Breve encuentro con Ángel F. Rivera

 

Ángel F. Rivera, quien fuera el empleado con mayor antigüedad de la WIPR-TV, falleció a principios de este año. Antes y durante su estadía en el canal, Rivera se destacó como actor y director; roles que fungió con igual desempeño en la televisión, el teatro y el cine. Habiendo dirigido dos de las mejores películas de la DIVEDCO, Un día cualquiera (1953) e Ignacio (1956), sus aportaciones a la filmografía boricua son de particular relevancia. El valor estético de ambos filmes es incuestionable y, como documentos históricos en sí mismos, son buen incentivo para elaborar diversas discusiones sobre cultura popular, el rol del arte en las masas y el desarrollo del Estado Libre Asociado. Sin embargo, la entrevista que le hicimos a don Ángel estaba más interesada en resaltar otro aspecto de su vida: su trabajo como custodio del archivo de imágenes en movimiento de la televisora pública puertorriqueña.

En el 2012 docuCaribe (colectivo al que pertenezco) llegó al centro de documentación Ángel F. Rivera para entrevistar al hombre por el cual se nombró el espacio. Esta titularidad  no era meramente simbólica ya que don Ángel era, al momento de la filmación, su único empleado. El video que surgió de esta visita, En 7 segundos (2012),  no pretende servir como biografía personal o artística.

El corto-documental contiene dos discursos simultáneos: las historias del entrevistado y las consecuentes impresiones, necesariamente subjetivas, de los entrevistadores. El hecho de que el documental capture ciertos aspectos de la realidad (o de la verdad cuando uno tiene suerte) no significa que el espectador sólo está permitido una apreciación inquebrantable del material; cuando uno lo repiensa o lo vuelve a ver, siempre aparecen nuevas posibles interpretaciones. A lo menos, espero que En 7 segundos haya tiempo para diversas lecturas.

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