La Universidad Metropolitana (UMET) celebró a principios de octubre un importante diálogo entre representantes de la comunidad universitaria y candidatos a puestos electivos de los seis partidos que participarán en los comicios electorales del próximo 6 de noviembre. El encuentro, que tuvo lugar en el Anfiteatro Muñiz Souffront de la institución en Cupey, fue organizado en conjunto por la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales, la Asociación de Estudiantes Líderes AHORA, el Programa AHORA y las escuelas académicas de la UMET.
Bajo el título “Tendencias y Retos de la Educación Postsecundaria en Puerto Rico”, el evento contó con el doctor Rafael Bernabe, presidente y candidato a la gobernación del Partido del Pueblo Trabajador (PPT); el honorable Eduardo Bhatia, senador del Partido Popular Democrático (PPD); y la profesora Carmen Sánchez, candidata a senadora por acumulación por el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR). Asistieron, también, el licenciado Arturo Hernández, presidente y candidato a la gobernación por el Movimiento Unión Soberanista (MUS); el honorable José “Pichy” Torres Zamora, senador por el Partido Nuevo Progresista (PNP); y el licenciado Denis Márquez, candidato a la Cámara de Representantes por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).
Tras los saludos de rigor, la doctora Zaida Vega, vicerrectora académica y de asuntos internacionales y corporativos de la UMET, ofreció un contexto general sobre la situación actual de las instituciones de Educación Superior en Puerto Rico. Explicó que, de acuerdo al Directorio de Instituciones de Educación Superior publicado por el Consejo de Educación de Puerto Rico (CEPR) en junio de 2012, existen en el País 51 instituciones de este tipo debidamente licenciadas. La estadística de 2010-2011 provista por el CEPR muestra una matrícula total de 250,192 estudiantes, de los cuales 182,901 estudian en las instituciones privadas y 67,291 en las públicas. Estos números reflejan una tasa de participación de 73% y 27%, respectivamente.
Vega enfatizó que el alcance social de las instituciones de Educación Superior de Puerto Rico resulta incuestionable. Por tanto, los candidatos a puestos electivos debían explicar cómo –de ser electos- unirían esfuerzos con la Academia para responder a los múltiples retos que enfrenta tanto la Isla como las propias instituciones de Educación Superior. Esto porque, en gran medida, las universidades pueden y deben aportar a “dar respuesta a problemas viejos que venimos arrastrando como pueblo por décadas”. Esta introducción dio paso para que los Decanos de cada escuela académica de la UMET plantearan preocupaciones específicas, con el propósito de escuchar las reacciones de cada candidato.
Por un lado, la doctora Judith González, decana de la Escuela de Educación, argumentó que el sistema educativo público de Puerto Rico, y sus maestros, están sujetos a una gran variedad de regulaciones locales y federales. Estas restringen su capacidad de acción en aspectos fundamentales como la actualización del currículo escolar, entre otros. De ahí, que la docente estableciera como reto la pregunta: ¿Cómo proponen armonizar la creciente reglamentación federal y local para los Programas de Preparación de Maestros (PPM) y hacer viable la formación de maestros responsivos a las necesidades sociales actuales del País?
En el área de desarrollo económico, la UMET ha identificado un movimiento creciente de las universidades a insertarse en el desarrollo de oportunidades de emprendimiento. Ello a través de su oferta académica y servicios a la comunidad. Desde esta perspectiva, el doctor Juan Otero, decano de la Escuela de Administración de Empresas, inquirió a los candidatos sobre cómo sus programas de gobierno proponen sincronizarse con la Academia para proveer soluciones concretas a cuatro aspectos medulares para la creación de negocios y empleos. Estos son: gestión y obtención de permisos, costo energético, patrocinio del producto local y exportación, para lograr el éxito de los pequeños y medianos empresarios puertorriqueños.
Los renglones de la investigación, el desarrollo y la innovación fueron abordados por la decana de la Escuela de Ciencias y Tecnología, doctora Karen González, quien identificó una serie de retos para los candidatos. Entre éstos se destacan que no hay oportunidades de empleo, que la autogestión es muy burocrática (lo cual incita la fuga de talentos) y que los esfuerzos realizados por administraciones gubernamentales anteriores han sido insuficientes e inconsistentes. Esto le provocó preguntar a los candidatos cómo proponían articular con las universidades un proyecto de Gobierno que estimule la implantación real de un modelos de investigación – desarrollo + innovación en Puerto Rico, como mecanismo para evitar la fuga de talentos y estimular el desarrollo económico sostenible.
Recientemente, el Gobierno de Estados Unidos, mediante su reforma de salud de 2011 (Affordable Care Act), reconoció el rol a los profesionales de enfermería avanzada (nurse practitioners) como la solución para ofrecer un cuidado de salud de calidad. Estos profesionales han sido reconocidos en todos los estados y territorios norteamericanos con excepción de Puerto Rico, donde este año la Legislatura no aprobó un pryecto de ley (#2516) que buscaba atemperar la práctica de la enfermería local a estas nuevas tendencias. De ahí que la Decana de la Escuela de Ciencias de la Salud, doctora Lourdes Maldonado, preguntara a los candidatos: ¿Cómo proponen articular con las universidades proyectos dirigidos a reconocer los profesionales de servicios de salud de avanzada como el nurse practitioner y crear espacios de trabajo para nuestros egresados?
El decano de la Escuela de Asuntos Ambientales de UMET, doctor Carlos M. Padín, esbozó, de otra parte, una serie de síntomas que afectan la sustentabilidad de Puerto Rico a corto y largo plazo. Entre estos mencionó la fragilidad fiscal del País (49 de los 78 municipios no logran generar el 50% de sus gastos recurrentes y 18 de ellos dependen en un 75% del gobierno central); el manejo de los desperdicios sólidos (la Isla genera 5.5 libras por habitante, mientras que Estados Unidos genera 4.5 libras, América Latina 1.7 libras y Europa 2.2 libras); y que un 99% de la energía proviene de combustibles fósiles.
A esto se añade que solo un 8% de los terrenos están oficialmente conservados para la protección y el manejo de la biodiversidad, que 45% de la población no tiene conexión al sistema de alcantarillado sanitario, que no contamos con un Plan de Uso de Terrenos y que casi el 90% de los alimentos que consumimos son importados. En respuesta a estos datos, el doctor Padín interrogó a los candidatos sobre cómo sus Programas de Gobierno proponían viabilizar que las universidades se inserten en proyectos gubernamentales de desarrollo sostenible para Puerto Rico.
Las ponencias de los decanos de las escuelas académicas de UMET culminaron con el tema de la violencia. El mismo fue presentado por la decana de la Escuela de Ciencias Sociales, Humanidades y Comunicaciones, doctora Eloísa Gordon, quien sugirió que este constituye un eje conductor del resto de las problemáticas planteadas por sus antecesores. En su alocución, Gordon explicó que la política pública del País en torno a la criminalidad se ha caracterizado por respuestas principalmente punitivas, desde intervenciones en residenciales públicos hasta aumentos en el número de agentes policíacos y encarcelamientos.
Aunque estas acciones son necesarias para atender exigencias particulares, la Decana dijo que las mismas son de carácter altamente sintomático y que excluyen el análisis complejo e interdisciplinario que fomenta la prevención de los mismos. Justamente, subrayó, que éste es “el tipo de análisis que las universidades pueden proveer”. Ante esta situación, cuestionó como los Programas de Gobierno de los candidatos proponen crear con las universidades proyectos que resuelvan el problema de la violencia e incorporen las propuestas de la academia.
Luego de las presentaciones, cada candidato tuvo un turno de respuesta de 10 minutos para reaccionar a la información esbozada por los Decanos. Resultó interesante observar que, si bien el tiempo era limitado y los temas fueron muchos, la conducta generalizada fue la de recurrir a delinear los programas de gobierno de cada partido. Ello pasando por alto las múltiples interrogantes específicas sometidas por la Vicerrectora y los Decanos de la UMET.
Hay que reconocer que predominó entre los candidatos un ambiente de cordialidad, en el que no hubo ataques o insultos. Sin embargo, los candidatos perdieron, a nuestro juicio, una gran oportunidad de salirse del libreto y la retórica político-partidista a la que nos tienen acostumbrados a través de sus participaciones públicas y en los medios de comunicación. Dejaron, en fin, otra conversación inconclusa.