Deporte y salud mental

El deporte constituye gran protagonismo social y cultural. Pretende, según Weinberg (2010), resultados diferentes en las personas, teniendo como principales objetivos la consecución de bienestar físico y psicológico, el conocimiento y dominio del propio cuerpo, la consecución de objetivos y metas, y, de manera global, la contribución holística del ser humano. 

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El cuerpo como la mente desarrollan una interacción, afirma Azofeifa (2006), en la que el experimentar temor y la aceleración del pulso cardíaco influyen en la percepción. Muchas veces se entrena físicamente y se espera que el resto de las percepciones se ajusten con el “tiempo”, pero en la mayoría de las veces no se les presta atención a estos factores. Según Chirivella (2010) el psicólogo de la actividad física y del deporte, en el desempeño de sus funciones, ha de tener en cuenta situaciones, personas e instituciones que puedan beneficiarse en el contexto deportivo, ayudando así a atletas de alto rendimiento, atletas universitarios y poblaciones con necesidades especiales (minusvalías, tercera edad, marginación social, confinados, etc.).

Según la Asociación Americana de Psiquiatría (2012):

La psicología del deporte y del ejercicio es el estudio científico de los factores psicológicos que se asocian con la participación y el desempeño en el deporte, el ejercicio y otros tipos de actividad física. Los profesionales de la psicología del deporte están interesados en dos principales objetivos: (a) ayudar a los atletas, usando principios psicológicos para mejorar el desempeño (aumento del desempeño) y (b) comprender cómo la participación en el deporte, el ejercicio y la actividad física afecta la salud, el bienestar y el desarrollo psicológico del individuo a lo largo de su vida.

En el campo de la Psicología de la actividad física y el deporte, las funciones que realiza el psicólogo —según Boixadós, Valiente, Mimbrero, Torregrosa y Cruz (1998)— incluyen la asistencia a deportistas, atletas, equipos, como también asesoramiento a entrenadores, árbitros y profesores de Educación Física. El asesoramiento y asistencia se encuentran enfocados en optimizar los recursos personales del deportista y contribuir en la calidad del manejo táctico y de comunicación. Se instrumentan técnicas para la planificación, asesoramiento y el entrenamiento de las habilidades mentales (concentración, manejo de estrés, control de ansiedad, miedos y confianza).

Estas funciones tienen como objetivo identificar la conducta en sus diferentes variables de respuesta, así como aquellas que las mantienen. La evaluación no se reduce solo al análisis de sujetos, sino que ha de centrarse en las relaciones que las personas establecen con su medio físico, biológico y entorno social. Por ello Cox y Cox (2008) indican que se debe evaluar el contexto deportivo que incluye a los participantes, directivos, familiares y ambiente social.

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Según Ruiz, Sánchez, Durán y Jiménez (2006), la psicología del deporte brinda la posibilidad de entrenar y potenciar habilidades mentales ocupándose de:

—Concentración: esencial para alcanzar el máximo nivel en el que cada uno está capacitado. El elemento principal de la concentración es la capacidad de focalizar la atención sobre la tarea que se está desarrollando, sin distraerse con estímulos internos y/o externos.

—Atención: íntimamente relacionada con la concentración. Las distintas demandas deportivas requieren diferentes demandas atencionales, según la situación lo requiera.

—Motivación: fundamental en la vida del deporte y el deportista. La motivación permite participar del deporte, debidamente orientado hacia objetivos y metas determinados y delimitados.

—Autoconfianza: grado de certeza que los individuos poseen acerca de su habilidad para tener éxito en el deporte. Es la creencia de que se puede realizar satisfactoriamente una conducta deseada, por lo que es de suma importancia trabajar esta variable.

Hoy en día, según Torregrosa, Sánchez y Cruz (2004), en esta área se puede desempeñar un rol de distintas formas:

—Investigando: estudiando formas de mejorar el rendimiento en los distintos deportes, la influencia de distintas presiones dentro del contexto deportivo, las consecuencias del estrés sobre el rendimiento y la ejecución deportiva.

—Enseñando: intentando dar difusión de los avances de la disciplina, mediante cursos y especializaciones.

—Asesorando: en forma individual o grupal, a entrenadores y preparadores físicos, con el fin de lograr un aumento en el rendimiento deportivo y el entrenamiento. Aquí se rompe con el mito de que los psicólogos del deporte trabajan con deportistas enfermos o con problemas, ya que la tarea es de colaborar en el desarrollo de programas de preparación mental en deportistas, para que mejoren sus habilidades o aptitudes mentales.

Según García y Vicens (1994), algunas de las herramientas que utilizan son:

—Autoconocimiento: con el tiempo conocerse en detalle para saber reaccionar ante determinadas situaciones. Básicamente, debe poseer conocimiento de sus respuestas, de la influencia del entorno, de cómo responde su cuerpo, para poder utilizar adecuadamente alguna herramienta de autocontrol.

—Relajación: puede ayudar a eliminar tensiones, facilita la recuperación cuando se dispone de poco tiempo de descanso, ayuda a evitar el exceso de tensión muscular, ayuda al comienzo del sueño y reduce el insomnio que puede ser frecuente precompetencia o poscompetencia.

—Visualización: es una técnica que programa la mente para una tarea. Requiere práctica sistemática para ser efectiva, e involucra todos los sentidos.

Es un proceso continuo que, según Chirivella (2010), incluye una fase inicial de seguimiento y la valoración total del proceso. Los efectos positivos, tanto físicos como psicológicos, que se derivan de la práctica de actividades físicas deportivas son variados. Afirma Godillo (1992) que entre ellos se destacan los siguientes: incremento de la capacidad cardiorespiratoria y muscular, control del peso corporal, mejora de la libido y la satisfacción sexual, reducción del estrés, reducción del coraje, aumento de las habilidades de autocontrol, mejora del estado de ánimo y de la autoestima.

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La práctica de actividad deportiva constituye una actividad lo suficientemente saludable como para que la Organización Mundial de la Salud la considere como una de las áreas importantes de la vida. No obstante, un aspecto que se debe tener muy en cuenta es que la actividad física y deportiva debe estar adecuadamente enfocada, dirigida y controlada, para evitar potenciales efectos adversos, tales como la adicción, el modo de vida mal adaptativo en detrimento de valores, la competitividad enfermiza, el carácter de trabajo obligatorio autoimpuesto, la presencia de violencia o la ausencia de diversión y disfrute. En cuanto a la utilización del deporte como recurso terapéutico, indica Rodríguez-Cales (2006) que suele funcionar significativamente como actividad complementaria a diversos tratamientos psicológicos o como medio para prevenir algunos problemas de carácter psicosocial. En este sentido, el deporte resulta beneficioso en situaciones problemáticas, tales como los hábitos sedentarios, las enfermedades cardíacas, el estrés, la ansiedad y la depresión. 

Además, según Argilaga et al. (2011), la actividad deportiva también constituye un apoyo terapéutico en situaciones que pueden tener un efecto directo más allá de la propia persona, como son las adicciones o las conductas delictivas. De este modo, las posibilidades de apoyo terapéutico del deporte han sido muy eficaces en la rehabilitación de sujetos drogo-dependientes y problemas de conducta desviada. En este sentido, afirma López-Torres, Torregrosa y Roca (2007), una adecuada preparación físico-deportiva-psicológica contribuye a la recuperación orgánica del individuo y a la producción de efectos positivos a nivel psicológico, mejorando la autoimagen, aumentando la sensación de bienestar y favoreciendo aspectos psicosociales, tales como el cumplimiento de normas de convivencia y de relación con su medio ambiente.

Lista de referencias:

Asociación Americana de Psiquiatría (2012). División 47. Exercise and Sport Psychology.

Argilaga, M. T. A., Villaseñor, A. B., Mendo, A. H., & López, J. L. L. (2011). Diseños observacionales: ajuste y aplicación en psicología del deporte. Cuadernos de psicología del deporte11 (2), 63-76.

Azofeifa, E. G. (2006). Motivos de participación y satisfacción en la actividad física, el ejercicio físico y el deporte. MHSALUD: Revista en Ciencias del Movimiento Humano y Salud(1).

Boixadós, M., Valiente, L., Mimbrero, J., Torregrosa, M., y Cruz, J. (1998). Papel de los agentes de socialización en deportistas en edad escolar. Revista de psicología del deporte(2), 295-310.

Carbonell, A. E., y Ferriol, A. G. (1994). Factores de los iguales relacionados con la práctica y la motivación deportiva en la adolescencia. Revista de psicología del deporte, (6), 35.

Chirivella, E. C. (2010). La Psicología del Deporte como profesión especializada. Papeles del Psicólogo31 (3), 237-245.

Cox, R. H., y Cox, R. (2008). Psicología del deporte: conceptos y sus aplicaciones. Ed. Médica Panamericana.

García-Mas, A., y Vicens, P. (1994). La psicología del equipo deportivo. Cooperación y rendimiento. Revista de Psicología del Deporte6, 79-87.

Godillo, A. (1992). Orientaciones psicológicas en la iniciación deportiva. Revista de psicología del deporte1, 27-36.

López-Torres, M., Torregrosa, M., y Roca, J. (2007). Características del flow, ansiedad y estado emocional, en relación con el rendimiento de deportistas de elite. Cuadernos de Psicología del deporte(1), 25-44.

Ruiz, L. M., Sánchez, M., Durán, J., y Jiménez, C. (2006). Los expertos en el deporte: su estudio y análisis desde una perspectiva psicológica.

Rodríguez-Cales, J. (2006). Validacion de escala de espiritualidad como medio para control de ansiedad en los deportes. Documento inedito Universidad Carlos Albizu.

Torregrosa, M., y Lee, M. (2000). El estudio de los valores en psicología del deporte. Revista de Psicología del Deporte(1-2), 71-83.

Torregrosa, M., Sánchez, X., y Cruz, J. (2004). El papel del psicólogo del deporte en el asesoramiento académico-vocacional del deportista de élite. Revista de psicología del deporte13 (2), 215-228.

Weinberg, R. S. (2010). Fundamentos de psicología del deporte y del ejercicio físico. Ed. Médica Panamericana.

Lista de imágenes:

1) Karen DeCuir-DiNicola o Kara Deschenes, Top 13 Run Tips to End 2013, December 30, 2013.
2) Horizon Dentist, Why Athletes get cavities, Jul 10, 2014.
3) Shellie Pfohl, The Value of Trained Coaches in Youth Sports, September 4, 2013.
4) Herm Otto, Mental Golf Techniques, Demand Media.
5) Psiquicaandrea, Filosofías iniciaticas, La toxicidad psíquica, 25 de enero de 2013.
6) Equipo de volleyball.