La institucionalización del movimiento 15M: el comienzo del fin de su éxito

foto

Muy recientemente se ha producido uno de los debates más acalorados dentro del movimiento 15M, algunos de los impulsores del movimiento se han constituido como asociación sin ánimo de lucro con el objetivo de ejercer una mayor presión sobre sobre las instituciones[1].

Uno de los aspectos más importantes asociados al surgimiento del 15M ha sido el fenómeno del ciberactivismo. El movimiento 15M es el exponente más importante de este importante fenómeno y ha demostrado el papel crucial de la blogosfera política y las redes sociales en su organización. El ciberactivismo de miles de usuarios y “bloggeros” ha mostrado que puede ayudar a movilizar, no solo temas sino también a una población aparentemente pasiva. 

arte

Howard Rheingold (2008: 18-23) propuso el término Smart Mob, para definir las acciones colectivas organizadas a través de SMS y correos electrónicos con una finalidad política. El movimiento 15M se ha convertido en el exponente más claro de multitudes auto-convocadas y auto-organizadas a través de la red. La convocatoria comenzó a través de listas de correo, SMS y redes sociales y dirigidas a las redes de confianza de los convocantes y se extendió rápidamente gracias al potencial comunicativo de medios de comunicación alternativos a los tradicionales tales como NODO50, REBELIÓN, PERIÓDICO DIAGONAL, INDYMEDIA, blogs y páginas afines. A partir de ahí alcanzaron a grupos de personas que también desconfían de los canales convencionales de información. Una vez iniciadas las movilizaciones, éstas continuaron con su ciberactivismo en la red y operando a través de las redes sociales o de páginas web que aún hoy actúan como nodos de conexión (http://www.spanishrevolution.es/, http://movimiento15m.org/, http://tomalaplaza.net/ o http://indignado.org/).

Una de las críticas más habituales al movimiento es la inconcreción de sus propuestas o el escaso impacto que tienen sobre el sistema. Sin embargo muchos parecen olvidar el mayor de sus éxitos. Su mayor éxito no es (ni debe ser) proponer reformas concretas, sino, y así ha sido hasta el momento, su capacidad para la movilización de personas a gran escala. La multitud emerge atrayendo la atención de los medios de comunicación generalistas, y se realimenta y cobra potencia de nuevo a través de las redes sociales. Se genera así una convocatoria a gran escala que consigue movilizar a ciudadanos muy alejados del núcleo convocante (Cfr. Barba, 2011: 26)[2]. Sin embargo, su éxito no se limita a la simple movilización cuantitativa, el verdadero éxito de estos movimientos radica en su capacidad para generar e impugnar un debate público monopolizado por un discurso tecnocrático y la desconfianza hacía la política.

foto

 El espacio público “mediático” se encuentra condicionado de tal forma que su aparente carácter abierto y plural ha quedado claramente menoscabado: procesos crecientes de concentración de la propiedad, aparición de poderosas agencias transnacionales de noticias, dependencia de los medios de comunicación respecto de lo novedoso y de las exigencias del mercado para la emisión de la información… En los últimos años esta realidad ha cambiado, la irrupción de Internet, del mundo de la World Wide Web, ha impuesto un cambio estructural en este espacio público  dominado por los medios de comunicación tradicionales. Si la Web 1.0 era de carácter unidireccional, hoy en día es bidireccional o multidireccional, facilitando la creación de una red de personas y de información que pueden interactuar. Esto ha dado lugar a lo que se conoce como la Web 2.0, caracterizada por una gran facilidad de comunicación, la multiplicación de actores protagonistas, así como la creciente apertura de espacios de redes relacionales nuevas.

arte

El proceso de democratización de nuestras sociedades modernas pasa necesariamente por un incremento de esferas publicas autónomas entre los participantes. Frente a una opinión pública dominada por los medios de comunicación de masas con unos niveles elevados de concentración no solo de la propiedad sino también de la información; la socialización de Internet, y la conformación de la esfera pública digital cada vez más dinámica pueden inaugurar un nuevo espacio para el debate público, para la política en sí misma.

Hoy más que nunca, este debate público no puede venir limitado a las fronteras del Estado-nación, de ahí que el movimiento 15M no deba institucionalizacionarse. Resulta imprescindible la creación de una esfera pública transnacional, donde la acción dispersa o coordinada de actores globales puedan llegar a influir sobre las autoridades nacionales o transnacionales. Su papel fundamental debe ser promover discursos o impugnar los marcos interpretativos que se nos proponen.

foto

Hoy más que nunca es crucial seguir manteniendo la tensión entre Estado y Sociedad civil,  la institucionalización, de algún modo, de este ciberactivismo puede suponer un claro retroceso en su potencial disruptivo. La incorporación de las asociaciones de la sociedad civil al funcionamiento o a los cauces previstos del Estado podría garantizar el éxito de determinados discursos, pero al tiempo reduciría el potencial crítico de esta nueva esfera pública.

Notas:

[2] El fenómeno 15M, nacional en sus orígenes ha sido el germen de protestas de origen y naturaleza similar en otros países, actuando como foco de presión nacional e internacional en un contexto como el que estamos de crisis económica internacional (http://www.publico.es/internacional/401757/occupy-wall-street-toma-el-corazon-de-la-ciudad,http://www.20minutos.es/noticia/1180289/0/15o/movilizacion/15m/

Lista de referencias:

Barba, C. (2011) Activismo político en la Sociedad Red: el caso del Movimiento por la Vivienda Digna en España, Ponencia presentada en el X Congreso español de Ciencia Política, http://www.aecpa.es/congresos/10/ponencias/337/.

Rheingold, H. (2008) Multitudes inteligentes. La próxima revolución social. Gedisa editorial.

Lista de imágenes:

1. "Vigilia en Sol", EFE, 2012.
2. Publicidad de aniversario 15M de Democracia Real Ya, 2012.
3. "Protestar, ¿es terrorismo?", El Economista, 2012.
4.  "Paz Vega - Sol", Ecodiario, 2011.
5. "15M: basta", Ecodiario, 2012.