Todos mis despegues sólo quieren saber pico, ala, manubrio, asiento al lado de ventana, composta, helio.
—Mara Pastor[1]
En la mochila cargo un puñado de
notas al calce,
un paraguas,
una ranita en origami
23F
ventanilla
vejigas de lluvia en el vientre
aquí los veranos abrasan
de ardores espontáneos,
mudan la piel
y dan la media vuelta
one way
non-refundable
hubo que contentarse
de correr con flores sepia en los cabellos,
aceptar que los colores
aterrizan una vez al año,
revestirse de gris
conforme pasa la vida
rebasar el punto metafísico del sin retorno
20 kg en compartimiento
8 kg en cabina
qué curioso es
sentir el abejorreo
de la embriaguez
común a los pasajeros
cada cual se abraza
a sí mismo
como para retenerse
de no dejar el lugar donde se pierden
y se ausentan
de no dejar más
un lugar
para volar del revés
Notas:
[1] Mara Pastor. (2012). “Los que vuelan”. Poemas para fomentar el turismo. La secta de los perros: San Juan-Ciudad de México. p. 20.
Lista de imágenes:
1. Josephine Cardin, "Keep me silent", 2013.