"El principal patrimonio de la humanidad son sus culturas".
Las culturas tienen la infinita capacidad de tender puentes, integrar memorias, crear identidades compartidas, inventar espacios de expresión y convivencia, generar progreso, humanizar pueblos, arraigar sentimientos de pertenencia y acordar valores comunes. Estos son poderosos y eficaces factores con que contamos hoy, hacia el buen gobierno de nuestros pueblos para que puedan dar respuesta a los retos que nos apremian.
Es importante que nuestros gobiernos hagan explícitas sus políticas culturales y sostengan unos sistemas de información que permitan conocer el uso que los ciudadanos hacen de la oferta cultural promovida por sus diversas agencias. En el conocimiento de las necesidades y las dinámicas de las políticas culturales es que podemos discernir cuándo, cómo y con qué fin se conciertan las actividades culturales en el país.
La cultura juega un papel central, cada vez más consolidado, en los procesos de desarrollo que tienden a cruzar sesgadamente el conjunto de las políticas sociales y económicas en el mundo. Esta se ha convertido cada vez más, en el centro de las políticas locales, ganando en peso relativo y visibilidad, gracias a factores de índole económicas, sociales, urbanas e intrínsecamente cultural (identidad, memorias, creatividad, conocimiento, espiritualidad, diversidad, inclusividad, etc.) ligados todos ellos, al concepto de desarrollo económico.
Otros factores fundamentales que promueven las culturas son la innovación en la construcción de la identidades locales-comunitarias, el ejercicio de la selección y acción de los deseos de los individuos y/o colectivo a expresarse a través de las artes.Y en el querer ser y hacer las acciones se convierten en los hilos que hilvanan los planes estratégicos de un país, tomando en cuenta la voluntad de su gente, sus tradiciones, sus memorias y sus diversidades.
Las políticas públicas de desarrollo suelen basarse en el triángulo del desarrollo sostenible: crecimiento económico, inclusión social y equilibrio medioambiental. Este triángulo es insuficiente y requiere que se inserte el trabajo cultural como el cuarto pilar, creando un cuadrado en que se basa el desarrollo sostenible. Es que para lograr los tres elementos anteriores se debe enmarcar en un espacio claramente cultural, es decir, no se explican en un vacio, o en un papel en blanco.
La memoria colectiva y las identidades de los y las puertorriqueñas, es factor que permite el fluir para ese objetivo. Considero importante, la aplicación de la transversalidad de la cultura en nuestros hechos, trabajos, deberes, acciones como ciudadanos. La cultura es un acto de ciudadanía. Es en ella donde se producen bienes tangibles e intangibles necesarios para entendernos e imaginarnos.
Nuestras culturas nacionales no se han extinguido, aunque expresan hoy, severas modificaciones. Se habilitan en una memoria histórica bastante inestable que se construye en interacción con la globalización. Coexisten complejos y contradictorios procesos de declinación de lo nacional con dinámicas expansivas de los mercados culturales globalizados. Hoy necesitamos hablar de una ciudadanía-mundo que posibilite articular selectivamente lo cultural desde lo local, lo nacional y lo internacional. Se trata de un actuar profundamente nacional y que pueda pensarse globalmente.
Su ámbito adolece de problemas derivados de una falta de información homogénea y comparable, que permita la consolidación de un cuerpo teórico basado en la investigación y el análisis de la experiencia cultural en el país. Este cuerpo teórico ayudaría a explicar el papel de las culturas como motor de progreso y cambio social a nivel nacional.
Tenemos los componentes humanos para lograr acciones que propicien el acomodo razonable de la cultura como fuerza del desarrollo económico sostenible del país. Esta ha sido aportadora incondicional, y no se le ha dado el lugar necesario, no solo por su valor simbólico, sino por su valor económico.
Son estos símbolos o puentes invisibles que nos afincan, nos dan sentido de pertenencia y nos sostienen económicamente. Es hora de ver las actividades culturales como fuentes de empleo, de aportación económica y de afirmación nacional.
* Arte del Colectivo Camiseta, El CoCa. De las páginas de eltaller.de y El CoCa. La iniciciativa eltaller.de es un proyecto sin fines de lucro cuyo fin es promover alternativas de desarrollo cultural contemporáneo. El CoCa se describe como un grupo de jóvenes que les gusta dibujar y hacer camisas. El graffiti que ilustra este artículo se encuentra en Santurce, Puerto Rico.