Cuando hablamos de estrategias utilizadas en una campaña política nos referimos a las técnicas y conjunto de actividades dirigidas a la consecución de un objetivo. A través de la estrategia se establece un plan de acción dirigido al logro del objetivo. A través de movimientos o acciones tácticas se ejecuta el plan.
Aplicar estos conceptos a la presente campaña electoral de Puerto Rico resulta ser un ejercicio interesante. Dos cuestiones fundamentales se presentan a los electores; la elección de nuestros gobernantes para el próximo cuatrienio y un voto por la preferencia de estatus.
Resulta forzoso analizar tanto la retórica como las estrategias utilizadas tomando en cuenta la realidad antes mencionada de que la primera se ubica dentro de la segunda. El discurso que utilizan los distintos candidatos y representantes de partidos o grupos debe enmarcarse dentro de la estrategia de éstos dirigida al logro de sus objetivos.
El principal objetivo de cualquier partido político es alcanzar el poder. Esto es así aún en los casos de partidos que no participan de los procesos democráticos liberales. De modo que también es forzoso estipular que los partidos políticos puertorriqueños tienen como aspiración fundamental llegar al poder.
Para qué se aspira al poder se justifica de diferente manera. Las razones pueden variar desde aspiraciones relacionadas con fines patrióticos como la reivindicación de la soberanía, con fines de reivindicación social como lo sería favorecer una más justa distribución de la riqueza o con el fin de remover a un tirano o a un gobierno corrupto o ineficiente.
En Puerto Rico los partidos políticos históricamente se han organizado como norma general en torno al estatus. Hemos tenido partidos anexionistas, autonomistas e independentistas. Aún partidos organizados en su origen con el propósito de lograr conquistas para ciertos sectores sociales han sucumbido a la tentación de adoptar una posición frente al estatus. Ejemplo de esto lo fue el Partido Socialista de Santiago Iglesias Pantin que en su origen fue un partido en favor de las luchas sindicales y terminó convirtiéndose en un partido anexionista.
Veamos algunos aspectos de la presente campaña electoral. Seis (6) partidos concurren a estas elecciones. Dos (2) de ellos el Movimiento Unión Soberanista (MUS) y el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) son partidos de nueva creación; el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR) se presenta por segunda ocasión, luego de reinscribirse al fracasar en este objetivo en las pasadas elecciones (2008). Los otros tres son los llamados partidos tradicionales, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD).
Dos de los partidos que concurren a estas elecciones el PPT y el PPR, no adoptan una posición en torno al estatus, los cuatro restantes sí. El PNP favorece la anexión, el PPD la autonomía, el PIP la independencia y el MUS alguna forma de soberanía.
En cuanto a la consulta plebiscitaria el PNP y el PIP parecen ser los más complacidos con ésta. Ambos favorecen el No en la primera pregunta y en la segunda el PNP favorece la estadidad y el PIP la independencia. Los cuatro partidos restantes parecen no considerar seriamente esta consulta. El PPD le ha recomendado a sus seguidores que voten a favor del Sí en la primera pregunta y que dejen sin contestar la segunda, como una protesta ante la exclusión de su fórmula.
En cuanto a las elecciones podemos observar lo siguiente. No son pocos los observadores que coinciden en que parece haber dos competencias, una entre los dos partidos que se han turnado en el poder durante los últimos cuarenta y cuatro (44) años (PPD y PNP) y otra entre los restantes cuatro (4) por el tercer lugar. Estos últimos cuatro parecen competir por quedar inscritos y en el mejor de los casos por obtener algún escaño en la Asamblea Legislativa del país. Los partidos principales luchan, con opciones reales, por la gobernación, el control de la Asamblea Legislativa y de la mayor cantidad de las alcaldías.
¿Qué ha caracterizado esta campaña electoral? Por un lado observamos la campaña de los cuatro pequeños contra los dos grandes y de estos, uno contra el otro. Por otro lado hemos visto como a veces se incluye al PIP como uno de los tres partidos tradicionales junto al PPD y al PNP. Vemos también como alguno de los partidos de menos peso electoral se torna más agresivo contra uno de los grandes (PIP vs PPD) o más amistoso, PIP con el PNP y MUS con candidatos del PPD.
La contienda principal y la campaña giran en torno a los candidatos a la gobernación: el Lcdo. Luis Fortuño por el PNP y su el retador Lcdo. Alejandro García Padilla por el PPD, el primero gobernador, el segundo senador de minoría. La campaña del gobernador se ha fundamentado en destacar algunos aspectos que sus estrategas consideran positivos en su gestión tales como; el manejo del déficit presupuestario del gobierno, el enfrentamiento del problema del crimen destacando la colaboración de las autoridades federales, la construcción de alguna obra pública y las llamadas escuelas del Siglo XXI entre otras cosas.
Como aspectos positivos de su personalidad se ha tratado de proyectar que tiene la experiencia necesaria para dirigir el país y el temple para tomar decisiones difíciles aunque le cuesten votos. Sus estrategas han tratado de reducir en lo posible aquellos aspectos que lo podrían proyectar negativamente y que se relacionan con su credibilidad y con su carácter.
El discurso que dice “sigamos avanzando, sigamos con Fortuño” pretende proyectar que el país está progresando y que esto se debe al gobernador. Por otro lado cuando la propaganda del PNP ataca al senador García Padilla como que es “demasiado riesgo para Puerto Rico” trata de proyectar que éste no está preparado para asumir la responsabilidad y que un mandato en esa dirección está lleno de incertidumbre.
En cuanto a la campaña del senador García Padilla, por el lado positivo trata de destacar su carácter como hombre de bien, su origen de pueblo pequeño, su apego al campo y a los valores familiares tradicionales, su honestidad y que tiene un plan para atender los problemas más urgentes que enfrenta la sociedad puertorriqueña en el presente. Ciertamente no percibo un estribillo de campaña efectivo y pegajoso que destaque sus aspectos positivos. Por el contrario si me parece que sus estrategas han sido muy efectivos en destacar los aspectos negativos del gobernador Fortuño.
La pregunta “¿Porqué no te cumplió?” refiriéndose a promesas hechas por el gobernador durante la pasada campaña (2008) como las de reducir el costo de los servicios de agua y energía eléctrica y de no despedir servidores públicos ha sido muy efectiva a mi juicio porque atacan directamente su credibilidad, lo que pretende provocar que no le crean las propuestas nuevas que pueda hacer en esta campaña. Hay quien sostiene que la credibilidad es como la virginidad, que se pierde una sola vez. La credibilidad es el producto principal que vende el político.
En cuanto a los “partidos emergentes”, como se han denominado los otros, partidos podemos mencionar los aspectos principales de su retorica o discurso.
El PIP le ha estado diciendo a los electores que “si votan por los mismos tendrán mas de lo mismo”. Con ello apelan a que el electorado no respalde al PNP o al PPD. Algunos analistas plantean que el slogan le es aplicable también al PIP. Los ataques más recientes del PIP al candidato del PPD responden a la preocupación de que sus electores voten por éste, situación que ha ocurrido en el pasado.
El Partido del Pueblo Trabajador (PPT) ha sido a mi juicio el más novedoso en esta campaña. Sus principales candidatos, a la gobernación y a comisionado residente han lucido muy coherentes, articulados y con un mensaje muy claro, directo y valiente, respaldando en ocasiones políticas controversiales como las del matrimonio entre parejas del mismo sexo o la legalización de la marihuana. Su slogan de campaña “para romper el cerco electoral, abre paso” es sencillo y pegajoso.
El Movimiento Unión Soberanista (MUS) ha orientado su discurso al carácter serio y honesto de sus componentes y particularmente de sus dirigentes. Algo que los distingue es que parecen estar dispuestos a realizar alianzas con candidatos de otros partidos lo que refleja una madurez pocas veces vista en la política puertorriqueña.
Por último el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico ha sido a mi juicio una gran decepción. Su reinscripción fue accidentada y sus primeros anuncios de campana recibieron un repudio generalizado de la opinión pública.
*Las imágenes intervenidas de la Palma, la Pava, El Coquí y la bandera del PIP son del blog Woqui. El resto fueron intervenidas por Editorxs Cruce.