Puerto Rico: Puerta al Paisaje

El Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico —en colaboración con el Museo de Historia, Antropología y Arte de la UPR— inaugura el miércoles 6 de febrero, a las 7:00 pm, la exhibición titulada Puerto Rico: Puerta al Paisaje, bajo la curaduría de Lilliana Ramos Collado, Ph.D., curadora del MAC. La exhibición, que se lanza al público en el Museo de la Universidad de Puerto Rico, tiene como objeto explorar las artes del paisaje en nuestra isla, desde sus albores al presente, enfocando temas de territorio y territorialidad, el desarrollo del concepto de “naturaleza”, la fricción entre naturaleza y artificio, la relación del paisajismo con otros géneros pictóricos y la literatura, y la nueva representación de la relación ser humano-naturaleza por la vía de las nuevas ciencias y tecnologías del paisaje.

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La exhibición está dividida entre las salas del Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. La primera parte inaugura el próximo miércoles y se titula feroz/feraz. esta primera entrega atiende el imaginario oposicional productividad de la tierra / catástrofe infértil, mediante un diálogo tenso entre el la obra paisajista de Francisco Oller y la de otros artistas tales como Ramón Frade, Carmelo Sobrino, Nayda Collazo Lloréns, Eric French, Carlos Marcial, María de Mater O’Neill y Luisina Ordóñez, entre muchos otros.

La segunda parte de esta exhibición se titula entremundanos, e inaugurará en el Museo de Arte Contemporáneo (Santurce) el viernes 1ro de marzo a las 7:00 pm. Esta segunda muestra contiene dos zonas de densidad, una dedicada a una generosa muestra de la obra de Myrna Báez y otra a la obra de Carlos Raquel Rivera. Entre estos dos gigantes de nuestro arte se crea un espacio de la otredad humana en el paisaje, y es entre el mundo humano y el natural donde se enquistan los deseos de armonía y los miedos a lo desconocido que la naturaleza parece encerrar para nosotros en tiempos más recientes. Esas dos zonas de densidad estarán rodeadas de una nutrida colectiva de artistas que alcanza el más extremo presente, con aportaciones de creadores de la talla de Jaime Suárez, Melvin Martínez, Edgar Rodríguez Luigi, Javier Román, Olga Albizu, entre otros, y documentación de obras de land art de Jaime y Javier Suárez, fist_art y Vanessa Hernández Gracia.

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La exhibición parte de la premisa de que el paisaje constituye una ficción y un argumento pictórico: es convocado por la mirada, que lo conforma y lo consume según un repertorio de conceptos problemáticos históricamente signados sobre “naturaleza” y “artificio”. Contenga o no el paisaje la presencia de la figura humana o de sus artefactos, lo humano se manifiesta, si bien vestigial, en esa mirada que lo suscita, lo selecciona, lo recorta, lo vuelve significante. Como afirmó Oswald Spengler en su obra cumbre: “La naturaleza es, en cada momento, una función de la cultura”.

La escena paisajista tradicional se funda en una de dos anécdotas: la de los pastores ociosos (soledad, meditación, invención, poesía) y la del agricultor (trabajo campesino, orden, simetría, abundancia, fiesta campestre). En ambas, la vida es libre y modesta, el entorno es simple, caracterizado por la rusticidad amena de la mesa colectiva en el mito de la “Edad de Oro”, ese tiempo originario en que el trabajo era gustoso y producía abundancia, como la presenta Tiziano en su Concierto campestre (1509), así como Poussin en su Verano (1548)y Lorrain en su Paisaje con Paris y Enone (1660), todas en el Museo del Louvre. Este “concierto campestre” escenifica la celebración de esa armonía del trabajo compartido entre el ser humano y una naturaleza que no resiente ni surco ni tala, sino que nos devuelve su belleza incólume y feraz. Los modos paisajistas en Puerto Rico se han movido desde el acuerdo con los modos tradicionales europeos traídos al espacio “criollo” hasta alcanzar un gesto crítico del motivo edénico del trópico idealizado, ya sea mediante la construcción de un paisaje de la productividad económica (Francisco Oller), de un paisaje de resistencia tentada por lo desconocido (Carlos Raquel Rivera), o de una fusión tensa entre ambos (Myrna Báez).

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La curaduría de la exhibición se ha propuesto dinamizar conceptualmente el paisajismo, anclando el repertorio de obras en tres hitos: un primer momento de formación de lo “clásico” en la pintura de Francisco Oller, dedicada a exaltar la productividad de la tierra; un segundo momento perplejo en el trabajo de Carlos Raquel Rivera, forjador de un paisajismo ominoso; y un tercer momento, aún plenamente vigente, con el paisajismo exaltado y “entremundano” de Myrna Báez. En torno a estos tres hitos se armará la escena temática que toma en cuenta, además, ciertos elementos del desarrollo cronológico del paisajismo en Puerto Rico, de la mano con la situacionalidad de la idea de paisaje en el contexto social y económico.

La exhibición —compuesta de obras de las colecciones permanentes del MAC, del MuHAA, de préstamos de otros museos y de colecciones privadas, de obras en proceso y/o comisionadas, y de documentación de obra efímera emplazada en exteriores— espera despertar el interés del público en la representación de nuestra naturaleza para propiciar discusiones sobre lo que ésta significa para nosotros de cara a otras tradiciones representacionales regionales y globales. La gran pregunta queda en las manos del público: ¿Qué hemos hecho en Puerto Rico con nuestro entorno natural?

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Lista de imágenes:

1. Francisco Oller, "El velorio" (ca. 1893).
2. Carlos Raquel Rivera, "Niebla" (1961-1965).
3. Myrna Báez, "Entre dos mundos" (1992).
4. Afiche promocional de "Puerto Rico: Puerta al Paisaje".

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