El punto más alto de sensibilidad de un artista argentino es Spinetta. Me conmueve cada vez que lo escucho como si fuera la primera vez.
-Carlos Alberto “Machi” Rufino
Siempre recordaré una fiesta a la que fui, hace años, en casa de un amigo. (A decir verdad, estuve en la fiesta, pero no estuve presente en el momento glorioso en que surgió la leyenda de…) Dos amigos, luego de haberse dado unas cuantas friítas de más, entraron en una tensa discusión. La disputa era en torno a la música, ese objeto discreto que desencadena pasiones en un grupo selecto de aficionados.
En un lado del ring, el primer contrincante afirmaba que Gustavo Cerati era el mejor músico del rock argentino, que Soda Stereo, Amor amarillo y Bocanada eran prueba suficiente de su maestría, y que nadie le podía dar la liga. Estoy bastante seguro que en ese momento estaba de acuerdo con este argumento (y todavía, hasta el día de hoy, pienso que son discos geniales). En el otro, un amigo que admiro mucho por su conocimiento enciclopédico de la música decía que Cerati no sabía nada, que era un bebé, una mala copia de Luis Alberto Spinetta. Si bien yo conocía algunos discos del Flaco, no podía decir que me gustara demasiado, y menos aún que fuera mejor que Cerati.
Yo podía entender que alguien dijera que Cerati tenía menos carrera que Spinetta, incluso que aprendió bastante de él, pero que era un bebé y que no daba la talla…eso me costaba. En fin, se caldearon los espíritus y la discusión vino a su apoteósico final cuando el amigo que estaba del lado de Spinetta le tiró un vaso de limoncillo al otro en la cara y luego se metió la mano en los pantalones, sacó a su amigo, y dijo enfáticamente: “¿Cerati? ¡Cerati éste!”.
Creo que hoy, que vivo en otro país y he escuchado mucha más música, puedo afirmar, junto al amigo de temple más histriónico, que el 8 de febrero del 2012 murió en la ciudad de Buenos Aires el músico de rock argentino, cuando no, el latinoamericano más importante de los últimos 40 años. Ese día murió Luis Alberto Spinetta, luego de una breve pero intensa lucha contra el cáncer pulmonar. Yo volvía de unas vacaciones en Puerto Rico, justo acababa de llegar, estaba tirado en un colchón, cuando un mensaje me alertó de su muerte. Estaba con mi novia y de repente me quedé callado. No lo podía creer, me sentí entrar en el vacío, en la nada. ¿Qué haríamos sin Luis, sin el Flaco, sin su poesía? Encendí la televisión y todos los canales reportaban: Luis Alberto Spinetta, muerto a los 62 años, Adiós al Flaco, El conocido compositor de la canción “Muchacha (Ojos de papel)” ha muerto.
Spinetta nació el 23 de enero de 1950 en Buenos Aires. Después de pasar por varias agrupaciones durante su adolescencia, en 1968, es decir, con unos escasos 18 años de edad, Luis Alberto lidera el grupo Almendra junto a Edelmiro Molinari (guitarra), Emilio del Guercio (bajo) y Rodolfo García (batería). Los cuatro jóvenes tomaban sus pautas musicales del movimiento beatnik que se gestaba en Argentina (Moris, Los Gatos salvajes, y del lado de Uruguay, Los Shakers, entre otros), y en poco tiempo se convirtieron en una piedra angular del movimiento que dentro de varios años sería conocido como el “rock nacional”. No es muy exagerado proponer que Los Gatos, Manal y Almendra son considerados el triunvirato de la época dorada del rock argentino. La gran canción del grupo, que incluso hoy resulta ser un de los temas más conocidos de toda la carrera de Spinetta, fue “Muchacha (Ojos de papel)”. Veamos el primer tema que grabaron juntos, el “Tema de Pototo”:
Almendra se disuelve en 1970 para dar paso a su próxima agrupación: Pescado Rabioso. Como sugiere su nombre, la nueva alineación de Black Amaya (Batería), David Lebón (bajo) y Carlos Cutaia (teclado) tiene una inclinación por el rock pesado y el blues, y transitan una línea musical más cercana a Led Zeppelin que la música beat o hippie de Almendra. El siguiente video, a pesar de la moderada calidad del sonido, refleja la energía de sus presentaciones. Disfrutemos de “Post-crucifixión” grabado en 1972 para la película Rock hasta que se ponga el sol:
Con Pescado Rabioso graban tres discos: Desatormentándonos, Pescado Rabioso 2 y Artaud. Para el tercero, las tensiones internas provocan una ruptura en el grupo. Luis Alberto termina grabando prácticamente la totalidad de Artaud por su cuenta, pero, por causa de obligaciones contractuales lo termina publicando bajo el nombre de la banda. En el año 2007, una encuesta de la Rolling Stoneargentina entre músicos y la prensa especializada nombró Artaud como el mejor disco de la historia del rock nacional. En su lista de Top 10, Cerati sitúa en el primer lugar a Artaud, en el tercero al primer disco de Almendra, y en el octavo el primer disco de la próxima banda de Spinetta, Invisible.
La vida de Pescado Rabioso se extiende de 1971 a 1973. Hacia finales del 73, bajo la influencia del jazz y el fusion, forma un trío junto a Héctor “Pomo” Lorenzo y Carlos Alberto “Machi” Rufino. Para muchos la banda más hermética de Spinetta, Invisible unía largas improvisaciones del jazz con elementos del rock progresivo, fusion y el tango. El hermetismo también se extiende a las letras de esta época. Aunque desde el inicio de su carrera Spinetta es reconocido por su manejo del lenguaje y sus imágenes poéticas, acá se distancia aún más y alcanza un vuelo poético que raya en lo abstracto. Invisible se separa en el año 1976.
Entre el 77 y el 78 forma la Banda Spinetta, con quien produce un gran disco, A 18 minutos del sol, más en la línea del jazz. Esta joya forma parte de ese momento:
Luego, durante la década de los 80 toma forma Spinetta Jade, un súper grupo que en su momento era la única competencia posible de Seru Girán. La formación de Jade cambió incesantemente, pero en un principio está compuesta por Héctor “Pomo” Lorenzo en la batería, Juan del Barrio en teclados, Pedro Aznar en bajo y Lito Vitale en los teclados, quienes luego fueron remplazados por Diego Rapoport y Beto Satragni.
Al mismo tiempo que está con Jade, para el décimo aniversario de la separación de Almendra se reúne la banda y editan un disco, además, el Flaco comienza a grabar por su cuenta cada vez más. Spinetta Jade para de tocar en 1984 y desde entonces Spinetta se dedica a hacer discos solistas, con excepción de un intento fallido en 1985 con Charly García, un disco en 1986 con Fito Páez y los discos entre 1997-1999, que grabó con el power-trio Los socios del desierto.
Se podría escribir y escribir sobre la carrera de Spinetta, sobre sus letras que nos hacen viajar, sobre sus arreglos que vuelven tan locos a los músicos, sobre su humilde personalidad, sus hijos que se volvieron músicos, en fin. Lo que más me revienta la cabeza, personalmente, fue lo que aconteció el 4 de diciembre de 2009 en el estadio de Vélez Sársfield. Para celebrar sus 40 años en la música, Luis Alberto Spinetta llevó a cabo un concierto que se tituló Spinetta y las Bandas Eternas. Tristemente este sería su canto de cisne simbólico.
En el escenario se juntaron, una tras otra, todas las bandas con las que tocó Spinetta. Acá, eso lo llaman el sueño del pibe: ver a miembros de Spinetta Jade, a Invisible, Pescado Rabioso y Almendra, todos, sin dejar de lado la cantidad interminable de invitados que lo acompañaron. Nadie se lo esperaba, pero el recital duró cerca de 5 horas. E igual que todos nosotros en el público, los fans, un Cerati incrédulo, que no podía creer lo que estaba pasando. Tocó, con su ídolo de toda la vida, “Té para tres” y “Bajan”. Hacia el final del video le escuchamos decir…“Si hay un sueño cumplido, es este”.
Lista de imágenes:
1. Fotógrafx desconocidx, Gustavo Cerati, año desconocido.
2. Carlos Romano, Luis Alberto Spinetta, 1973.
3. Germán Sáez, Spinetta y Cerati en Buenos Aires, 2007.
