Una noche húmeda y lluviosa conocí a un hombre en una barra de Río Piedras. Tenía un sombrero, una mirada melancólica, y muchos cuentos que contar. Tomaba una 7up y se fumaba un cigarrillo tras otro. Me dijo que su nombre era Bruno Soreno, pero no le creí. Después me habló de un libro que estaba escribiendo, Todos los nombres el nombre. Le creí menos aún. Quizás pensó que porque tenía espejuelos le iba a creer todo lo que decía. Al final terminó entreteniéndome toda la noche, así que decidí darle un cuestionario para que ustedes también pudieran conocer a este personaje.
Bruno Soreno responde un cuestionario
1. ¿Con qué escritor, vivo o muerto, te gustaría beber un par de cervezas?
Definitivamente que con Manuel Ramos Otero, y no serían cervezas. También me gustaría besarlo en la boca. Ese bigote, dios…
2. ¿Qué cuento o novela te gustaría haber escrito?
Me hubiera encantado escribir La Metamorfosis de Kafka, y lo hice pero al revés. Ya saldrá publicada. No me hubiera gustado escribir Terrazo, pero alguien tiene que hacerlo.
3. ¿Cuál es tu libro favorito de la literatura puertorriqueña?
Creo que tendría que decir, así con la pistola en la sien, que “Cuentos para fomentar el turismo”, de Emilio S. Belaval. Sin pistola en la sien, leería “Historias tremendas” de Cabiya hasta el cansancio.
4. Nombra tu pintor, músico y filósofo de cabecera.
Soy insómnico, así que el concepto de cabecera no es aplicable. Francis Bacon es mi pintor predilecto. Destruye lo humano desde sí mismo. Leonard Cohen, en cuanto a música, me parece genial. Podría oírlo hasta el cansancio. Guilles Deleuze es el único filósofo que ha dicho verdad. Lo amo. A ti, no podría verte, escucharte o pensarte pensar ni en pintura.
5. ¿Cuál es tu chiste favorito?
Mi chiste favorito es pésimo, y me lo inventé yo: “se encuentran dos mexicanos en una barra. Uno le pregunta al otro: “oye: ¿tú eres moderno o posmoderno güey?”, el otro le responde: “¡posmoderno cuate!” Dije que era pésimo, pero me mata.
6. Si pudieras decretar alguna ley en Puerto Rico, ¿cuál sería?
El suicidio colectivo compulsorio de los legisladores al final del cuatrienio. No valen los años bisiestos.
7. ¿Cómo te sientes en relación a los premios y los certámenes literarios?
Quiero ganarlos todos. ¡Ups! Ya me los he ganado todos.
8. ¿Qué ritos tienes al escribir?
Beber.
9. ¿Cómo conociste a Juan Carlos Quiñones?
Fue en una barra. En un principio no me cayó muy bien. Me pareció un poco pedante. Después se invitó a una cerveza y me provocó pena. El que te invita a una cerveza en una barra siempre tiene algo que contar, algo que generalmente tú no quieres escuchar. Venga. Escucho una historia patética de que el hombre era escritor. Eso es patético. Yo afirmaba sí sí en los lugares apropiados. Nos hicimos amigos más por pena que otra cosa. Yo le dije que mi nombre no existía, pero no pareció importarle.
10. ¿Quién ganaría una riña callejera entre Diego Deni y Bruno Soreno?
No voy a dignar esa pregunta con una respuesta. Responder ya es un abuso.
11. ¿Cómo hizo Juan Carlos Quiñones para robarte el spotlight de Breviario, y cómo hiciste para robárselo de vuelta en Todos los nombres el nombre?
Yo he robado cosas. Lo admito. Me he robado mi propio libro varias veces (hay que comer) y Diego Deni o Pedro Cabiya o El Dominicano o como quieran llamarle, no me dejará mentir. Especialmente porque le he robado a él. Y él a mí, pero esa la resolvemos en la mismísima calle que mencionas. Sobre spotlights, no sé. Creo que escribo buena literatura. Que escribo literatura que intriga, que se deja leer con goce, que encojona a veces, como algunas mujeres. Creo que nadie ha escrito un libro como Todos los nombres el nombre en este país, pero todos mis testigos están muertos. Creo que nadie ha escrito un libro tan bello como un libro puertorriqueño en el mundo, Mayra Montero incluida. Creo que nadie va a leer a Mayra Montero ni a su mamá dentro de cinco años. Creo que Todos los nombres el nombres sí será leído. Me parece un litmus test razonable. No sé si respondí a la pregunta. Me convertí en político ahí.
12. ¿Cómo fue el proceso de armar un libro con elementos tan diversos como Todos los nombres el nombre?
Siete años. Y pensar exactamente el libro que no quería escribir.
13. Algunos han dicho que tu escritura pasa cada vez más de lo experimental al experimento literario. ¿Qué podrías comentar al respecto?
No comprendo la pregunta en lo absoluto. Me distancio de lo narrativo por razones estratégicas, y regreso. Me encantan las historias. Soy cuentero. Lo que pasa es que he descubierto que toda historia empieza sin empezar. Eso la hace experimental. Descubro que el modo de contar una historia (y que conste, contar una historia es provocar un sentimiento, no más) incide en la historia. Selecciono modos heterodoxos de contar historias y no descubrí el mediterráneo. Así lo hacen miles. No todos con mi talento.
14. ¿Desde tu punto de vista, cómo ha cambiado el panorama de la literatura puertorriqueña en los últimos diez, quince años? Y más importante, ¿hacia dónde vamos?
Desde mi punto de vista (si es que importa el punto de vista de alguien) “la literatura puertorriqueña” whatever that means. Está en su mejor momento. Leo todo lo que sale. Sale mucha mierda. Pero tenemos que entender que en cualquier lugar del mundo o la galaxia donde se escriban libros van a salir libros malos. Muchos. Cualitativamente, no reconozco un momento donde haya habido un ímpetu de calidad como este desde los treinta, y que conste que ahí no había nacido. Algo mejor: por primera vez leo en las redes sociales cómo los jóvenes y las jóvenes boricuas dicen con orguyo que están emocionados con su propia literatura. ¡Claro! ¡Si la están escribiendo ellos mismos coño! Es genial. Yo estoy feliz con el momento. Los ochentas y los noventas fueron atroces. Eso es indiscutible. Ahora estoy gozando. A los muchachos y muchachas: me prometí que no voy a comprar un libro más. Si quieren que los lea, regálenme, y les prometo reseñas. Si no, todo el mundo sabe donde queda el carajo.
15. ¿Qué estás escribiendo en este momento? Y, si quieres servirnos de espía, cuéntanos qué hace Juan Carlos Quiñones.
Soreno escribe, casi termina un libro que se llamará “Poison Pills”. Yo lo recomiendo. Es rock & roll de la hecatombe. El susodicho recopila un libro a llamarse “Paños tibios” que ha ido publicando en FB y que pendejos y pendejas como tú y como yo comprarán. Juan Carlos Quiñones escribe una novela rara llamada “La noche de los canguros asesinos”. Otras cosas se entrevén. Cagarme en tu madre es una.
Lista de imágenes:
1. Portada de Todos los nombres el nombre (Colección Maravilla, 2013) de Bruno Soreno.
2. Bruno Soreno en la presentación de su libro.
3. Rafah Acevedo, Marta Aponte Alsina, Juan Carlos Quiñones y Alberto Martínez-Márquez.
4. Notas de Bruno Soreno, para el presente y el futuro.