Enlace comunitario: gestionando el acceso universitario

foto

Como parte de la coordinación de actividades comunitarias del Comité de Estudiantes de la Asociación de Psicología de Puerto Rico y las iniciativas comunitarias de la Asociación de Estudiantes Afro-descendientes Negros y Negras de la Universidad de Puerto Rico se está promoviendo un grupo de acción social para la visita a escuelas superiores que basado en estadísticas cuenta con un limitado acceso a la Universidad de Puerto Rico. Como parte de esta iniciativa se visitaron esta semana las primeras dos escuelas superiores: la Einstein ubicada en Barrio Obrero y la Ramón Power ubicada en los predios del residencial Luis Llorens Torres.

Llegamos a estos planteles por medio del recurso Elías Rivera, de la organización Sapientis, quien trabaja organizando talleres de liderazgo a grupos mixtos (en términos de grados escolares: 10mo, 11mo, 12mo) de estudiantes en cada escuela. La oportunidad de conocer a estos jóvenes nos permitió acercarnos a su realidad para ofrecerles herramientas que pudieran tomar en consideración al planear su camino luego de la escuela superior. Estas escuelas desconocen los índices globales con respecto a cuántos de sus estudiantes accesan a las diversas universidades del país. Además, ambas instituciones tienen un bajo índice de entrada de estudiantes a la UPR, están en plan de mejoramiento según lo establece la ley "No Child Left Behind", y pertenecen a comunidades altamente estigmatizadas. Estigmatizadas debido a sus “índices de criminalidad”, por poseer altas poblaciones de inmigrantes dominicanos/as (como en el caso de Barrio Obrero) y por tener “índices de pobreza notorios”.

Debemos destacar que los estudiantes en estas escuelas son en su mayoría negros/as, una diferencia que contrasta significativamente con los rasgos que se observan en los salones de la UPR-RP. El objetivo de la visita a las escuelas fue explorar los intereses, así como los planes académicos y no académicos, de los estudiantes. Al mismo tiempo conversar con ellos y ellas sobre los planteles de educación superior en Puerto Rico y corroborar si les interesaba recibir un taller detallado de oferta curricular, costos, criterios de admisión etc., de diferentes universidades e institutos.

No es de sorprender que estos/as estudiantes estuvieran altamente inclinado hacia las ofertas “vocacionales” que ofrecían sus escuelas (barbería, cocina, cosmetología, enfermería), teniendo en cuenta que éstas también pueden ser opciones válidas de carreras a largo plazo. Tampoco es de sorprender que muchos de estos/as estudiantes no tenían conocimiento de los requisitos para ser aceptados/as en las universidades, como lo es el examen de aptitud “College Board”, o el Índice General de Solicitud (IGS). Mucho menos conocían distinciones económicas entre el pago de una universidad/instituto privado/a y uno/a público/a.

Ante esto, la mayoría de estos/as estudiantes no se veían o visualizaban dentro de la UPR. Lo que es más, la mayoría de ellos y ellas no se visualizaba dentro de ninguna universidad. En el contexto descrito, el que estos/as estudiantes no se visualizaran en un contexto universitario, puede ser el resultado no sólo de la poca familiarización que tienen al proceso de solicitud, así como a un imaginario que sostiene la propia Universidad de Puerto Rico cuando expresa en su propaganda explícitamente que sólo los/as mejores estudiantes pueden tener acceso a ella.

arte

“Tener presente que por su carácter de Universidad y por su identificación con los ideales de vida de Puerto Rico, ella está esencialmente vinculada a los valores e intereses de toda comunidad democrática” (Art. 2 de la Ley 1 de Puerto Rico).

Luego que una de las voluntarias narrara cómo logró entrar a la UPR luego de haber abandonado la escuela superior y haberse enfrentado a situaciones muy parecidas a las de ellos/as, logramos ver otros rostros que parecían iluminarse. Ver la posibilidad de que alguien con una historia parecida a la de ellos/as estuviera estudiando en una universidad (pública o privada, la distinción para ellos/as era imprecisa aún), fue un paso certero para sembrar la duda y el interés, al menos para enterarse un poco más de lo que es una institución de educación superior y, sobre todo, cómo se “bate el cobre” dentro de una de ellas.

Hubo dos quejas comunes por parte de los recursos que nos abrieron las puertas de estas escuelas: “La UPR no responde cuando la invitamos a la feria de universidades para nuestros estudiantes”. Ante esto y el contenido de la propaganda UPR circulada en centros de consumo como Plaza las Américas (ver imagen 3) cabe preguntarnos: ¿Por qué el personal de la UPR encargado del reclutamiento de estudiantes no ve en estos dos planteles un perfil de “estudiantes de alta calidad” o estudiantes que cumplan con el criterio para ser “parte de los mejores”? ¿Dónde queda el carácter social que la UPR debe perseguir, según su ley universitaria? ¿Cómo le sirve o no la UPR a “toda la comunidad democrática”, como se establece en su ley universitaria?

foto

Muchos/as piensan que los mejores estudiantes de Puerto Rico están en la UPR, la misma institución se asegura de alimentar este mito, pero, ¿cómo se llega a ser uno de esos “mejores estudiantes”, si la misma institución no considera a ciertas escuelas y poblaciones para su orientación? ¿Cómo estos/as estudiantes podrían “aceptar el reto UPR”, si ni siquiera saben de los requerimientos que implica ese “reto”? ¿Por qué la comunidad UPR se proyecta como un “reto” y no como un recurso dispuesto a estar a la mano de los y las que la necesitan económicamente y socio-culturalmente?

Al observar de cerca esta población, se puede identificar un alto grado de desconocimiento con respecto a la educación superior, un desgano con respecto a sus condiciones y, en ocasiones una necesidad de salir de los planteles de educación secundaria que los acoge, así como una apatía con relación a su propia comunidad (en algunos casos). Una mirada responsable no podría culpabilizar aquellos/as estudiantes por su desconocimiento y desgano. Una mirada responsable, intentaría ir más allá, explorar los “porqués”, explorar los “cómo se llega hasta allí”, explorar “qué papel juegan las instituciones de educación secundaria y superior en estas concepciones, desinformaciones y procesos de no proseguir estudios superiores”.

En nuestra experiencia, más allá de percibir un miedo con relación a la UPR (que esa dimensión también se dio en menor medida), se percibió un desconocimiento sobre la UPR y otras instituciones de educación superior. Así, estos estudiantes que no solicitan a la UPR quizás ni siquiera se han percatado de que hay un “reto que aceptar” y quizá tampoco solicitan a ninguna otra universidad.

foto

Ante estos detalles sólo nos resta invitarle a usted, lector, a alzar las manos y no sólo para denunciar, sino también para trabajar. Si considera la educación como una plataforma para la justicia social y como un medio de empoderamiento de las sociedades, si le interesa trabajar desde la perspectiva de comunidad, de raza, de marginalización y de exclusión, si le interesa tener experiencia comunitaria, puede ser parte de esta iniciativa.

Envía un email a kathy_es_de_pr@live.com y hazte voluntario/a de este proyecto de accesibilidad.

Lista de imágenes:

1. Fotógrafx desconocidx. Anonymous Art, 2012.
2. Fotógrafx desconocidx. Anonymous Art - Latino América, 2012.
3. Foto por Vilmary Camacho, 2012.
4. Foto por BluBlackVie mayo 15 del 2010.
5. Foto por BluBlackVie mayo 7 del 2010.