No hay que ser Kublai Khan para ser exitoso*

En la recién estrenada serie de Netflix, Marco Polo, se presenta la imagen de Kublai Khan, el jefe mongol cuyo encuentro y posterior relación con Marco Polo se considera un hito en la historia universal. En la serie se caracteriza a Kublai Khan como un líder fuerte, cuyo poder se fundamenta en hacer sentir su opinión —a veces con efecto letal— a todos sus súbditos y enemigos. De acuerdo con esta caracterización, se podría asumir que Kublai Khan reflejaba las características de un líder extravertido.

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Si la extraversión fue probablemente un elemento característico del líder mongol y si, en muchas ocasiones, características de extraversión se asocian con el triunfo de muchos líderes políticos y corporativos a nivel mundial, cabe preguntar, ¿es necesario ser extravertido para triunfar en el mundo contemporáneo? ¿Ostentan —y pueden transmitir— poder político, corporativo y administrativo, solo aquellos que hacen sentir su opinión en todo momento y sin reserva alguna? ¿Tiene el introvertido alguna oportunidad para desarrollarse como profesional y líder en el campo profesional de su predilección?[1]

Según un artículo publicado en Harvard Business Review, aquellos individuos que exhiben características de extraversión son considerados como los líderes por excelencia.[2] Debido a la proyección de los extravertidos, a estos “se les percibe como altamente efectivos”. Además, “se les favorece en procesos de reclutamiento y promoción”.[3] No obstante a estas observaciones, las fortalezas de los extravertidos se pueden convertir en sus debilidades.

La proyección de control originada por el líder extravertido puede resultar efectiva en relaciones profesionales en las que no se espera que los empleados contribuyan de manera orgánica y substancial a procesos esenciales para el sostenimiento de la organización. Sin embargo, si la organización promueve el que empleados de diferentes niveles contribuyan con sus ideas al progreso de este ente, los líderes extravertidos pueden considerar estas contribuciones como una amenaza al poder que ejercen en la organización.[4] Es en situaciones como éstas en las que los introvertidos pueden contar con una ventaja por encima de los extravertidos.

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De acuerdo con Laurie Helgoe, de la Escuela de Medicina de Virginia Occidental, “el cerebro de los introvertidos depende en menor grado de estímulos externos y recompensas”.[5] Como consecuencia de esto, los introvertidos utilizan como marco de referencia la satisfacción interna que proviene del desarrollo de tareas que provean sentido a sus acciones y a su existencia (Helgoe: 2010). Cabe preguntar, ¿puede esta satisfacción interna generar beneficio no solo para el introvertido, sino también para la organización mediante la cual se relaciona con otros?

Tres individuos considerados por muchos como introvertidos, pueden contestar esta pregunta: Bill Gates (director ejecutivo de Microsoft), Warren Buffett  (director ejecutivo de Berkshire Hathaway) y Steven Spielberg (director de cine y productor, entre otros). Según la revista Forbes, Gates y Buffett ostentan el primer y segundo lugar (respectivamente) en la lista de personas con más dinero en el mundo.[6] Además, ambos están sumamente involucrados al desarrollo o apoyo de causas benéficas. Por otro lado, Steven Spielberg ha sido el director y productor de películas de gran renombre a nivel mundial. Gates, Buffett y Spielberg evidencian el éxito que los introvertidos pueden tener a nivel profesional y personal. Sin embargo, ¿cómo han alcanzado el éxito?

Según Del Jones (2006), los introvertidos pueden tener éxito en aquellos ambientes que le dan la bienvenida a aquellas características que los definen.[7] Por ejemplo, una organización puede percibir estas características como reflejo de sabiduría y calma ante situaciones adversas (Jones: 2006). Estos atributos pueden ser sumamente útiles en el mundo contemporáneo.

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Por otro lado, los introvertidos pueden tener mejores oportunidades para su desarrollo profesional y personal, en aquellos ambientes cuyas características sean adaptables a la personalidad del introvertido. John Bertram, un reconocido arquitecto estadounidense radicado en Los Ángeles se considera introvertido e indica que, aunque reside en una de las ciudades más competitivas del mundo, las características de su profesión le proveen el espacio para desarrollarse y distinguirse como profesional en su campo y para lidiar con retos y conflictos potenciales  de una manera cónsona con su personalidad. Además, Bertram disfruta de “investigar, diseñar, dibujar…” actividades que puede desempeñar a su paso y de manera independiente. [8]

Aunque no todos los espacios (profesionales o sociales) cuentan con una flexibilidad orgánica que facilite la integración del introvertido, aquellos en posiciones de liderazgo pueden, potencialmente, contribuir a este tipo de integración, concienciándose sobre algunos elementos clave relacionados con los tipos básicos de personalidad antes mencionados y conociendo acciones potenciales  que se pueden tomar en cada renglón:

—Existen tipos de personalidad diferentes. Cada individuo responde a estímulos externos (tanto en la actividad profesional como en interacciones sociales) de acuerdo con su personalidad. 
-Acción: interactuar con su grupo social o de trabajo y discierna las características que definen a cada miembro de los grupos.

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—El término “participación” no necesariamente significa lo mismo para todo el mundo. Lo que es participación para un extravertido no necesariamente responde a la definición que un introvertido posee sobre este término. Existen personas que participan de manera —visiblemente activa— en discusiones verbales, sin embargo, otros pueden participar de una actividad similar, o con objetivos similares, si esta se lleva a cabo en otro entorno, e.g. un ambiente virtual.    
-Acción: integrar, en la medida en que sea relevante y posible, las interacciones virtuales al entorno profesional o social. Esto puede proveer un foro adicional de comunicación que se adapte a las necesidades de comunicación de cada persona que sea parte de un equipo de trabajo o grupo social particular.

—El tiempo que le toma a una persona responder a una pregunta no necesariamente tiene que ser igual al tiempo de reacción de otra persona. Hay individuos que responden a preguntas de manera inmediata, mientras que otros necesitan un tiempo adicional para preparar y emitir una respuesta.
-Acción: utilizar una de las destrezas de comunicación más fundamentales: escuchar atentamente al interlocutor. Esto incluye proveer el espacio para pausas y para que se provean respuestas después de algún cuestionamiento.

—El tono y volumen de voz de un individuo son únicos de esa persona y no guardan una relación directa con el potencial de éxito de ese individuo.
-Acción: proveer el espacio, tanto en lo profesional como en lo social para que los individuos que le rodean se puedan comunicar de acuerdo con el estilo individual de comunicación que les caracterice.

—Hay individuos que trabajan mejor en espacios con los que se sienten más familiarizados.
-Acción: desarrollar un clima de trabajo que no se caracterice por un número excesivo de restricciones. Por ejemplo, en el ámbito profesional, se puede considerar el que los empleados de una organización puedan llevar a cabo —en la medida en la que sea posible para la organización— parte de su trabajo desde sus casas o proveerles un horario de trabajo flexible.  

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Notas:

* El objetivo de este escrito es proveer una observación sobre un fenómeno de índole social, cultural y profesional que reta el concepto de la existencia de un solo tipo de personalidad idóneo para obtener el éxito profesional y personal. Este no pretende ser un tratado en psicología, psiquiatría u otra ciencia relacionada como tampoco pretende ofrecer consejería en estas áreas. 

[1] Aunque los términos extraversión e introversión son parte de una tipología básica de la personalidad, aun se utiliza esta terminología como marco de referencia para el desarrollo de estudios académicos. A modo de referencia, el Diccionario de la lengua española define extraversión como: “condición de la persona que se distingue por su inclinación hacia el mundo exterior, por la facilidad para las relaciones sociales y por su carácter abierto” y a la introversión como: “condición de la persona que se distingue por su inclinación hacia el mundo interior, por la dificultad de las relaciones sociales y por su carácter reservado.”

[2] Grant, A. M., Gino, F., & Hofmann, D. A. (2010). The hidden advantages of quiet bosses. Harvard Business Review, 88 (12), 28.

[3] Ibid.

[4] Ibid.

[5] Helgoe, L. (2010). Revenge of the introvert. Psychology Today, 43 (5), 54-61.

[6] “The world's billionaires” (n.f.). Forbes. Recuperado de http://www.forbes.com/billionaires/.

[7] Jones, D. (2006, 7 de junio). Not all successful CEOs are extroverts. USATODAY.com. Recuperado de http://usatoday30.usatoday.com/?money/companies/?management/2006-06-06-s...

[8] Helgoe, L. op. cit.

Lista de referencias:

Fusco John. 2014. Marco Polo. Los Gatos, CA: Netflix.

Grant, A. M., Gino, F., & Hofmann, D. A. (2010). The hidden advantages of quiet bosses. Harvard Business Review, 88 (12), 28.

Helgoe, L. (2010). Revenge of the introvert. Psychology Today, 43 (5), 54-61.

Jones, D. (2006, 7 de junio). Not all successful CEOs are extroverts. USATODAY.com. Recuperado de http://usatoday30.usatoday.com/?money/companies/?management/2006-06-06-shy-ceo-usat_x.htm.

Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22ª ed.). Consultado en http://www.rae.es/recursos/diccionarios/drae.

“The world's billionaires” (n.f.). Forbes. Recuperado de http://www.forbes.com/billionaires/.

Lista de imágenes: 

1) Boris Paramatarov, "My Demons", 2013.
2) Caity Weaver, "Extrovert/Introvert", 2014. 
3) Darilyn Williams, "An Extrovert Diva", 2011. 
4) "The Power of Introverts", 2012. 
5) Dana Damki, "The Extroverted and the Introverted Person in Direct Comparison", 2014. 
6) Jackie Lea Sommers, "I Am Introverted But Not Shy", 2013.