Nos encontramos en un café hermoso, de apariencia lujosa, en la Ashford. Para nuestra sorpresa era mucho menos costoso que la famosa cadena estodounidense que se encontraba justo dos locales al lado. El ambiente, que recordaba a esos salones, esos "coffee rooms" donde precisamente se daban tertulias literarias en tiempos anteriores, nos facilitó una afable conversación sobre poesía y sobre el nuevo poemario El Jardín en Luto.
Editores Cruce: Hola Miguel, gracias por brindarnos de tu tiempo para hablarnos de tu nuevo poemario El Jardín en Luto. Mientras veía los nombres que le tienes a cada poema vi que ¡tienes allí unos versos de Esteban Tollinchi, en uno de los epígrafes!
Miguel Ángel Náter: Sí, ese es un fragmento de una obra de teatro que no está publicada. Trata sobre la muerte de Lorca; no tenía título y el albacea en aquel entonces, Heber Iglesias, me pidió que le pusiera un título. Como la frase Granada se desangra se repite constantemente la usé.
EC: Me pareció muy bonito que les dedicas casi todos los poemas a diversas personas cercanas a ti, ya sea en la profesión, en tu vida personal o en tu vida social.
MAN: La dedicatoria, no habla de la persona a quién se le dedica. La dedicatoria es como cuando alguien hace una obra y se la dedica a alguien.
Entre los que tienen dedicatoria, hay personas que son muy queridas. Por ejemplo, María Teresa Narváez fue mi maestra, igual que Mercedes López Baralt y Edith Faría, María Luisa Lugo, que es casi mi hermana, a Mario Ayala. En el caso del que dedico a Néstor Rodríguez, a quien aprecio mucho, porque fuimos estudiantes juntos, le agradezco su escrito en la contraportada. Creo que tiene una visión atinada de mi poesía. En el caso de Mario Ayala, que es un gran amigo, nos han tocado vivencias a ambos como profesores universitarios. La crisis del humanismo en la universidad, la opresión que se siente de la administración universitaria, te estoy hablando obviamente de la UPR.
Mario es un bibliotecario ocupado de una colección de libros de filosofía extraordinaria. Hay más de 20,000 volúmenes en esa colección que no están catalogados, que el decanato mandó a sacar y que tiraron en el busto de Doña Margot, en el piso. Se mojaron, la gente se llevó lo que quiso. Esa preocupación sí está en ese poema y es parte de una situación.
Obviamente también se lo dedico a los huelguistas. Este libro tenía un prólogo que eliminé y ahí se explicaba la gestación del libro. Lo dedicaba a los estudiantes porque vi que había una injusticia por parte de la administración universitaria y lo digo abiertamente. Por cuestión de la impresión, me salía más barato sin las cinco o seis páginas, lo eliminé. En el fondo el libro mismo te lo da.
Es una edición con la editorial Erizo, que tiene una nueva serie de libros que pretenden ser de orientación gay, pero en cualquier momento tendré que decir que la poesía no es gay. Y más aún hay una crítica de la homosexualidad, de los roles que se establecen dentro de la homosexualidad que a veces impiden las relaciones plenas.
EC: Tu libro tiene poemas de crítica a otros mundos que no son solamente gay. gay. Y más aún hay una crítica de la homosexualidad, de los roles que se establecen dentro de la homosexualidad que a veces impiden las relaciones plenas.
MAN: Sí, y hablo de todos mis mundos, pero si vamos al mundo gay lo que hace es dar esa crítica.
EC: Pero, el esfuerzo de publicar bajo un cierto tema cuando es un tema que se esconde, cuando es un tema que se invalida es a veces imperante. Pienso en un poeta como Manuel Ramos Otero, que tuvo que irse de la isla para escribir como él quería, cuando está escribiendo de su experiencia como persona. Entonces la gestión de publicar, aunque sea por un momento, poesía que trate de cierto tema y bajo ese estandarte es comprensible.
MAN: Sí, pero pienso que a estas alturas no voy a asumir la misma voz de Manuel, ya no tiene importancia para mí decir soy gay. ¿Qué importancia tiene? Ahora, sí me importa la crítica desde adentro de la poesía misma, porque el tema principal del libro es la poesía. Cómo se hace poesía. Cómo están los poetas escribiendo hoy en día. En el poema que se titula Safo, comienzo por hacer una reescritura del poeta de Nicanor Parra diciendo " Los poetas bajaron del Olimpo", hago la referencia a Parra y a su poema Manifiesto pero le cambio el verbo. Lo contrasto con el epígrafe de David Caleb que tiende más a la antipoesía, que no es lo mío.
EC: Tu poesía tiene muchas referencias clásicas.
MAN: Sí, fíjate, yo siempre que he explicado la poesía a mis estudiantes he partido de mitos griegos y romanos, que tienden a definir la poesía como carencia, pérdida, y anhelo de recuperación, del objeto del deseo desde la muerte. Pensando en los mitos de Orfeo y Eurídice, Pan y Siringa, Apolo y Jacinto, los tres son parejas que pierden a su amado, a su amada, y tratan de recuperarlo a través del canto, de la poesía.
EC: Así que tu poesía es órfica.
MAN: Sí, y sáfica también, de Safo, en el canto XVI, en el fragmento XVI, de lo poco que se conserva, también define la poesía lírica a partir de la pérdida, de un deseo por recuperar el amor de Anactoria. Y creo que la lírica en el fondo es eso, un espacio donde el poeta expresa su carencia. Hay, sí, una tristeza, una cosa muy personal mía.
EC: Todos los poemas tienen el título de un personaje mitológico pero no son todos de la tradición griega o romana.
MAN: No, por ejemplo Cada Deva es de la tradición Hindú. Bastet lleva el nombre la diosa de la danza Egipcia.
En mi libro trabajo la poesía. Por ejemplo, uso el palíndromo, que es muy difícil de hacer. Es la figura en la cual el verso dice lo mismo de izquierda a derecha como de derecha a izquierda. Si lo lees al revés es lo mismo. Tengo una aquí muy breve. "Adarga sagrada" (en el poema Edimión).
EC: Tu vocabulario también es rico. A mí me gustó mucho la palabra, que no la conocía, venera. Hace pensar en otras cosas, en Venus, en venerar.
MAN: Venus, veneris, venero, viernes, venéreo. Venera es una concha. Y de ahí el diálogo que hay con Góngora. En el caso de cuando se describe a Cupido montado sobre la venera, o la concha de Venus, y todo lo que se recoge. Como uno puede de Góngora pasar a Botticelli.
EC: Sí, en tres palabras.
MAN: Eso es algo que mi poesía tiene, una conversación entre las artes, que mientras más pasa el tiempo más terrible se vuelve. Y eso me da miedo, un poco de miedo. Porque hay gente que piensa que eso es cursi, que eso está mal, y yo no. Ese soy yo. Y yo evoluciono y mi lenguaje evoluciona y mi riqueza cultural evoluciona. Esa expresión es de mí y de mi mundo.
En mi libro hay una conversación con boleros conocidos, también. Comenzando por el poema que le dedico a Mercedes López Baralt, a quien llamo mujer alabastrina. Eso es del bolero Mujer. El bolero es poesía.
EC: Así que a ti te gusta Pedro Vargas, Agustín Lara.
MAN: Carmen Delia Dipini, Silvia Rexach, Tito Rodríguez, que era extraordinario, sí. A veces no uso ciertas palabras porque suenan muy duras, muy fuertes y no funcionan con el contraste que quiero hacer con, por ejemplo, el bolero.
EC: Sí, es notable que esa carencia del poema escomo una dulce melancolía. Ahí siempre hay un cariño, dentro de la pérdida, de la tristeza, de la melancolía. Ese anhelo es cariñoso. Hay mucho amor en este libro. Hay diferentes tipos de querencia, hay aprecios, hay cariños.
MAN: La gente que no me conoce piensa que soy una persona "rough", fuerte. Pero soy una persona muy cariñosa, muy sentimental.
También tengo mucha afinidad por la música clásica. Se ve en los epígrafes que hay de Acis y Galatea de Hendel y en el que hay de Mozart, de Don Giovanni, y hay también una alusión a Joan Sutherland, la gran soprano australiana en el poema Miguel. Incluyo una canción bellísima de Leo Delibes, Las hijas de Cádiz. En el poema Leda dice, "Quién te canta las arias que no puedo cantarte/ "Las gárgolas de plata" o “Las hijas de Cádiz". Las gárgolas de plata no existen pero sí las hijas de Cádiz.
Otro elemento del libro es la labor de rescatar ciertos poetas que en la tradición puertorriqueña no se han valorado. Yo he investigado mucho sobre la poesía puertorriqueña, en periódicos y revistas. Hay un poema extraordinario de Evaristo Rivera Echevremont que no está en las obras completas, titulado La Ciudad Roja. Es excelente.
EC: ¿Dónde lo encontraste?
MAN: En los periódicos de la época. Pero ese poema no se parece a nada de lo que escribió. Igual que un libro de poesía de Antonio Corretjer afiliado al Loísmo, publicado en más o menos 1926. Ese libro se titularía Cofa. Jamás se publicó, y aparecen como cinco o seis poemas breves de ese libro en "El imparcial". Me he dado a la tarea de investigar todo eso y recopilarlo. Estoy preparando una antología de poesías desde el siglo XIX hasta más o menos la década del 30. En mi libro de poemas a veces hay un epígrafe que es un poema completo. Lo hago porque no va a estar en ningún otro lugar. Lo rescato completo y lo pongo ahí. En el poema que le dedico a Néstor Rodríguez, por ejemplo, hay un poema de Matías Real. Éste fue un canario que vino aquí con su hermano, eran periodistas y publicaron en los periódicos. La poesía puertorriqueña está muy nutrida de gente que viene de afuera.
EC: Bueno, Miguel, mil gracias por tu tiempo. Allí estaremos en la presentación de tu libro este jueves 8 de diciembre a las 7:00 en Librería Mágica.
Notas de lxs editorxs:
*Miguel Ángel Náter (1968-) nació en Ciales, Puerto Rico y creció en Morovis. Es catedrático en la Universidad de Puerto Rico. Ha publicado sobre escritores como Pablo Neruda, José Donoso, José María Arguedas, José Asunción Silva, Jorge Cuesta, Octavio Paz y Álvaro Menén Desleal, entre otros. Publicó en Chile bajo la editorial Cuarto Propio el libro "José Donoso: Entre la esfinge y la Quimera" (2007). Ha publicado también "Los demonios de la duda: Teatro existencialista hispanoamericano" en 2004 e "Incitaciones del infierno: La poética de la “sumersión” en algunas narraciones hispanoamericanas del siglo XX (1900-1970)" en 2011. Como poeta, ha publicado cuatro libros: "Ceremonial" (1993), "Esta carne proscrita" (2004), "La queja de los besos negros" (2006) y "El jardín en luto" (2011). Como editor, ha publicado "Obras dramáticas inéditas de Manuel Zeno Gandía" (2006) y "El monstruo" (2008), novela inédita de Zeno Gandía.
*Todas las piezas de artes que aparecen en esta entrevista, son de la autoría del artista plástico Jacques Louis David, excepto la pieza "Leda y el Cisne", perteneciente a Miguel Ángel, y la pieza "La Muerte de Jacinto", que pertenece a Jean Broc y la pieza de "Acis y Galatea", perteneciente a Nicolas Poussin.