1. Julia de Burgos para siempre
Julia de Burgos es una poeta feminista, quien tenía afán de ser mujer, de ser puertorriqueña, de ser hispano-hablante, y de buscar la justicia social. Expresaba autenticidad de vida, naturaleza y sociedad. Su obra visualiza el ser mujer, amar la naturaleza y "vivir la vida". Leer a Julia nos alienta a mirar fijamente, a amar profundamente, a abrazar apasionadamente la verdad. Por eso a muchas puertorriqueñas les fascina al igual que a los puertorriqueños y a otros. Yo misma me encuentro entre ellos, aunque no soy puertorriqueña.
Además no solo a los boricuas atraen sus obras, sino que la gente siente simpatía (quizás se identifica) por su vida llena de la agonía. Julia sigue siendo una poeta que inspira a la sociedad puertorriqueña.
2. Julia de Burgos y yo
El año pasado hice un viaje de trabajo a Canadá para investigar cómo se enseña español en la universidad de Queens. Una parte del trabajo fue averiguar la administración académica en el extranjero. Tenía la responsabilidad de administrar la reforma de la educación del idioma extranjero en la universidad japonesa, la Universidad Prefectural de Iwate, donde trabajo. Iba a tener una reunión con una profesora canadiense de español y llevaba mi trabajo de Julia de Burgos en español. Al recibir mi artículo sobre Julia de Burgos la profesora canadiense me dijo que ella usaba las obras de Julia en su clase porque le encantaban sus obras y me empezó a recitar uno de sus poemas; "yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese"…... Yo no me lo esperaba.
En Nagasaki, al publicar un artículo de Julia de Burgos por primera vez, me dijo un compañero que un profesor lloró al leer la vida de Julia de Burgos. Desde entonces me he convencido más de que las obras de Julia de Burgos y su vida tienen un sentimiento universal. Eso fue hace 20 años.
Hace 7 o 8 años un chico japonés estudiaba en la universidad de San Francisco. En una clase una chica preguntaba a la profesora que si le permitiría usar un artículo en español para su ponencia de la clase. La chica luego se acercó al chico japonés mostrando mi artículo sobre Julia de Burgos en español y le dijo que la autora era japonesa y le preguntó si conocía a esa autora japonesa. El chico le contestó que sí, asustándose… ese chico era mi hijo. Él no se lo esperaba.
Al escuchar esa anécdota sentí una profunda emoción. Es verdad que me encontraba con Julia de Burgos dondequiera que investigaba a la gente y a la sociedad de Puerto Rico.... en la pared de la casa de Julia de Burgos en Puerto Rico, en la oficina de la asociación de los puertorriqueños en Philadelphia, en la oficina de la psicóloga del hospital de Holyoke, en la oficina de una profesora puertorriqueña en Los Ángeles. Julia atrae la simpatía de todo el mundo, sobre todo por cómo maneja esta noción de ser mujer. Y ahora Julia llegaba hasta mi hijo. Julia tocaba a la puerta de mi pequeño cuarto.
3. Julia universal
Julia y sus obras facinan a todos apasionadamente. ¿Por qué? Porque ella nos cuenta apasionadamente, nos lleva al ser uno y nos convierte "ser todo en uno como ser la vida en uno".
Sé que Julia les fascina a los puertorriqueños. Es casí una heroína. No solamente sus obras, sino su experiencia ante la amargura de la vida atrae la simpatía de ellos quienes sobreponen su sufrimiento al de la vida de Julia. Además el amor a la isla de Julia toca a la gente en formas que a veces pienso son difíciles de comprender.
No lo niego. Sin embargo, su obra no solo atrae a los boricuas sino a la gente que no es puertorriqueña. Quiero decir que su obra sobrepasa la peculiaridad de la herencia puertorriuqueña. Es universal. No existe la frontera en el mundo de Julia de Burgos. Me ha inspirado mucho Julia al igual que a muchas otras personas. Soy una de esas muchas. Desde la lejanía.
Hace treinta años yo viví durante cinco años en Puerto Rico. Ahora vivo y trabajo en Japón como profesora de español. Tengo la foto de Julia de Burgos en la pared de mi oficina. Suelo mirarla para recobrar el aliento. Al llegar el momento silencioso, después de que mis estudiantes alborotosos se han ido de la oficina, al sentirme cansada por tantos choques entre colegas de trabajo…. A veces hasta me acuerdo de Julia en la pared del albergue "Casa Protegida Julia de Burgos" en San Juan. Julia miraba tranquilamente el espacio del cuarto de las mujeres refugiadas. Me acuerdo de Julia en la pared de algún instituto comunitario o en la pared del lugar de la reunión de los puertorriqueños jóvenes en una universidad norteamericana. La recuerdo en las paredes de las oficinas de unas intelectuales puertorriqueñas. Estoy hacinedo lo mismo que otras puertorriqueñas hacen, me digo.
No me gusta mucho tratar a Julia como una heroína. En general no me gusta tratar a nadie como héroe. Sin embargo, a mí me gusta mirar a Julia para pensar y sentir el ser yo. Creo que Julia tampoco hubiera querido ser tratada como una heroína, sino que la escucharan y que la pensaran como me parece que siempre fue: siendo sincera con ella misma. Tengo razón, creo. No debemos tratarla como heroína. Yo cuento con Julia en la pared de mi oficina para recordarme que, con o sin palabras preciso de ser sincera en mi trabajo y en mi vida, ser "toda en mí como fue en mí la vida".
Lista de imágenes:
1. Afiche conmemorativo de los 100 años de Julia de Burgos por Creatulandia, 2014.
2. Primera Hora, La Casa Protegida Julia de Burgos hace un pedido de auxilio para sobrevivir, 2013.
3. "Somos puños cerrados", algunos de los versos menos conocidos de Julia de Burgos.
4. El cuaderno de Julia de Burgos, 1952.