Una revisión de la bibliografía especializada sobre el trasfondo histórico de la migración mundial durante el siglo XX arroja información significativa sobre los antecedentes del fenómeno a la época de la globalización. Diversas regiones del mundo atestiguan y protagonizan tales movimientos poblacionales humanos. Por tanto, los desplazamientos sociales mediante la migración no son privativos de la era de la globalización. Sin embargo, existe hoy una preocupación creciente por los inmigrantes, especialmente en los países destinatarios, y de forma particular por las causas, las consecuencias y la relación con el entorno de un mundo globalizado.
Formulemos algunas preguntas guías: ¿qué determina los desplazamientos poblacionales en la era de la globalización? ¿Qué características diferencian las migraciones actuales de las anteriores? ¿Cómo favorece o no la globalización a quienes buscan mejores condiciones socioeconómicas en esta etapa? Sin duda, el elemento globalización es prioritario en el panorama internacional, y es constatado mediante la consulta de documentos de organismos internacionales que estudian la realidad de América Latina y el Caribe.[1]
Partamos de la siguiente premisa: los debates sobre temas migratorios están permeados por el énfasis de las miradas expectantes socioeconómicas y políticas de los protagonistas gubernamentales y las organizaciones no gubernamentales, así como también de agentes académicos o investigadores de instancias supranacionales que gravitan alrededor de los países involucrados. Son discusiones sociopolíticas y económicas interesantes y meritorias capaces de abonar a la articulación de políticas migratorias estatales e internacionales para los nuevos tiempos. Hay factores cuasi nóveles que acompañan los desplazamientos colectivos, mayormente en la dirección sur a norte.
La migración en la era de la globalización plantea posibilidades investigativas, múltiples e interdisciplinarias, que propician escudriñar la movilidad poblacional. Sin embargo, investigar la temática migratoria mundial es tamaño reto, si consideramos la complejidad social de los migrantes y las circunstancias de las migraciones: necesidad laboral, composición familiar, exilio por motivos económicos, exilio por motivos políticos, etc. Se combinan la temporalidad migratoria con la permanencia, el retorno soñado con la realidad insospechada del imposible regreso, la legalidad con la indocumentación, la salvación de las remesas con la escasez de productos para aprovecharlas y otros rasgos propios de las migraciones en la aldea global.
Si bien hay presupuestos epistemológicos mínimos en referente al asunto migratorio, no existen consensos en los marcos referenciales de las variadas teorías que sobre la migración han sido esbozadas por algunos teóricos de las Ciencias Sociales. Probablemente, el más básico plantea que la migración es un fenómeno social, político y económico cuyas características corresponden a un momento histórico específico. Algunos teóricos investigan las relaciones entre los movimientos poblacionales y las transformaciones experimentadas por la sociedad durante una coyuntura histórica determinada. Los conocimientos resultantes proponen que el abandono de un lugar de origen conlleva razones socioeconómicas subyacentes, ya que comúnmente prevalece la búsqueda de mejores condiciones de vida.
Migrar es cambiar de lugar, de residencia u hogar, de geografía y de cultura; es trascender las fronteras jurisdiccionales del país de origen y arribar a otro destino. Es un movimiento voluntario u obligatorio, sólo o acompañado, individual o grupal, unidireccional o circular. Pero, el cambio geográfico no es sólo un mero traslado espaciotemporal; por el contrario, la llegada y la inmersión en el nuevo destino, final o transitorio, pueden implicar la transculturación como mecanismo de sobrevivencia o la construcción de un nuevo imaginario. El resultado puede ser la síntesis de la identidad apropiada hasta el momento de la partida, la hibridez cultural y la adaptación al entorno con la presencia intermitente de la cultura de procedencia.[2]
La migración se vincula estrechamente con un proceso de construcción y reconstrucción de identidades colectivas.[3] Romper los lazos tradicionales de la cultura que han vivido en común los emigrados presupone rehacer la idiosincracia en la coexistencia reagrupada en comunidades extranjeras, que dan lugar a modos diversos de vivir la identificación con el país referencial en la distancia. La movilidad poblacional se convierte entonces en la extensión de las fronteras culturales y la apertura a la interculturalidad o la multiculturalidad.
Reiteramos, si los procesos migratorios crecientes son vinculados con la globalización, no afirmamos que la migración contemporánea sea una consecuencia de la globalización, pero reconocemos una relación concomitante entre ambos fenómenos. Desde que Marshall McLuhan[4] pronóstico que el mundo sería una aldea global por vía de las nuevas tecnologías de las telecomunicaciones y del transporte, la globalización ha sido un imperativo emergente de estudio.
Las culturas siempre han evolucionado mediante los contactos directos e indirectos, así como también las influencias de todo tipo; mas el ritmo de los acontecimientos interculturales avanza ahora vertiginosamente. Antiguamente las distancias geográficas separaban las culturas, acercadas sólo por largos viajes. Hoy día los tecnologías de avanzada propician la virtualidad incorpórea y la instantaneidad globalizante.
Teóricamente, la globalización es una tendencia a la mayor apertura e integración de las naciones y culturas, particularmente, por vía de las actividades económicas promovidas por las empresas transnacionales y los organismos supranacionales que cuentan con el apoyo expreso o tácito de los estados locales. La expansión del radio de acción de las culturas locales, las empresas y los gobiernos es posible por los factores tecnológicos y grandes eventos mundiales acontecidos al final de la Guerra Fría, y la emergencia de un sistema económico mundial que pone fin a la existencia de sociedades vinculadas sólo regionalmente para constituir redes de interdependencia.
No existe un consenso teórico único sobre la globalización, por tanto, son destacables las diferencias entre algunos expertos. Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía de año 2001, considera que la globalización es integradora: “de los países y pueblos del mundo, producida por la enorme reducción de los costes de transporte y la comunicación, y el desmantelamiento de las barreras artificiales a los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y (en menor grado) personas a través de las fronteras"[5]. Acentúa el carácter económico corporativo de la globalización.
Otros críticos de la globalización difieren en cuanto al producto exclusivo y excluyente de lo económico. Anthony Giddens apunta al sentido político, tecnológico y cultural de un fenómeno influido por los cambios recientes en los sistemas de comunicacones[6]. Por su parte, Jagdish Bhagwati opina que la historia de la globalización “must be written in two inks: one colored by technical change and the other by state action." [7]
Por otro lado, Octavio Ianni acudió a diversas fuentes especializadas para abordar el tema y planteó sus teorías de la globalización a partir de la siguiente hipótesis:
“El mundo ya no es exclusivamente un conjunto de naciones, sociedades nacionales, estados-naciones, en sus relaciones de interdependencia, dependencia, colonialismo, imperialismo, bilateralismo, multilateralismo... Aunque las naciones y el individuo sigan siendo muy reales, incuestionables y estén presentes todo el tiempo, en todo lugar y pueblen la reflexión y la imaginación, ya no son ‘hegemónicos’. Han sido subsumidos formal o realmente por la sociedad global, por las configuraciones y los movimientos de la globalización"[8].
Planteamiento que se convirtió en un referente fundamental del nuevo paradigma. Cualquier acercamiento crítico al tema debe superar los patrones de conceptualización de lo internacional para dar paso a lo global, es decir, la interpretación de la realidad mundial amerita una visión holística capaz de auscultar las relaciones entre los estados nacionales y los intereses económicos mundiales que representan. Eso es importante para considerar el aumento de las migraciones humanas a través de las fronteras, uno de los movimientos abarcados por la globalización.
*Las imágenes son del artista Adál Maldonado "El Arroz and Beans Spanglish Sandwich", "Los Time Zones" [relojes en la pared] y "El Passport" todos pertenecen a la instalacion, "Blueprints For a Nation". El Autoretrato, "The Jíbaro Brain that Wouldn't Die" es de la serie, "Blue Bananas on Fire" y el video "Mambo Madness" es parte de la obra de Teatro, "La Mambopera". .
Notas:
[1] Por ejemplo: Organización de las Naciones Unidas, Comisión Económica para América Latina. Migración internacional, derechos humanos y desarrollo en América Latina y el Caribe: síntesis y conclusiones, Trigésimo Primer Período de Sesiones, Montevideo, Uruguay, 20 al 24 de marzo de 2008. [consultado: 15/09/2008]. Citaremos otros en el desarrollo de este escrito.
[2] Véase al respecto el aporte significativo de: Yolanda Martínez San Miguel, Caribe two ways: cultura de la migración en el Caribe insular hispánico (San Juan: Ediciones Callejón, 2003); también, aunque de otra época y con una perspectiva sólo aplicada al caso de Puerto Rico, Germán De Granda, Transculturación e interferencia lingüística en el Puerto Rico contemporáneo: 1898-1968 (Río Piedras: Editorial Edil, 1972).
[3] Este ángulo es problematizado a profundidad por: Dra. Ingrid Wehr, Migraciones. Ponencia presentada en Conferencia Anual de la Asociación Alemana de Investigación sobre América Latina (ADLAF) llevado a cabo por el Instituto Arnold-Bergstraesser y el Seminario de Ciencia Política de la Universidad Albert-Ludwig del 13 al 15 de novembre del 2003 en Friburgo, Alemania. [consultado: 3/10/2008].
[4] Herbert Marshall McLuhan (1911-1980), canadiense, teórico de las comunicaciones, profesor de literatura inglesa y filósofo, es reconocido hoy como uno de los pioneros en el estudio de los medios, de comunicación y la función de estos en la futura sociedad de la información.
[5] Joseph E. Stiglitz, El malestar de la globalización, (Madrid: Santillana Ediciones Generales, S.L., 2002). 45.
[6] Anthoy Giddens, Un mundo desbocado: los efectos de la globalización en nuestras vidas (Madrid: Ediciones Taurus, 2000). 23.
[7] Jagdish, Bhagwati, In Defense of Globalization (New York: Oxford University Press, 2007). 11.
[8] Octavio, Ianni, Teorías de la globalización (México: Siglo Veintiuno Editores, S.A. de C.V., 1997). 3.