El discurso cervantino sobre las armas y las letras queda plasmado para buen recuerdo en el Quijote. Por su parte, el delicado balance entre palabras y acción queda personificado en la figura de José Martí, tanto el hombre de letras como el ícono de liberación nuestramericana. En la novela King of Cuba, publicada en 2013 (Scribner) por Cristina García, el tema no solamente emerge sino que comprueba su persistencia a través del tiempo. La palabra y la acción se conjugan en esta narrativa liderada por dos figuras extremas: El Comandante y el exiliado llamado Goyo Herrera. Es, pues, en los fragmentos, en las voces blogueras y al pie de la página que la obra de García se arma de la expresión de los otros —de los cubanos que no son ni jefes de estado ni el estereotipo del exiliado— proponiendo así una Cuba no exactamente histórica sino más bien vivida y, sobre todo, imaginada.
García se vale de la exageración y del uso del humor para ilustrar dos posturas tajantes en cuanto a Cuba: la del líder, que resulta en un calco a base de Fidel Castro y, como contrapartida, la de Goyo Herrera, que se vuelve la individualización del estereotipo común del cubano exiliado en los Estados Unidos.
La trama que se traza entre estos dos protagonistas se puede resumir en términos de lo que la vejez, la terquedad y los deseos de poder y/o venganza representan. Por un lado, El Comandante se enfrenta a su cumpleaños como octogenario, teniendo que aceptar que si bien mantiene cierto control político, su cuerpo va perdiendo otro tipo de control más básico. Por el otro, Goyo Herrera quiere convertirse en el nuevo liberador de Cuba, enfocado en su plan para asesinar al líder cuando éste se dé cita en Nueva York. Ambos viven dentro de las circunstancias del extremo que encarnan. A todo esto, como expresan las otras voces en la novela, la gente cubana continúa su día a día con diferentes sueños y preocupaciones más allá de los líderes y los Goyos.
En la caracterización de estos protagonistas cuya reputación los rebasa, la voz narrativa apunta hacia la complicidad maternal con respecto al culto al machismo falogocentrista que se inculca desde la crianza en quien será un futuro jefe de estado afincado dentro de su hombría. A su vez, apunta hacia a los excesos que la permisividad consumista-capitalista en el caso del hijo de Goyo, quien permanece en una adolescencia prolongada pese a sus seis décadas de vida. Capítulo a capítulo, la narrativa pasa de la caricaturización que estos extremos fomentan a la humanización de sendas figuras que son, a fin de cuentas, dos hombres profundamente preocupados (y obsesionados) con Cuba y su devenir histórico. En este sentido, más allá de las figuras histórico-culturales en que se inspiran los prominentes personajes de cabecera, King of Cuba es básicamente la historia de dos ancianos tercos. Son dos caribeños tercos en circunstancias míticas.
El que la trama “principal” se vea punzada por la heteroglosia de las voces al margen textual, acentúa la mitificación que se ha hecho popular y discursivamente del “déspota” y del “exiliado”. Se resalta así la manera en que estas dos visiones sobre Cuba son solamente eso: dos ficciones por más que se hayan asentado como “oficiales” o “únicas”. Como confirmara la propia Cristina García mediante entrevista vía Skype el 7 de diciembre de 2015 con mi grupo de la clase de Latina Writers, cada uno de los dos —El Comandante y Goyo— son una cara de la misma moneda. Es decir —y valga la ironía—, que se implican mutuamente. Mientras, son quienes viven y trabajan en Cuba, junto con los exiliados cuyas familias se encuentran separadas, los que no necesariamente se ofuscan en ser “reyes” de su tierra, sino que desean contar sobre, en o para su país. Como destaca Andrew Sean Greer:
in ‘King of Cuba’ these small cries give ordinary people a voice, expressing their suffering, their perserverance, and, above all, their humor.
Imaginemos. ¿Quién podría ser el rey de Cuba: El Comandante o Goyo con sus deseos de convertirse en héroe? ¿O será José Martí tras su legado también ya mitificado?
Revisemos la pregunta. ¿Quiénes reinan en la novela? ¿Será un colectivo de voces en algún lugar del Caribe de cuyas verdades no podemos olvidarnos?
Notas:
[1] García, Cristina. Entrevista. Skype. 7 de diciembre de 2015.
[2] http://www.nytimes.com/2013/06/30/books/review/king-of-cuba-by-cristina-garcia.html.
Lista de imágenes:
1. Pedro Abascal, #12, de la serie Dossier Habana, 1992.
2. Portada de King of Cuba (Scribner), de Cristina García, 2013.
3. Cristina García, la autora de King of Cuba.
4. Pedro Abascal, #4, de la serie Dossier Habana, 1992.