Me fumo medio cigarrillo. Lo apago anticipando llorar. Bruscamente. Miércoles en la mañana. ¿Qué es una anécdota? ¿Más aún, por qué es vital compartirla? Cualquiera apaga un cigarrillo en la mañana de un miércoles sin ganas de fumar, llorando.
El mensaje de Eddie lee así: "Nosotros, Guillermo, somos hijos sin padre. Pero tuvimos suerte, gracias a aquellos que se volvieron padres para nosotros". Es el comentario final luego de compartir una anécdota acerca de un hombre llamado Cheo que le enseñó a bregar con gallos de pelea. Yo estoy en contra de las peleas de gallo, sin embargo ése no es el motivo de mi llanto.
¿Cuál es la parte vital de una anécdota compartida entre amigos? Trato de fumar de nuevo. Considero responderle así: "Nosotros, Eddie, tuvimos la suerte de compartir anécdotas disímiles sobre padres ausentes. Eso es vital para nuestra amistad". Apago el cigarrillo.
¿Qué es compartir? Sobre todo cuando Eddie y yo nunca nos hemos sentado a la mesa para un trago o una cena. Nuestras conversaciones son relámpagos de cotidianidad, inmediatamente entabladas y abandonadas de pie y con prisa.
Yo en mis ratos de ocio voy a donde Eddie en su horario de trabajo. Eddie vende libros. Es bueno en su trabajo. Es decir, es bueno acudir a él para hablar sobre libros. No sabía que Eddie sabe de gallos. No sé quién es su papa. Sé que Eddie es papá. Y bueno.
¿Qué es hablar sobre libros cuando se tienen otras cosas más graves, más urgentes en común? Una anécdota de mi papá que no he compartido con Eddie es que él no era amante de la literatura. De los gallos sí. Creo. Cuando llegaba a casa en las de joder, había que sacarle el cuerpo.
En su mensaje Eddie comparte esta anécdota: “Cheo se enfrentó a su hijo por mí, cuando en un arranque de celos el tipo me lanzó un martillo que me pasó raspando la oreja derecha y reventó contra una pared de zinc allá en el barrio. Cheo le metió una pescozá y le dijo con él no jodas.”
Yo aprendí a fumar leyendo. Lo consideraba parte de mi quehacer literario, o más bien de las formas en que podía lucir como un Escritor. Enciendo. Un gallero no me inspiraría ternura. "Cheo," sí. "Familia," respondería el Sonero. ¿Qué es la ternura? ¿Y por qué demonios uno pondría un gallo a pelear?
El mensaje de Eddie empieza así: "Guillermo, gracias. Me acordaste mi historia con un amigo, un mentor. Cheo se llamaba. Era gallero. Me enseñó a cortarles la cresta a los gallos a sangre fría con una yen. Me enseñó a gastarle espuelas a los gallos. Me regaló un gallito asil, que peleaba como si tuviera el diablo por dentro. Y cuando me lo mataron en la gallera, él lo sufrió conmigo."
Apago otro cigarrillo a la mitad, llorando pregunto ¿qué más le regalaría un gallero a un niño ausente de padre? Enciendo.
La anécdota de Eddie responde a la mía sobre un amigo muerto; el guardaespaldas de mi papá que me enseñó el nombre Cheo. ¿Por qué "familia'?, recuerdo que le pregunté en aquel entonces...
-O sea, entre todas las cosas que podría decir en medio de una canción, ¿por qué esa?
-¿Acaso no te hace sentir como si se conocieran de siempre?
- Supongo.
-Y se siente bien, ¿no? Tener esa canción en común.
-Sí, claro.
-Pues siéntete con suerte.
Apago.
Lista de imágenes:
1. Facts of life. Norman Rockwell, 1952.
2. Father and Son. Norman Rockwell, 1972.
3. Boy in a Dining Car. Norman Rockwell, 1947.