1.
Cantidad de muertes indignas para morir
Morir degollada por tu amante favorito,
ó atropellada por tu amo,
cual perrita sorda, ciega y anciana
debajo de la llanta de tu tío.
Morir y que nadie te encuentre
por muchos días mientras
tu cuerpo se descompone
en tu casa sola, así como vivías.
O morir asfixiada en un carro,
todo cerrado a propósito,
ó sin querer, dormirse con gas poco a poco
en el garaje de un motel de pueblo.
2.
Fin.
No hay más que decir.
Hasta aquí llegamos,
esta cuesta no se puede
subir en este coche
no llega
no da
se acaba
tiramos la toalla
se acabó lo que se daba
no pare más
no por mucho madrugar
amanece más temprano.
Lista de imágenes:
1) Jan von Holleben, Sin título, 2012.
2) Sofía López Mañán, Sin título, 2011.
3) Roger Ballen, Mimicry, 2005.