Instrucciones punquetas para destruir las esencias: o guía turística a un no-lugar encantador (con trompetas, hilaridad y magestades bobónicas)

arte


Benvinguts al desastre.
—Puntí, 2015

On n'habite pas un pays, on habite une langue. Une patrie, c'est cela et rien d'autre.
—Ciorán, 1987, p.21

El Bar Schopenhauer parece ser un sitio extramundano. Esta percepción es falsa: el Bar Schopenhauer es el mundo. Ahora, en ese instante, está la banda en tarima tocando una canción de Leonard Cohen. ¿El nombre de la canción?
—Quiñónes, "Waiting for the Miracle", 2015, p.17



Prólogo: El Congreso In-Session

Cuando desperté, estaba ahí. Atolondrado, tardé más de cinco minutos en saber dónde, en esclarecer si estaba dormido o despierto, vivo o muerto. Fue un despertar brusco, como de una paliza. Me sentía como aquella vez que desperté en una calleja desconocida, rodeado de las miradas expectantes de los coleguis redskins. Definitivamente no, fue como la vez que acabé en el Hospital, regalo de los fachas neonazis del barrio. La misma boca pastosa —¿habría roncado?—, la misma sensación de adormecimiento y apatía, a pesar del desvelarme brutal. No creo que el carajillo ayudara mucho, pero la cadencia previsible, las palabras de hace siglos, los gestos robóticos y bobónicos que pretendían ser magestuosos, me provocaron aquel sueño irreprimible. “Lazos de sangre... Estados Unidos... Esplendor...”, zzzzzzzzzzz, solo me faltaba la alusión al tópico del acento sensual, como si eso fuera una esencia y no algo que conecta con lo exótico, con lo diferente, como, en otros tiempos, un africano en Suecia, un griego en México, yo en todas partes, momentos y lugares. El edificio fue precisamente parte de mi deslocación actual: cuando abrí un ojo, me creía en el aeropuerto, cuando lo cerré y se abrió la ventana del otro, me pensé en el Mall of San Juan, espacios que experimento irreales, como ensoñaciones consumistas, como ahora este Centro de Convenciones ya acostumbrado a ilustres impresentables.

Recuerdo cuando me dijeron hay que preparase porque vienen los Reyes, y me quedé aturdido. Están llegando algo tarde. Habrá que ver qué regalos traen para los niños. Me miraron con cara de huevo frito. Me aclararon el asunto y aún no entendía. A la verdad que tardaron siglos (y eso no es poca cosa para figuras folclóricas y ficticias).

Pon mi mano donde te duele
No tengas miedo, no creas que no se puede.
Yo soy Sutano, no soy ningun santo
Un mono con dos manos, ¿Qué crees?
(Superaquello, 2014)

El Rey, en su infinita sabiduría bobónica, atinó con un punto geográficamente imposible de definir, era la primera vez que la LENGUA se celebraba fuera de hispanoamérica y en territorio "americano". Frente a ello La Experiencia (2001a) me dice Ahora puedo ver (basado en hechos reales).[1]

Ese cuerpo esquizo sujeto al estado de libre asociación es el mismo que produce ese mensaje de insondable profundidad hermética: "... yo lo que quiero hacer hoy es llevar un mensaje ... de que lo que tenemos que comenzar a hacer es llevar el mensaje".[2] La Experiencia (2001b) ya lo dijo: Bienvenidos a la Isla del Dr. Morón. Claro, hay que esconder a los mutantes, los replicantes y los zombis, dejando como presentables a los jíbaros, educaítos, y acicalaos (y para nada bragaos).
 

I. Las putas píiiiitorro/Mundo Pitorro

En el Mundo del jíbaro jaiba, él siempre tan sumiso y servil, las putas no existen, por instrucciones de la autoridad competente. Las tan mentadas y populares meretrices han sido sustituidas por un pitido estridente y desagradable. El Imperio, aquellos que dicen que controlan (y supuestamente garantizan) el agua, la tierra, el aire, las ondas, los mares y las costas, ha desplazado a las putas (el oficio y la palabra) al Mundo Pitorro, a aquello popular pero oficialmente inexistente, lo que se consume sin teóricamente existir, lo no reconocido ni abiertamente mencionado que es parte esencial de la cultura isleña. Frente a ello, el jíbaro aplatanao mira a la idiotósfera y dice Ley Federal (un lenguaje que opera eclipsando lenguajes).      

Andan un par de zombis que dicen "El cuelpo de Clisto" (mientras se muerden lentamente la lengua). Es que todo se invielte señol. Es que la erre es difícil de pronunciar. Claro, dicen que en la Metropolí, las clases medi(í)as tienen una errrre que purrua, que pide un sobaíto y un ay bendito. Dígame señol cuán bien digo (o dijido está) "cabrón", "alcapurria" y "ranqueao" (rrum, rrum, rum-¿no es eso lo que quieres de mi?). Dame un break que ser vago da trabajo en un país con tanto tapón.

Ya la imaginación alemana había sospechado, hace décadas, la imposibilidad geográfica de este lugar, dado que tuvieron que filmar en Tenerife, para así reproducir las vacaciones de una joven alemana (lejos de su verdadero amor) en un país en donde se cantaba La Habanera, había fiebres endémicas, corridas de toros y se vivía bajo la tiranía de un tal Don Pedro:

Der Wind hat mir ein Lied erzählt
von einem Glück, unsagbar schön.
(...)
Komm, komm, Ach.[3]


II. El progreso del jaiba/Tropiezo

El jíbaro progresista aparece, orgulloso, panzicontento, honrado por el reconocimiento del extraño (a)propi(ad)o. El Visitante, no exactamente el parroquiano dominical, habló, como tantos otros, de "lazos de sangre". Uno, existía simplemente gracias a la visita y la mirada del otro. La real visita hablaba de curiosas geografías, insinuaba negocios, sueños imperiales, incluso ya olía dólares. Uno hablaba muy imperfectamente dos lenguas —¿y contradictoriamente se enorgullucía de ello?—, una era un rústico dialecto, de la otra le delataba el vocabulario limitado y el acento marcado. El otro, el del ojo validador, venía con la lengua apropiada, culta y normativa, el difícil era su lengua materna, la lengua franca de su familia.

El jaiba retorna a la caverna, dándole la espalda, porque es un tonto listo, un animal mutante, un ganso que pitchea, lo pitchea todo, incluyendo el sol. Cosa popular el jíbaro progresista, que poco tiene que ver con lo cotidiano o con la mayoría; no hay gente ni pueblo que quepa o sobreviva a una ficción que aspira a ser un esencia sin historia, estado o asociación particular —un no lugar—. Lo popular es el mainstream, irse con la corriente, con lo cultivado por los que regulan lo presentable.

Algunos inclusive dicen que ser popular significa matar en la calle con impunidad y recoger votos (o promesas vacías). El jíbaro progresista hace una trompa (miren qué lindo), y se queja de La Junta de profesionales progresistas que viene a regular la única lengua que circula en su campo. ¿Acaso no nos sentimos nostálgicos, no queremos volver al ombligo infinito de un yo soberano? Retornar a la unidad, a la unicidad, al blanco puro e incestuoso que ha iluminado las pajas de una elite criolla cuyo poder es tan real como la caza y escondite de los huevos de un conejo gigante que pasea, acompañado de pichones coloreados, por el Mall de San Juan.          

¿Y si el imperio se derrumba?
¿Qué me queda?
(Superaquello, 2005b)

La posmodernidad postcolonial boricua es tal que parece necesitar del otro para validarse. Curiosamente (¿o no?), los apelados siempre son los mismos: los imperios actuales o desaparecidos. La publicidad turística llama a la mirada del Imperio, como también lo hacen las absurdas e irrelevantes primarias de los partidos foráneos. El jíbaro jaiba ya está gratificado por el reconocimiento de su magestad, pues sin su presencia y sus palabras la Isla parece no existir. En lo lingüístico, es necesario examinarse reiteradamente frente a la autoridad académica competente, a poder ser de la Madre Patria —absurdo y anacrónico concepto, y más cuando se trata, siempre se ha tratado, de una madrastra fundamentalmente inútil, impotente o con nulo interés por sus hijos— y, si nos valida la calidad, y además nos habla de nuestro estereotípico y gratificante "acento sensual", mucho mejor.

Que la cultura es tortura,
no nos vamos a engañar
(Kortatu, 1985)

La tradición, es una maldición
Las jerarquías, son una porquería
(La Polla Récords, 1985)

Pese a todo se retorna, aunque sea solo para girar como un trompo, como una caja de muertos, como chapita dentro de una lata, como bailarina preñada, como cojo en un patín. Abrazamos ese mareo marítimo, en ocasiones patéticamente nostálgico y en otras profundamente confundido, con pintas de un purismo del cara: no es osea, osea no. Osea, osea, que la cosa corre siempre y cuando se mantenga calientito el sancorcho (pues los viejos chochos necesitan algo para coger fuerzas después de la borrachera). Niños callen porque El Maestro va a hablar (recuerden ahora sí que sí hablemos español de verdad, aunque sea guareto).

Con mi bajito a selva
Que hasta lo muerto desentierra
Y la menore dicen
Juiii..Kejeto?

(Rita Indiana y Los Misterios, 2010a) 


III. El lenguaje de los ángeles/La Experiencia

Nunca fue la nuestra lengua de imposición, sino de encuentro; a nadie se le obligó nunca a hablar en castellano: fueron los pueblos más diversos quienes hicieron suyos por voluntad libérrima, el idioma de Cervantes. 
(Juan Carlos I en Marcos, 2001, parr. III)

Hay, que duda cabe, policías identitarios retrógrados, y los hay más ilustrados y sofisticados; los hay 'duros' y los hay más 'blandos', pero todos son, nevertheless, policías del discurso nacional. 
(Pabón, 2003, p.103)

El País escribe, con gesto celebratorio, que la LENGUA llega lejos, llega leguas, porque efecitivamente ha llegado aquí (ese viejo cliché, ese shining star más lejos que Macondo) (Cruz, 2016):

Exodo 
Voy pa Puelto Rico 
Exodo 
Má lejo que Egipto[4]
(Rita Indiana y Los Misterios, 2010a)

La lengua de verdad, la lengua de gala, es la lengua de los ángeles, la lengua universal. Las lenguas pequeñas, los dialectos y las jergas son rémoras, particularismos, resabios de un pasado y de una marginalidad a superar, cuando no peligrosas argumentaciones fantasiosas para divisores e imprevisibles apocalípticos futuros —del tipo "pobres, ¿qué harían sin nosotros?"—. Paradójicamente, sin embargo, la lengua de los negros, los delincuentes y los recalcitrantes es la de la emotividad, el hogar y la fiesta; la que da la palabra a la música, la rebelión y la joda. Es aquello a reprimir si se sale del folklorismo y el chiste fácil, pero esas formas inferiores del lenguaje acaban siendo fagocitadas por LA LENGUA. Sin las lengüitas diversas no existirían papas ni patatas, ni hamacas chungas, ni sabríamos de pelucos chulos, fallas y mascletás.

Habitamos un lenguaje preñado  de mitos, monstruos, prodigios y artificios. No se habita/vive en un país, se habita/vive un lenguaje. El fascismo linguístico que aclama idioma defectuoso, pensamiento defectuoso es eugenésico e impreciso. Ya se ha dicho que nadie posee la lengua que habla. Si en realidad asumiéramos que la lengua se hereda, ¿es acaso factible decir que contraigo sus deudas? ¿Acaso heredo también todos sus fantasmas e imaginarios? Es incontable. Lo más que puedo hacer es contar sus diversas prácticas.

Tras décadas de ideas, conceptos y poses pos (posmodernidad, poscolonial, posracial, posnacional), de posts que tienen su origen en el siglo pasado, a la menor provocación se recurre a los modelos decimonónicos. Así, todavía se enseña a los niños acerca de las tres razas, los "lazos de sangre" explican quienes somos, la Historia es el determinante, cuando no una maldición o lo que se repite incesantemente, la nación es la lengua, como si no pudiera ser un patrimonio compartido, transnacional y diverso. Políticos, intelectuales y lingüístas siguen confundiendo causas y orígenes (nunca leyeron a Marc Bloch o Walter Benjamin, parece), biología (¿la genealogía como causa?), pseudobiología (lo racial, ese pseudoconcepto que solo inspiró las utopías eugenésicas), lengua y cultura. Y eso sin entrar en la superación temporal o conceptual que implica lo post, cuando habría que preguntarse si eso es completamente lícito cuando todavía no se ha alcanzado o cuestionado completamente lo que se pretende superar (no se confundan, soy fan de la simultaneidad y el anacronismo, pero es preciso reconocerlo y plantear sus implicaciones).

Si mamá y papá se mueren
¿quién se queda con el nene?
(Superaquello, 2005a)


IV. Cultivos/Lo-podrido

La realidad tiende a superar la ficción: aquel joven problemático, punqueto, que subió al escenario durante la Fiesta Patronal y cantó era un hombre y ahora es poli, acabó de policía municipal. Eso sí, tuvo el detalle —o la (in)decencia— de trabajar en el pueblo de al lado.

Un amigo feisbuquero y de algún café venía a decir que Puerto Rico necesita un Estado, la independencia. En principio, estoy por la soberanía de quien la quiera, excepto por ahora la de mi hija y mis perros, que acabarían muy mal. Se puede ser poscolonial, posnacional y poscosmopolita cuando se tiene de qué renegar, cuando ya se ha superado la nación y el nacionalismo porque ya existe una estructura estatal propia —seamos implacables contra nosotros mismos cuando seamos poderosos, venía a decir "el loco" Xirinacs y, en cualquier caso, nada peor que ser nacionalista con un Estado y un ejército disponibles—. Antes de disponer de eso, estamos hablando de pensamiento sin acción, de argumentos para la inacción y la paja mental consolatoria. Sin embargo, el poder —que no es solo "político" sino también dinero, o "económico" porque es político— existe porque le dejamos, no lo tenemos porque renunciamos a él, por miedo, comodidad o más o menos querida ignorancia. El reino del jíbaro jaiba podría hacer algo, no refugiarse en la incompetente impotencia y el pedigüeñismo colonial, pero no va a querer, está en contra de su propia naturaleza cómoda y victimista. Paralelamente, si se asumen las estructuras y los poderes de "un país normal", sería una pena renunciar a pensarlo y, sobre todo, hacerlo diferente. ¿Por què no crear un país anormal? Si pensamos en qué es y cómo ha funcionado hasta ahora la normalidad, sin olvidar el futuro que nos espera en ella —con default o sin, con juntas o sin juntas,...— casi seguro que la anormalidad difícilmente puede ser peor.

Bien pensado la soberanía es un chiste de mal gusto y cada vez que menciono la palabra me da reflujo y vértigo. ¿En realidad es necesario persistir en un concepto tan nefasto, que siempre se pronuncia desde la voz del amo, del hacendado, del monarca, del pater? ¿Acaso no hemos aprendido que el padre no sólo está ausente o ha sido negligente, sino que su única aportación es una nada en potencia, una semilla inmaterial? Se trata de un compuesto de agua, aire caliente y aliento vital (pneuma), que es impalpable y etéreo, y por donde pasa eso que llamamos el alma o la "identidad" paternal (Sissa, 1989). En otras palabras, el semen es el candidato perfecto para ser el vehículo del alma, o inclusive de la Nación, la Cultura y todo lo que valoramos como legado, en gran parte porque no contribuye, materialmente, nada.

Paradójicamente, los políticos actuales tienden a renunciar a su razón de ser, al poder. Lo delegan o, simplemente, lo entregan gustosamente a otros, no electos, pero que, evidentemente, consideran preparados (tecnocracia) y "de los nuestros", no como "el pueblo", en nombre del cual se habla pero al que no se le cede nada y del que se desconfía. Juntas inelectas de toda índole son, o están a punto de ser, las que toman realmente las decisiones, o las que supervisan el presupuesto, que es, en última instancia, el que permite hacer o no hacer y, por tanto, donde reside el verdadero poder. Olviden aquello de "ningún impuesto sin representación", ya está obsoleto.

Lo que se avecina puede ser terrible, y no me emociona para nada que se acumulen más estrellas muertas y más cadáveres sin-nombre en nombre de causas fantasmagóricas que solo han servido para alimentar lo que tenemos presente.
 

V. Lo que pervive/after-images

Como sombras, voces en mi mente ...
La gente es gente aunque esté muerta o esté viva
(Mima, 2011)

Estuve varios días sin poder pegar ojo tras aquella visión, francamente desagradable. El gran banquero, con el traje de rigor, caminaba por las callejas de Río Piedras. Con porte entre turista y explorador, miraba al resto de transeúntes como si estuviera en un zoológico, aunque a algunos ni siquiera les dedicó esa atención. A su alrededor, revoloteando, otros cuervos trajeados como él, que bien podrían ser acompañantes lameojos o guardaespaldas. Al buen hombre, de buen seguro, le espera algún cargo en alguna junta, siempre en beneficio del pueblo que conoce tan bien, aquel que le aplaude las campañas navideñas.

Pots donar-li el tomb al desastre.
(Puntí, 2015)

Perquè hi haurà un dia
que no podrem més
i llavors ho podrem tot
(Estellés, 1983)


VI. Epílogo/Un Final Fatal

Muy acertado.
Treinta disparos.
Doscientos cincuentiséis
Graban mi vida[5]
(La Experiencia de Toñito Cabanilla$$$, 2014)

Aún recuerdo las historietas, mías, tuyas y de otros: Viejos borrachines jugando a carrusel, con sombrillas en mano bajo la lluvia, en el barandal de una barra; una pelea en cámara lenta durante un cover Love will tear us apart (seguida por un darse la mano); salir de una barra en las horas indecibles e infumables de la mañana, como vampiros torpes, arrastrando la lengua, buscando un cochifrito para comernos un relleno de papa y resucitar con un café; jugar maquinitas con maricones divinos, que lo eran por hablar spanglish y ser raritos; cantar en una barra llena de conductores de la AMA, por inésima vez, A mi manera (la canción favorita de ese borrachín, que mantenía su bebida con el balance de un trapezista); una noche oscura, sin gasolina y pillaos en medio de la nada en Combate, esperando si por casualidad nos recogía un ovni; una llamada de ultratumba mientras tomabamos café en una tarde inmóvil, con calor y premonición de malas noticias: Se murió/lo mataron...

No hay en este Congreso algo que me haga fo ni fa, que me cale un recuerdo, y todo esto, esta diatriba, la olvidaré (tal vez) una vez retorne a algunos de los viejos antros de perdición. Me repitocomo dice Macabeo (2013).[6] Y, pues, ¿acaso está tan malo que me guste? Son tiempos interesantes. Nos veremos en Capestrano. 

 


Notas:

[1] Ver https://www.youtube.com/watch?v=jWXzgIDE-V8.

[2] Ver https://www.youtube.com/watch?v=x9FmlGd_Xt8.

[3] Ver https://www.youtube.com/watch?v=a3Cv0sV3Gms

[4] Ver https://www.youtube.com/watch?v=LBVLvIjBFko&ebc=ANyPxKrD6-z6rDynqpu4gruwNX0au4JN7CEb4jG9umSiAeOLZgidXeNRwmzUuw_iachh57Bq2hjm6-o5abv0XDYQXfX_1oEtGA.

[5] Ver http://puertoricoindie.com/2014/08/19/la-experiencia-video-graban-mi-vida-guillermo-gomez/

[6] Ver https://www.youtube.com/watch?v=3nSKbn3F0mY.


Lista de referencias:

 

Bibliografía:

Cioran, E.M. (1987). Aveux et anathémes. Arcades Gallimard: Paris.

Cruz, J. (17 de marzo de 2016). "Gabo y las putitas tristes". Recuperado en http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/17/actualidad/1458216681_342802.html.

Estellés, V. A. (1983). "Ves-te’n a casa". En sonets a jackeley. Recuperado en http://magpoesia.mallorcaweb.com/estelles-nins/.

Marcos, P. (25 de abril de 2001). "La afirmación del Rey de que 'nunca se obligó a hablar en castellano' provoca una tormenta política". Recuperado en http://elpais.com/diario/2001 /04/25/cultura/988149601_850215.html.

Pabón, C. (2003). "La imposible lengua apropiada". En Carlos Pabón, Nación postmortem: ensayos sobre los tiempos de insoportable ambigüedad (pp.89-103). San Juan: Ediciones Callejón.

Quiñonez, J.C. (2015). bar schopenhauer. UNE: Carolina.

Sissa, G. (1989). "Subtle Bodies". En Michel Feher, Ramona Naddaff & Nadia Tazi (Eds). Fragments for a History of the Human Body (p.132-156). Zone: New York.

 

Discografía:

Kortatu (1985). La Cultura. En Kortatu. Donostia: Oihuka.

Puntí, A. (2015). Prohibit. En La clau de girar el taller. Barcelona: Satélite K.

Súperaquello (2004). Tres Reyes. En Mu Psiqui Ta. Chicago: Brillante Records.

Súperaquello (2005a). Amigos de Lejos. En La Emergencia. Puerto Rico: Tereque Tech.

Súperaquello (2005b). La emergencia. En La Emergencia. Puerto Rico: Tereque Tech.

Mima (2011). Oigo Voces. En El Pozo. Puerto Rico: Spik Records.

La Polla Records (1985). Cara al culo. En La Revolución. Donostia: Oihuka.

La Experiencia De Toñito Cabanilla$$$ (1994). Odio es lo que siento cuando amo. En Generación ABCDE... 1+1=3. []:Puerto Rico.

La Experiencia De Toñito Cabanilla$$$ (2001a).Ahora puedo ver. En Idiotósfera. Puerto Rico: Tenet Records.

La Experiencia De Toñito Cabanilla$$$ (2001b).Bienvenidos a la Isla del Dr. Morón. En Idiotósfera. Puerto Rico: Tenet Records.

La Experiencia De Toñito Cabanilla$$$ (2014). Graban mi vida [single].

Orquesta el Macabeo (2013). Me repito. En Lluvia Con Sol. CD Baby/Discos de Hoy: Puerto Rico.

Rita Indiana y Los Misterios (2010a). El Juidero. En El Juidero. USA: Premium Latin Music.

Rita Indiana y Los Misterios (2010b). Bajito a selva. En El Juidero. USA: Premium Latin Music.

 

Videografía:

Orquesta el Macabeo. [Canal de orquestaelmacabeo]. (30 septiembre de 2013). Me repito. Recuperado en https://www.youtube.com/watch?v=3nSKbn3F0mY.

Redod. (19 de agosto de 2014). Video: "Graban Mi Vida"  de la Experienciade Toñito Cabanilla$$$ [grabado por Monopolio records, con José Ibañez y la participación de Sergio Rotman, Johnny Bwoy, Gabriel Beauchamp y Guillermo "Memo" Gómez Álvarez]. Recuperado en http://puertoricoindie.com/2014/08/19/la-experiencia-video-graban-mi-vida-guillermo-gomez/.

Rita Indiana y Los Misterios. [PremiumLatinUsa] (2010, 15 de octubre). El Juidero (video). Recuperado en https://www.youtube.com /watch?v=LBVLvIjBFko&ebc=ANyPxKrD6z6rDynqpu4gruwNX0au4JN7CEb4jG9umSiAeOLZgidXeNRwmzUuw_iachh57Bq2hjm6-o5abv0XDYQXfX_1oEtGA.

Sierck, D. (Dir.) [fritz51260]. (2013, 7 de junio). Zarah Leander-Der Wind hat mir ein Liederzahlt (La Habanera) 1937 [Archivo de vídeo]. Recuperado en https://www.youtube.com /watch?v=a3Cv0sV3Gms.

Superaquello. [pablojavier]. (2006, 3 de abril). Superaquello-La Emergencia [Archivo de video]. Recuperado en https://www.youtube.com/watch?v=U98J8H80xwA.

____[Curiosidades, Datos y muchos más] (2016, 29 de marzo). El mensaje de Ricky Rosello [Archivo de video]. Recuperado en https://www.youtube.com/watch?v=x9FmlGd_Xt8.


Lista de imágenes:

1. Carátula del disco navideño de Tavín Pumarejo, Tavín Pumarejo con su Tuna ... Fish: Trullando en la Navidad.