Cuando yo era adolescente y tenía las hormonas en pleno apogeo, no había fecha más sacrosanta que la semana en la que salía la edición de traje de baños de la revista Sports Illustrated (SI). Tanta era la emoción que compraba los calendarios y las agendas que la acompañaban y grababa el especial del “making of” que producían para aumentar la anticipación. Pero de eso ya hace unos 18 o 20 años.
Esto no quiere decir que de adulto no aprecie mujeres hermosas en traje de baño. Después de todo, durante mucho tiempo los medios y las amistades me socializaron en el “modo correcto” de ser un hombre heterosexual. Pero luego de largos años de estudio, aprendiendo sobre los problemas de representación con los que batallan las mujeres, aprendiendo sobre la cultura de privilegio masculino y aprendiendo sobre la heteronormatividad de nuestras sociedades, trato de no apoyar y no contribuir a estas industrias que se construyen sobre la base de la explotación femenina para el disfrute sexual masculino.
Sin embargo, hace dos fines de semana, mientras mandaba un paquete en el correo, me di cuenta de que algún/a suscriptor/a de Sports Illustrated había recibido su copia de la edición de trajes de baño y la abandonó en una mesa. Le había arrancado la parte que contenía su nombre y dirección y la había dejado allí (me gustaría pensar que lo hizo en protesta) para que otro/a se la llevara. Titubeé varios minutos en los que decidía si me la llevaba o no. Admito que había dos cosas que me llamaban la atención. Primero, la luchadora de artes marciales mixtas Ronda Rousey estaba en la portada (como dije, no soy inmune a esas cosas) y, segundo, había escuchado que este sería el primer año que SI incluiría una modelo “plus” en sus páginas. Tenía curiosidad por ver cómo había evolucionado la revista desde mis años de adolescencia.
No sería exagerado decir que la inclusión de Ashley Graham (la famosa modelo “plus”) es casi la única evidencia en esa revista de que estamos en el 2016 y no en el 1996. Es muy poco lo que ha cambiado dentro de las páginas de esa edición. Claro, las modelos no son las mismas. No podrían ser las mismas puesto que para la industria de la “belleza”, muchas de estas modelos de los 90 (si no es que todas) ya pasaron su fecha de expiración. Pero la realidad es que la premisa básica sigue siendo la misma: es una revista de 207 páginas llena de mujeres flacas, voluptuosas, blancas y, en muchos casos, rubias, que se presentan en destinos denominados “exóticos” para el disfrute principal de los hombres heterosexuales a quienes los gerenciales de Sports Illustrated apelan.
El hecho de que en el 2016 todavía exista la necesidad de apelar a los hombres utilizando mujeres en poca ropa es de por sí problemático. Mucho se ha hablado de la sobresexualización femenina en nuestras sociedades occidentales. Pero más allá de eso, el “Swimsuit Edition” de Sports Illustrated carece de todo tipo de diversidad. De 23 modelos que aparecen identificadas en la página de Internet de SI, solo una, a simple vista, se puede codificar como una modelo negra (dentro de la revista de papel parecería ver al menos una modelo negra más). El resto parecen ser blancas.
De igual forma, de esas mismas 23 modelos, solo una se puede codificar como modelo “plus”, la ya mencionada Ashley Graham. Hay más diversidad en los anuncios publicitarios que en los “photo spreads” de la revista: dos anuncios publicitarios (uno para Lane Bryant y otro para Swimsuits for All) muestran dos modelos negras “plus” y una modelo madura “plus”. Podríamos pensar que la inclusión de estos anuncios al menos es un paso adelante, pero habría que acordarse de que estas dos compañías pagaron para incluir a esas mujeres, no fue la revista la que quiso incluirlas como parte de su plantilla.
También hay que mencionar que esta edición de SI contiene imágenes de la modelo Chanel Imán posando con hombres y mujeres nativos/as de Tanzania. Igual que en el 2013, la revista volvió a utilizar personas como objetos decorativos en sus páginas. En aquella ocasión, algunos/as críticos/as en el Internet dejaron claro que esto no estaba bien. Dijo Dodai Stewart de Jezebel:
“Africa has long been portrayed as a place of uncivilized, primitive people, despite the fact that it is a very diverse continent with an epic diaspora and considered thebirthplaceof civilization. From Morocco to Côte d'Ivoire to Ethiopia to Egypt and Nigeria, no one African country is like another. But these shots tap into the West's past obsession/fetishization with so-called savages, jungle comicsand the like.”
Aun así, Sports Illustrated volvió a hacer el mismo tipo de exposición.
Y si todo esto es cuestionable en el vacío, es peor aun cuando se considera que la revista de ESPN lleva casi 7 años publicando una edición especial en la que celebran una multiplicidad de cuerpos distintos. A simple vista, el “Body Issue” de ESPN podría verse como una estrategia de mercadeo dirigida a competir con el “Swimsuit Issue” de SI. Después de todo, es una edición en la que todos/as los/as modelos/as están desnudos/as. Pero el “Body Issue” es mucho más que esto.
Para comenzar, la edición especial de ESPN está compuesta exclusivamente por atletas, es decir, que no se aleja de la misión de la compañía solamente para vender más. Además, el “Body Issue” no se restringe solamente a mujeres sino que incluye hombres también. Esta inclusión es importante porque evita posicionar a las mujeres exclusivamente como objeto sexual para el consumo masculino.
Por otra parte, ESPN incluye una cantidad muy diversa de cuerpos en sus páginas: cuerpos pequeños, cuerpos grandes, cuerpos blancos, cuerpos negros, cuerpos tatuados, cuerpos tonificados, cuerpos con grasa visible, cuerpos maduros y cuerpos con discapacidades, entre otros. Más importante aún, muchas de las fotos que aparecen en esta edición especial son fotos de los/as atletas en pleno movimiento o en plena acción. Muchas de ellas muestran la agilidad y la fuerza de estos cuerpos.
Existiendo esta alternativa, es imperdonable que el “Swimsuit Edition” de Sports Illustrated no haya evolucionado casi nada y siga nadando en aguas estancadas. Sports Illustrated es una de las revistas deportivas más importantes en el panorama periodístico de los Estados Unidos. Esto implica que tiene una oportunidad importante de influir en el discurso y en las prácticas de cómo se tratan los temas de género, raza y diversidad en el mundo deportivo estadounidense. En vez de moverse con los tiempos y promover visiones más progresivas en estos temas, Sports Illustrated se ha quedado detenido en el tiempo. No en balde el comediante Jon Oliver se pregunta: “¿Cómo es que esta edición todavía existe?”
Lista de imágenes:
1. Portada de Ronda Rousey para Sports Illustrated.
2. Toma de diversas imágenes de Sports Illustrated, suministrada por el autor.
3. Chanel Imán para Sports Illustrated, suministrada por el autor.
4. Varias portadas de ESPN: Body Issue.
5. La atleta Amanda Bingson para ESPN: Body Issue.
6. La gimnasta Aly Raisman para ESPN: Body Issue.