Nace una unión bona fide en la Escuela de Artes Plásticas

“Mantener un tipo de sociedad y un tipo de gobierno que está al servicio de todo el pueblo - que sea coherente con los principios de justicia, de juego limpio y de igualdad de oportunidades- no ocurre así como así. Alguien tiene que velar por ello….”.
-Joseph E. Stiglitz

“Un nuevo pacto social” en El precio de la desigualdad- El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita.
-Taurus, 2012

“…si nos sumamos, solucionamos”

-Alfredo Carrasquillo, “Un nosotros para la concertación”

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La crisis financiera, dice Joseph E. Stiglitz, Premio Nóbel de Economía del 2001 y autor de El precio de la desigualdad: El 1% tiene lo que el 99% necesita (Taurus, 2012), “desencadenó una nueva conciencia de que nuestro sistema económico no solo era ineficiente e inestable, sino también básicamente injusto”. Esa nueva conciencia va apretando el paso, expandiéndose, y se va convirtiendo, poco a poco, en un barrunto de lo que puede ser una grande y firme “masa crítica”. Hoy, la masa crítica puede hacer la diferencia en el interregno Gramsciano en que vivimos.

Casi todos, diría todos, los que escribimos en Cruce no somos banqueros, lo que quiere decir que no estamos dentro de ese 1% de la población de la que habla Stiglitz, la cual tiene lo que todos los demás, nosotros, el 99% de la población, necesitamos. Aunque Stiglitz habla de EEUU, y también de España, en el prólogo a la edición española, en Puerto Rico vamos andando cercanos a esos números. La aportación que hacemos a la sociedad, desde nuestros oficios y profesiones, no determina la retribución que recibimos. Ese 99% no recibe la retribución que merece. Dice Stiglitz:

“… Lo que ocurrió durante la crisis dejó claro que lo que determinaba la retribución relativa no era la contribución de cada cual a la sociedad, sino otra cosa: los banqueros recibieron enormes recompensas, aunque su aportación  a la sociedad – e incluso a sus empresas- hubiera sido negativa. La riqueza que recibían las élites y los banqueros parecía surgir de su capacidad y de su voluntad de aprovecharse de los demás.” (Prefacio, 29)

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"Los bancos, los banqueros, (el 1%) provocaron la crisis y nosotros, (el 99%),  recibimos sus consecuencias: pérdida de ingresos, empleo, y hogares, en suma. Los banqueros, agrega Stiglitz, 'simbolizan todo lo que se ha torcido'.” (pág. 37)

El libro de Stiglitz va dirigido a esclarecer algo de lo que él llama “misterio” de que “el dinero resulta ser poderoso en una democracia donde cada persona tiene un voto y la mayoría de los votantes no forma parte del 1 por ciento. Y hay que leerlo para andar ese misterio pues leyendo, una y otra página de este libro, se ejemplifica y se demuestra el hecho de que “nuestro sistema parece estar socavando” a la igualdad, la equidad, y al juego limpio (pág. 31).

Y aquí entra el 99% de la población que, aunque lo necesita, no tiene lo que el 1% tiene. Y aquí entra esa “masa crítica” que se va acrisolando desde diferentes zanjas y terraplenes y que se va constituyendo, poco a poco, en una voz que es consciente y hace.

Ese ser consciente y ese hacer, nos lleva, casi ineludiblemente, a volver nuestro el llamado a la formación de ese “nosotros”, (que antes han dicho y hecho muchas voces) y que hace Alfredo Carrasquillo, en el artículo “Un nosotros para la concertación”, aparecido en 80 grados el pasado 5 de abril. Dice Carrasquillo:

“… por qué…no empezamos a pensar en los pasos que son necesarios para construir un nosotros para la concertación. Un nosotros que acoge la diversidad y no la reconoce como impedimento sino como riqueza. Un nosotros que no sería iluso frente a las relaciones de poder / saber y las contiendas hegemónicas que se juegan en nuestro País, pero que sin embargo apuesta a la posibilidad de pequeños y discretos entendidos que nos permitan comenzar a construir cambios de salida del interregno y de construcción gradual de nuevas coordenadas de convivencia y lazo social…”

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Y, nosotros, los profesores por contrato, conscientes de que formamos parte de ese 99%, somos también conscientes de “las relaciones de poder/ saber y las contiendas hegemónicas que se juegan en nuestro País…” Y, a pesar de ello, o quizás por ello, nos lanzamos a configurar un nosotros en una “Unión bona fide de los profesores de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico (EAP) con el respaldo del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores (SPT)”.

Institución que eligió su junta de directores en asamblea celebrada el sábado 27 de abril, manteniendo la actitud y disposición de considerar a los administradores de la EAP como “aliados naturales”, lo que hemos mencionado en varios artículos publicados en el blog barandilla y banderilla y que hoy reafirmamos –pues el propósito es: lograr la equidad para nosotros, profesores por contrato, recibiendo la solidaridad de los profesores regulares– que también, algunos de ellos, son miembros de la Unión bona fide  y son hacedores de la “construcción gradual de nuevas coordenadas de convivencia y lazo social…”, como apunta Carrasquillo.

La Unión bona fide de la cual hablamos, y en la cual estamos –la cual se gesta hace seis meses y que ha tenido de aliada a la escritura en el blog barandilla y banderilla  y otros espacios virtuales– se encuentra muy lejos de ser o parecer una unión “oficialista”. Y, tampoco una unión adscrita a un cartabón inflexible que impida lo que ya muchos promueven: esa nueva conciencia de la cual nos habla, de manera clara y sencilla, el libro, editado por Javier Colón Morera e Idsa Alegría, e incorporado en uno de los artículos del blog barandilla y banderilla (“¿Que tal si?”). El mismo fue reproducido en 80 gradosPuerto Rico y los derechos humanos: una intersección plural (2012), texto que nos convida a “un nuevo sentido de autoestima”, entre otras invitaciones que nos hace.

La “ Unión bona fide de profesores de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico (EAP) con el respaldo del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores (SPT)”, de la cual hablamos, y en la cual estamos, quiere tender puentes “…que posibiliten superar las sospechas y la fragmentación, movernos de la lógica de la competencia adversativa a una colaboración que dé paso a una convivencia conforme a un principio operacional sencillo pero potencialmente poderoso: si nos sumamos, solucionamos.”, de nuevo con Carrasquillo, conscientes de que:

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“Ese esfuerzo de sumarnos y convivir no implica borrar las diferencias. Por el contrario, reconoce y respeta su existencia, más aún reconoce su valor, pero da cuenta igualmente de la posibilidad y deseabilidad de ampliar gradualmente los espacios de colaboración y de construcción de entendidos que permitan rutas de acción compartida entre gente que nos sabemos diferentes”.

Dentro de ese “tender puentes” es que miramos a los administradores de la EAP como “aliados naturales”, como emisores -e incluso gestores-,  hacia las esferas del gobierno -en la calle Fortaleza y en Puerta de Tierra, y en la Junta de la EAP-,  de nuestro reclamo justo por la equidad, porque justo es. Con los “aliados naturales” podemos entrar en un “diálogo deliberativo”, no adversativo, y asumir una actitud y disposición (y acción) - que se aleja de lo adversario, las polaridades casi maniqueistas, a veces-, de lo que nos lleve a construir la confianza entre nosotros mismos, como equipo.

Y todo ello, para beneficio de todos, recordando hacer nuestras las palabras de Fernando Picó (Vocaciones caribeñas, 2013): “La vida no examinada, desde Sócrates hasta nuestros días, es una amenaza a la vigencia de las democracias, la funcionalidad de las instituciones y el desarrollo de las conciencias.”, (112) y más adelante: “La vida no examinada es la marisma que atasca la creatividad y la iniciativa propia.” (112)

En el artículo “¡Unión bona fide!”, publicado en el blog barandilla y banderilla el 12 de marzo de 2013, ya lo dijimos:   “… es nuestra disposición, marcar aquí en este artículo, que en este inicio de trabajo con la Unión bona fide, dirigido a lograr equidad para los profesores por contrato, visualizamos como aliados a los administradores de esta universidad: la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico (EAP). Los visualizamos como aliados naturales pues no hay razón por la que todos no podamos salir ganando, aunque ello requiera planificación, imaginación y valor para reorganizar las cosas, si hiciera falta, con miras a que este objetivo ético: la equidad y justicia a los profesores por contrato, sea factible en todos los sentidos, inclusive el económico. 

Sabemos que varios administradores, también han sido profesores por contrato y conocen de qué hablamos y qué queremos lograr; también lo han vivido.”. Visualizar a los administradores de la EAP como “aliados naturales”, es, lo que en palabras de Francisco A. Catalá Oliveras (Promesa rota – Una mirada institucionalista a partir de Tugwell, Callejón, 2013), puede representar  nuestra “manera” de “ver, organizar y hacer las cosas.”. (Introducción)

Por su parte, Alfredo Carrasquillo nos conmina, con sensatez, a: “…poder multiplicar los esfuerzos de diálogo deliberativo (que no adversativo) que nos permitan reducir los niveles de desconfianza, sospecha y pleitismo; superar la fragmentación, la lógica de las finquitas y el tribalismo; aprender a trabajar en equipos y no meramente en grupos; y reconocer los tiempos y procesos necesarios para el tejido de redes, la construcción de confianza y la colaboración” agenda que hemos olvidado, agenda que debemos retomar los que queremos unirnos al movimiento de esta “masa crítica” que se está fraguando y forjando y que ya se siente, con fuerza, aquí y acullá.

Componen el equipo de trabajo de esta recién nacida Unión bona fide los siguientes  profesores: Javier Maldonado O’Farril, vicepresidente (Artes Gráficas); Irene Esteves, secretaria (Historia del Arte, Estudios Generales); Luis Moisés Pérez, tesorero (Historia del Arte, Estudios Generales); Julieta V. Muñoz, presidenta (Tesinas, Estudios Generales), y, como vocales: Awilda Sterling (Pintura), Marian Toledo (Diseño de Modas), Rolando Silva (Imagen y Diseño), Vladimir García (Diseño Industrial), Noemí Rivera (Educación del arte), y Charles Juhasz (Escultura).

Y, de seguro, que, en la marcha, esa junta de directores, recién electa el sábado 27 de abril de 2013,  escribirá una historia de unión, de organización, de equipo, de fuerza y empuje, dirigida a evitar, también, que se haga realidad aquello de lo que alerta Alfredo Carrasquillo en su artículo “Un nosotros para la concertación”:

“… No importa cuán equipados andemos con buenas estrategias de resistencia e inteligencia emocional, el desasosiego generalizado, el clima de inseguridad ocupacional, la cultura de la queja y las diversas modalidades de introyección de la violencia y de violencia contra otros, terminan por salpicarnos o por contagiar a la gente a la que amamos y de quienes somos compañeros o compañeras de ruta”.

El camino de esta Unión bona fide se marcha para: lograr la equidad,  y lograrlo de manera bona fide, sin perder de vista la fuerza de la unión, ni la justicia de los reclamos, ni el impulso de la acción de un equipo con ojo avizor, ni lo que conlleva el trabajo en equipo, ni lo que implica, para el éxito de un equipo,  “la vida examinada”.

 

 

 

Nota:

Artículos del blog barandilla y banderilla relacionados con la lucha de la equidad para los profesores por contrato:

octubre 2012“La espantosa complicidad”  - Julieta V. Muñoz

noviembre 2012“¿Qué tal si?” - Julieta V. Muñoz

diciembre 2012: “Repensar y hacer” - Julieta v. Muñoz

enero 2013 – “Paso a paso” - Julieta V. Muñoz

febrero 2013- “Making the case for Adjuncts”- Colleen Flaherty

marzo 2013 - “¡Unión bona fide!” - Julieta V. Muñoz