Del Alzheimer y otros demonios

"La palabra amor viene del latín amor. De ahí también las palabras amorío, amoroso,

desamorado, enamorado, amigo, amante, etc. La palabra latina viene de la raíz

indoeuropea *amma- (voz infantil para llamar a la madre),

más el sufijo -or (efecto o resultado, como en calor, dolor, fervor, etc.)".

-Diccionario Etimológico de Chile

ojo

Mi madre se llama Gladys y tiene Alzheimer desde hace un tiempo. En múltiples foros se habla, se explica y se apoyan a los familiares de estos pacientes. Sin embargo, el impacto de ver el rápido proceso degenerativo (lento en algunos sentidos, pero insensiblemente rápido en otros) se ha convertido para mí en un encuentro con las nociones más profundas que tengo sobre el tiempo, la memoria y la existencia. Ver a mi madre según se sumerge en el Alzheimer me ha llevado a construir una serie de interrogantes y plantearme una serie de teorías que en su mayoría solo las puedo expresar a través de la poesía o de la ficción. Aprovecho este espacio para compartirla con el ánimo de no sentirme tan sola en medio de todo este paso desgarrador, confuso y triste.

En un comienzo el diagnóstico fue demencia senil, a sus 70 años, era el diagnóstico más adecuado (ya no hay dudas de que es Alzheimer, cosas del plan médico infiero…). La terrible depresión de mi madre, visitarla y verla sucia, descuidada, sin nada en la nevera… no entender sus decisiones, cuestionarle hasta su forma de llevar la casa, recriminarle todo para después tener que recurrir hasta el Departamento de la Familia para poder intervenir con ella fue el inicio de un largo camino de reproche, rencor, resignación, búsqueda, encuentro y entendimiento, que bien sigue dándose de forma aleatoria, pero lastimosa.

Saber (se)

1.

Mami tiene demencia senil y la sentencia nos es muerte, es locura, y no es cuestión preocupante, sino enajenante. Mami es un dragón que bota humo, se consume como ramita, como leña y se evapora. Mami está vieja, vencida, ya no importa qué quiera demostrarle o qué quiera que de una vez acabe de entender porque al final se fue y nos cuesta nuestra propia cordura, nuestras costuras, aunque por las rendijas lo que me salga sea odio, tengo pena, tengo miedo, tengo demencia senil como ella y la sentencia no es muerte, es locura.

2.

Será la demencia un vacío de suspiros, una elevación

pajarito de suspiros y pititos al viento

tengo que pensarte

callarte, limpiar la mano que ensució las sonrisas

y secar la frente que me anuncia demencia

será la demencia la amiga hermana de la cordura

3.

El entredicho en el discurso

entreteje una comedia

que se entremete en la conciencia

dicho teje mete la conciencia

en contienda que versa

y apresa la exquiso

la frenia

la fresa

la tigresa

tigre

tigrona

tigrita

tigresa

azúcar

avena

canela

chimuela

Las mil y un preguntas que no salvan la vida

1.

Tocar el piso es besar la realidad

toparte con el vicio del círculo

del eterno retorno

una idea: vuelves al principio

No lo entendía hasta ahora:

se vuelve al principio

como la gravedad

te lleva al piso por más que corras

siempre regresas

Por eso dicen esas cosas de las monas que visten de seda

ni aunque se maquillen

ni aunque te disfraces, te quedas mona

si me hubiesen dicho

no lo hubiera creído

no huyas mucho

porque el piso siempre te encuentra

como la gravedad

por más que vuelas

por más que quieras

eterno retorno

aunque tengas el vicio

de querer volar

hombre

2.

Ya las preguntas desaparecen y los reclamos se vuelven monótonos. ¿Quién eras? ¿Qué fuiste? ¿Qué pasó? De cuando la disfuncionalidad es la norma, de cuando nos damos cuenta de la disfuncionalidad. “La ignorancia es atrevida” (cliché sabio).

3.

¿Cómo se maneja la vulnerabilidad

ese sentido de perderse, fugarse?

¿Cómo se maneja la arena que se escapa de los dedos

la que se queda?

Verse en un rostro descompuesto

¡verse!

Meterse en las cuencas de ese abismo

y perderse

¿Cómo me explico lo fútil?

,

¿Dónde equilibro tantos intentos de tiempo?

¿Dónde me coloco ante este derrumbe?

Soy el derrumbe

lo siento

Soy el terrible espanto

de ver(se)

saber(se)

,

Mientras, con esos ojos vibrantes de infinito,

mi hijo me pide que

le desee buenas noches, que duerma bien

que tenga dulces sueños

que nos veremos a la tarde…

Alzheimer

Los recuerdos se nos escapan

Tratamos de agarrarlos

por el dedito meñique

Tratamos de atraparlos/escalarlos/modularlos

Nadie piensa realmente en el olvido como un ente

 

Los recuerdos nos atan de sentido coherente/direccional/emocional

Cuando perdemos el sentido perdemos el recuerdo

 

¿Por qué nos aferramos a ciertas memorias?

¿Dónde se colocan los recuerdos buenos?

¿Por qué a veces los malos recuerdos

son los que más sentido tienen?

 

Gladys se cree en el trabajo,

¿cómo supiste que yo estaba aquí?, me pregunta

¿Mami está viva?

Cuando sale del error le comenta a la que está al lado,

(una señora de fácilmente 85 años)

Creía que Mami estaba viva,

¿pero no lo está?, pregunta la señora consternada

Yo al menos tengo mis dos padres vivos.

Qué bueno, contesta Mami con tranquilidad

Me vendrán a buscar a la tarde, anuncia la señora

Mientras explica que ya mismo dejará de trabajar.

 

La persistencia del tiempo

Nunca pensé que el tiempo pasara por su casa

le revolcara las gavetas y quemara el arroz

siempre me parecía que se quedaba tomando café

dándose una que otra cervecita

El tiempo era mío, lo único que tenía

(a las pobres solo se nos regalan ciertas cosas)

El tiempo era el mundo

y lo ingería golosa y lo vomitaba y lo tragaba

me hacía alucinar

juntos tramamos correr y llegar a la casa

sorprenderla leyendo

sentada en un sillón

 

Pero siempre fui ingenua

(permitía que mis amantes me mintieran

desbordados de amor)

 

Corrimos juntos y

solo así descubrí al tiempo bailando con ella

solo así vi que el tiempo nunca es fiel

Los sorprendí bailando

abrazados

el tiempo estuvo más con ella que conmigo

Llegamos corriendo a donde ella

leía en el sillón

El tiempo se fue con ella y leyó

El tiempo se fue con ella y la abrazó

El tiempo me hizo poner de rodillas

La infiel era yo

 

Aceptarte así en tu proceso

Retrato de mi madre 3

 

unas manos y hombros carcomidos por la vejez y el trabajo

una estatura reducida apocopada

un cuerpo casi borrado, fantasma de brisa

sábana al viento

un espejo frente a otro espejo

y a otros espejos

cual de ellos ventana

cual de ellos esquina

cual de ellos asilo

asilo de tiempo en espejo

manos

La más sencilla resolución, el acuerdo más simple

La resolución no tiene efecto, se escondió. La censura tuvo efecto. ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? Todos y cada uno se preguntaban. Carmelo en su sillón gritaba para que lo sacaran del río porque se había caído. “Me estoy muriendo,” murmuró. Noemí quiere dulces, quiere chocolates; un buen día dijo que no iba a caminar y la llevaron en sillón de ruedas. La diabetes no le permite ni un gustito. Tita llora porque hay un hombre que la mira, que la persigue, se esconde a veces en el techo de su cuarto y ella lo señala espantada. Rafaela quiere hacer una investigación del manejo de ese tipo de centros pequeños; dejó su trabajo anterior hacía apenas dos semanas y quiere entretenerse. Todos, todos seguramente hacían la pregunta incorrecta. ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegué aquí? El laberinto y el minotauro, de allí salió el mito. La respuesta a la verdadera pregunta es volver al principio, encontrar los rastros, el hilo, hacer un mapa de vuelta. De vuelta, ¿a dónde? ¿Volver el rumbo a dónde? ¿A dónde?  ¿A dónde?  ¿A dónde?  ¿A dónde?  ¿A dónde?  ¿A dónde?  Sencillamente seguir el rastro y volver, pero antes hay que matar al minotauro. ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata? ¿Cómo se mata?

Preámbulo o por donde empezó la cosa

Mami, ahora veo que lo intentaste

tanto

y tanto

 

Solo que no me di cuenta

no lo vi

es que estaba tan cargada, verás

de tantos reproches

de tantas preguntas

que no te escuchaba, Mami

 

No me conformaba

por más que te esforzaras

Quería que me vieras

a mí, Mami

Quería que me escucharas tanto

que no te oía

no te veía

 

Y nos mirábamos

como a un espejo…

mujer fumando

Prearreglo funeral

Te llevaré galletas y maltas

procuraré que nunca te falten pañales

ni jabón

cortaré tus uñas

te limpiaré las cajas de dientes

(me aseguraré de que las tengas puestas la mayoría del tiempo)

 

Te buscaré conversación

te recordaré tus muertos (a los que ya enterraste)

cada vez que te preocupes por ellos

te recordaré que te dan comida, que no tienes que tener miedo

trataré de inventarte temas alegres

no te hablaré de tus muertos

cuando no estés pensando en ellos

pretenderé creerte cuando me digas que saliste a comprar pan

que estás en la vieja fábrica donde trabajabas

te repetiré lo mismo de siempre

cada vez que me presentes como tu hija, saludaré

como si fuese la primera vez

 

Evitaré pensar en mi muerte

en la fragilidad que nos sostiene

en lo vulnerable que ha sido nuestra relación

en el hilo tan fino que nos ata

que nos desata…

 

Te abrazaré y daré besitos

te seguiré pidiendo la bendición

te aguantaré la mano

y cuando te vea perdida te traeré de vuelta

Misceláneos y otros asuntos administrativos

El Departamento de la Familia me amenaza, que tengo que sacar a Mami del hogar, que la administradora no tiene licencia (la perdió porque va a mudar el hogar). La administradora del hogar está en trámites de la licencia del nuevo hogar; su hogar se ha considerado de los mejores, nunca ha tenido querellas de ningún tipo. El Departamento de la Familia me dice que tomarán medidas legales en mi contra, que tengo que sacarla rapidito (usan el diminutivo como si me hablaran con cariño). No tiene licencia. Camino por Condado y veo a los viejitos con sus cuidadoras en el Parque del Indio; conozco a Luisa que pernocta con un viejito del que está encargada. Mentalmente me meto en montones de hogares hermosos, la que limpia, el que brega con el jardín, los perritos, la piscina y en el cuartito está la viejita y la que la cuida, la baña, la alimenta; hay tres cuidadoras que toman turnos. Ninguna de ellas tiene licencia y hasta ahora el Departamento de la Familia no ha llamado a nadie del Condado.

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