Noticia o entretenimiento: el caso de Brian Williams

Recientemente, Brian Williams, presentador de NBC Nightly News, fue el eje de una controversia relacionada con su cobertura de la guerra en Irak, durante el año 2003. En múltiples ocasiones, Williams había asegurado que, durante su asignación como reportero en Irak, viajaba en un helicóptero Chinook que fue impactado por un cohete lanzado desde tierra por soldados iraquíes. Sin embargo, esta información fue desmentida públicamente por soldados destacados en Irak, quienes aseguraron que el helicóptero en que Williams viajaba no había recibido ningún daño (Ansorena, 2015). 

Esta noticia ha causado conmoción a nivel internacional, ya que Williams, como presentador de uno de los programas de noticias de mayor popularidad en los Estados Unidos (y una de las joyas de la corona de NBC), representaba una de las figuras que mayor credibilidad tenía en la televisión estadounidense. Por ende, cabe preguntar: ¿Ha sido este el único incidente —a esta escala— en el que un periodista no es fiel a la realidad? ¿Por qué se hace difícil para los medios de comunicación  —como en este caso para NBC— identificar este tipo de fallas e implantar medidas correctivas inmediatas que ayuden a preservar la imagen de estos medios? ¿Se puede evitar el que este tipo de situación se repita?

En 2003, año en el que Williams reportaba desde Iraq, el periódico The New York Times revelaba que uno de sus periodistas, Jayson Blair, había escrito una cantidad considerable de reportajes utilizando prácticas fraudulentas. Lo impactante de esta revelación es que los escritos fraudulentos de Blair, quien era considerado un periodista estrella por The New York Times, habían pasado por debajo del radar de este periódico por años, afectando, de esta manera, la credibilidad de este rotativo. 

Aunque estos incidentes no han sido los únicos de este tipo, la gran impresión que ambos crean en el público, se debe, en parte, a que estas situaciones se desarrollaron en la periferia de dos medios de comunicación que cuentan con un alto nivel de prestigio y reconocimiento a nivel internacional y, por ende, poseen reputaciones prácticamente inamovibles. Si se asume que un alto sentido de ética periodística precede la reputación de ambos medios, ¿cómo se explica el que Blair y últimamente Williams hicieran de las suyas sin ser detectados?

Por mucho tiempo, organizaciones que producen noticias han tratado de mantener un equilibrio entre sus intereses económicos y la producción de noticias que se ajusten a lo que se podría considerar una ética periodística tradicional. Sin embargo, las nuevas expectativas del público pueden mover la balanza hacia el lado del interés económico. En la actualidad, el consumidor mediático cuenta con un elemento que lo distingue de sus predecesores: una mayor cantidad de opciones para adquirir información. Esto, eventualmente, resulta en un mayor control del consumo mediático y, consecuentemente, en un mayor grado de selectividad de medios (Lee, 2013). Esta situación obliga a los medios a desarrollar noticias que se ajusten a las necesidades del público consumidor. Este ajuste puede resultar en un alejamiento de la ética periodística tradicional y en un acercamiento a un tipo de noticia que no necesariamente se caracteriza por el rigor que impone la práctica del periodismo tradicional. 

En cuanto a este punto y refiriéndose específicamente a las noticias de televisión por cable, Jones indica:

But the ultimate point here is not to locate correct labels or definitions (‘this is or    isn’t news’) as much as to establish that the media enterprises that produce and sell   cable television news are more closely associated with the broader production of    entertainment television than an older ideal of ‘journalism’… (2012, p. 148).

Aunque Jones se refiere a un medio de comunicación particular, se puede argumentar que esta relación estrecha entre la producción de noticias y su asociación con un elemento de entretenimiento se puede observar en otros medios de comunicación. Como ilustración de este punto, se puede considerar las necesidades que el público satisface mediante su visita a periódicos en línea. En este caso, la búsqueda de información en este medio puede convertirse en una experiencia de entretenimiento.

Sin lugar a dudas, este nuevo escenario mediático responde cada vez más a imperativos económicos que están más alineados a una percepción de los medios como fuente de entretenimiento. Este nuevo esquema reta el concepto de los medios de comunicación como proveedores por excelencia de información verosímil, y trae como consecuencia una mayor laxitud en relación con los estándares éticos y profesionales que deben regir toda operación de desarrollo de noticias. Si esta situación no se modifica, se pueden esperar más casos como el de Brian Williams y Jayson Blair. ¿Cómo cambiamos este esquema? El público tiene que asumir el rol de consumidor-actor mediático inteligente. Esto conlleva una serie de pasos:

1. Entender que la información (e.g. noticias) es un producto y que uno, como consumidor, tiene el derecho a exigir información de alta calidad. El estar bien informado convierte al consumidor en un ciudadano que se puede insertar en procesos de desarrollo de política pública.

2. Comprender que existen diferencias entre los tipos de información que proveen los medios. El obtener entretenimiento por vía de un medio de comunicación no significa estar informado.

3. Tanto las asociaciones de periodistas como la academia tienen un mandato que requiere preparar a sus públicos para que entiendan e implementen los principios fundamentales de un periodismo y una comunicación que se caractericen por una ética inquebrantable.

Lista de referencias:

Ansorena, J. (2015, 6 de febrero). La credibilidad derribada de Brian Williams, el presentador de NBC. ABC.es. Recuperado de http://www.abc.es/estilo/viajes/20150206/abci-brian-williams-helicoptero....

Jones, J. P. (2012). The 'New' News as No 'News': US Cable News Channels as Branded Political Entertainment Television. Media International Australia incorporating Culture and Policy, (144), 146.

Lee, A. M. (2013). News Audiences Revisited: Theorizing the Link Between Audience Motivations and News Consumption. Journal Of Broadcasting & Electronic Media57 (3), 300-317. 

Lista de imágenes: 

1) Brian Williams, foto en To2 Network de Facebook.
2) En artículo de Julian Disney on media standards and digital news.
3) Foto de estudiantes publicadas en Up Beacon Staff blog de la Universidad de Portland en Oregon.
4) Foto de jumpingsack, Shutterstock.