nos lleva la contraria;
porque tenemos terror a ser machos.
Sufrimos por nuestra coraza;
por nuestros gestos y palabras;
por nuestra capacidad de amar de tal manera
que nos tornamos débiles,
muy débiles.
Sufrimos.
Sufrimos porque la sociedad nos margina
como poca cosa.
Como machistas, y no todos lo somos.
Porque piensan que todos pensamos
que somos superior a la mujer,
y no lo somos.
Reconocemos que somos menos que la mujer,
pero dentro de la inferioridad
hay grandeza.
Nosotros, seres oscuros y misteriosos,
bestias feas y malvadas…
Pero dame una máscara,
y te revelaré mi verdadera cara,
mi verdadero rostro.
Lista de imágenes:
1. José Juan Espinoza, "El Santo", 2012.
2. Ilovedust, "Blue Demon (1922-2000)", 2011.