Antes de que sus posibilidades artísticas fueran exploradas, la práctica de la fotografía estuvo estrecha y principalmente asociada a diversos campos de la ciencia. Desde los distintos ensayos que gestaron su nacimiento y a partir de su presentación en público, en los años treinta del pasado siglo XIX, este medio visual se pensaba como un instrumento idóneo para disciplinas tales como la medicina, la biología, la astronomía o la geografía, entre muchas otras. Impulsado en el marco del pensamiento positivista, el desarrollo de este dispositivo crecería alentado, además, por su vinculación con la verdad y con la naturaleza, y su presencia era ineludible como método de certificación en investigaciones de carácter científico.
La serie Collecting Feathers de Thomas Brennan efectúa un rescate artístico de la relación entre aquellos valores y prácticas tan presentes en el pensamiento decimonónico. Lo lleva a cabo, sin embargo, introduciendo en el juego otros incómodos componentes, los cuales logran revelar algunas paradojas latentes en aquella asociación entre fotografía y ciencia, tan aparentemente virtuosa. Así, a la naturaleza se le contrapone el artificio, a la ciencia la ficción, y la luz que tradicionalmente genera la imagen fotográfica obtiene como resultado un cúmulo de sombras sobre los papeles que actúan como soporte.
Collecting Feathers es una serie de trabajos fotográficos que retoma un procedimiento propio también de aquella década en la que nace, oficialmente, este medio de representación visual: los dibujos fotogénicos del investigador británico William Henry Fox Talbot. Considerados una de las primeras prácticas en la historia de la fotografía, estos conseguían fijar, a modo de negativo, las sombras proyectadas por diferentes objetos sobre un papel fotosensibilizado con sales de plata. Las hojas, las flores o los fragmentos de encaje que Talbot colocaba en contacto directo sobre los papeles empleados para sus dibujos fotogénicos hacia 1835 son sustituidos por Brennan, dieciocho décadas después, por aves disecadas de la colección de distintos museos estadounidenses de ciencias naturales, tales como flamencos, gansos, periquitos, garzas y cacatúas.
En la oscuridad de la sala donde trabaja, Brennan hace acopio de los diversos soportes de papel que son necesarios para grabar la silueta de especímenes de un tamaño considerable, de tal suerte que, debido a la falta de luz, en ocasiones estos no llegan a encajar, provocando un efecto de fractura en la figura. Así sucede en Wilson's Flamingo, la pieza con la protagonista aviaria más antigua de aquellas con las que ha trabajado, un flamenco del siglo XVIII, y que aparece en su formato en negativo, tal y como todas las piezas de esta serie son en un estadio previo del proceso, antes de que el artista decide positivarlas.
El empleo de pájaros disecados como sujetos de las fotografías de Brennan, profesor de artes plásticas en la Universidad de Vermont, no es inocente ni arbitrario. En su propósito por revelar las paradojas antes mencionadas –naturaleza y artificio, ciencia y ficción- este creador fija su mirada en las prácticas de representación de la vida natural desarrolladas en el ámbito del museo decimonónico. La coincidencia de fechas tampoco es casual puesto que, según el mismo Brennan señala, coetáneos a los experimentos de Talbot, otros creadores llevaban a cabo métodos paralelos de lo que pretendían ser representaciones fieles de la realidad natural como John James Aubudon o Alexander Wilson con la ilustración de pájaros y Green Smith con la práctica de la taxidermia para la exhibición de estas especies en museos.
Cada uno en su particular estilo, estos ejercicios respondían a las expectativas de alcanzar sistemas fijos e incuestionables de representación acordes con los criterios científicos de la época, como en las mismas obras del artista estadounidense se aprecia a través de las poses, los pedestales y las etiquetas que identifican a cada ejemplar ornitológico, pero que al fin y al cabo eran tan artificiales como los resultados que alcanzaban.
Sería la fotografía, precisamente, el medio que acabaría ganando la batalla a la interpretación que los maestros de la disección efectuaban de las posturas de las especies de aves, ya que ésta implicaba inmediatez en la toma de las imágenes y una (supuesta) mayor carga de realidad al realizarse a través de un aparato tecnológico, y no con la puesta en escena del espectáculo de la naturaleza que se exhibía en el espacio, ya de por sí artificioso, del museo de ciencias.
Finalmente, las implicaciones visuales de Collecting Feathers de Thomas Brennan van más allá de la revisión de planteamientos científicos. Como el mismo artista comenta, otra de las preocupaciones cardinales de este proyecto es pictórica y genera unas complicidades estéticas sumamente sugerentes. Así, el procedimiento fotográfico que Brennan lleva a cabo en esta serie suele presentar como resultado final la impresión en positivo de los retratos de las diferentes especies de aves. Sobre el fondo claro, las sombras generadas por las aves protagonistas en cada imagen fotográfica remiten a prácticas pictóricas, como son los amplios brochazos negros de las pinturas de Franz Kline y de Robert Motherwell, dos reconocidos maestros del Expresionismo abstracto en Estados Unidos.
Los gestos marcados quedaban plasmados en los gruesos trazos negros sobre el lienzo blanco, generando unas representaciones de un acentuado misterio iconográfico y que plantean un peculiar paralelismo visual con los dibujos fotogénicos de Brennan. El símil, además, avanza un paso más allá en el caso de las pinturas de Motherwell, puesto que las decenas de versiones que éste hiciera de Elegy to the Spanish Republic se convierten en metáfora, según el mismo artista comentó, del cuerpo de otro animal reducido a amargo cadáver, en este caso de los testículos del toro al ser exhibidos sobre el ruedo después de ser cruelmente sacrificados.
Como si de la tela de un teatro de sombras se tratara, las piezas de Collecting Feathers juegan también a revelar otra atractiva dicotomía, la que conjuga la luz con la sombra. Son estas últimas las que sostienen la carga narrativa de la imagen y las que, paradójicamente, encierran la incógnita del significado de cada silueta, abriéndola a su vez a múltiples interpretaciones posibles. Las sugerentes huellas que protagonizan estas fotografías plantean una vez más, y con maestría, que naturaleza y artificio, y que realidad y ficción, no son conceptos tan antagónicos ni tan distantes, sino que están emparejados, especialmente en la representación artística, más frecuentemente de lo que parece.
* La exhibición Collecting Feathers, de Thomas Brennan, se inaugura en la Galería Francisco Oller de la Universidad de Puerto Rico – Recinto de Río Piedras el 8 de marzo de 2012.
Lista de imágenes:
1. Thomas Brennan, "Hummingbird Tree", 2010. © American Museum of Natural History.
2. William Henry Fox Talbot, "Veronica in Bloom", 1840. Dibujo fotogénico.
3. Thomas Brennan, "Phoenicopterus ruber", 2010. ©Harvard Museum of Comparative Zoology.
4. Thomas Brennan, "Paradisaea apoda (male and female pair)", 2010. © American Museum of Natural History.
5. Franz Kline, "Chief", 1950. Óleo sobre lienzo. © The Franz Kline Estate.
6. Thomas Brennan, "Phoenicopterus ruber.Phoenicopterus-chilensis", 2010. © Cornell University Museum of Vertebrates.
7. Robert Motherwell, "Elegy to the Spanish Republic No. 110, Easter Day", 1971. Acrílico y grafito de carbón sobre lienzo. © Dedalus Foundation, New York.
8. Thomas Brennan, "Carduelis pinus", 2010. © Redpath Museum, McGill University.